sábado, 27 de enero de 2018
La moralidad de los artistas a debate.
El pasado jueves, mantuvimos un interesante debate acerca de si debemos boicotear la obra de un artista cuya vida nos parezca moralmente despreciable. Ocurrió en El sol sale por el oeste, un programa de Canal Extremadura radio, y se puede escuchar aquí a partir del minuto cuatro.
jueves, 25 de enero de 2018
La izquierda adolescente
Se suceden las opiniones críticas
sobre la debacle de Podemos. Gran parte de ellas desde el propio
entorno podemita. Si algo muy bueno tiene la izquierda es el espíritu
autocrítico (sin él degenera rápidamente en tribalismo
doctrinario), aunque eso le lleve, en ocasiones, a la obsesión
narcisista por el “debate interno”. Por lo demás, la izquierda,
especialmente la que representa Podemos, padece de otros rasgos
adolescentes menos estimables que este de la crítica y el
cuestionamiento de sí. Rasgos como el de la inmadurez a la hora de
exigir medidas políticas (reivindicándolas, a menudo, de manera
ignorante y prepotente), o el de la confusión entre la “indignación”
y la política, o el de ese impertinente complejo de superioridad
moral e intelectual (con el sectarismo y el exceso de vehemencia
correspondientes) que caracteriza secularmente a la izquierda. Rasgos
en fin que, junto al de la identificación con objetivos políticos
poco relevantes (o incluso indeseables) para la mayoría, o la
adopción de posiciones ambiguas y poco comprensibles con respecto al
Estado y sus instituciones, podrían explicar, en parte, su situación
presente... Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
jueves, 18 de enero de 2018
La CONCAPA y la educación concertada.
miércoles, 17 de enero de 2018
Monstruos
En un artículo reciente, la escritora Claire Dederer exponía sus ambiguas impresiones ante la obra de artistas que ella considera “monstruos morales” (Roman Polanski, Woody Allen, William Burroughs, Richard Wagner...). Todos – dice – hicieron o dijeron cosas terribles, pero también crearon obras de arte maravillosas. ¿Qué hacer, pues, con respecto a ellos? ¿Debemos apreciar su valor como artistas independientemente del respeto que nos merezcan como personas o ciudadanos? ¿O debemos vincular ambas cosas – tal como se está haciendo, por ejemplo, con los artistas acusados de abusos sexuales en EE.UU, a los que se intenta denigrar también profesionalmente – ?... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
miércoles, 10 de enero de 2018
¿Independentismo sin nacionalismo?
El esencialismo nacionalista (por
falso y caricaturesco que parezca) no es ninguna tontería; es un
recurso ideológico de primer orden para legitimar las fronteras, la
apropiación de recursos y la institución de estructuras
socio-políticas que no se dejan instituir democráticamente. Pues la
democracia sirve para “hacer república”, pero no para hacer
“repúblicas catalanas” (ni, en general, naciones). Las fronteras
o la propiedad de un territorio no se votan; precisamente porque se
vota a partir (y en virtud) de ellas. La nación es un hecho
pre-democrático: votan los catalanes (o los españoles, o los
europeos...). El día en que la cosa realmente “vaya de república
y democracia”, votaremos todos, y se acabarán las naciones. Todas.... De todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
jueves, 4 de enero de 2018
Dios, patria, familia.
La familia está
sobrevalorada. Y no es rencor tras el tráfago navideño – ¡lo
juro!–, sino una reflexión genérica. ¿Por qué otorgamos una
prioridad incondicional al lazo familiar sobre otro tipo de
relaciones sociales? ¿No es el vínculo entre amigos – por ejemplo
– más libre, racional o desinteresado que el básicamente genético
de los parientes?... De otro lado, la familia – esa cosa
nostra excluyente y emocional – es,
a menudo, una estructura opuesta al interés común que representan
la sociedad civil o el Estado (cuando no es – el Estado – más
que el órgano de expresión de la oposición entre familias). Por
eso, para evitar la corrupción política, el filósofo Platón se
propuso eliminar la familia, al menos entre las clases dirigentes.
Marx, Engels y parte de sus secuaces no tenían mejor concepto de
ella. Para estos, la familia patriarcal – ligada desde antiguo a la
propiedad privada y a la dominación de clase y género – era una
estructura a erradicar de la sociedad comunista. Más, a pesar de
todo esto (o precisamente por ello), la familia sigue siendo hoy algo
insuperable. Aún en Occidente, y sin anclaje ya en la reproducción
genética o patrimonial, la familia romántica basada, no ya en los
hijos o en la herencia (¿qué necesidad de hijos o patrimonio
heredable tiene el trabajador moderno?), sino en el mero hábito
afectivo y la lealtad sexual (más que en el “amor” –
comunicación íntima, complicidad, proyecto común... – que es
más cosa de amigos), sigue siendo, al decir de la mayoría, lo
primero y más importante.