¿Se han preguntado ustedes alguna vez por qué los maestros
tenemos tantas (presuntas) vacaciones? Vamos a intentar explicarlo. No se trata
solo, ni fundamentalmente, de descansar – que también: imagínense protagonizar
cuatro o cinco “funciones” teatrales al día (eso son las clases), durante más
de nueve meses, ejerciendo, a la vez, de actor, guionista, director, jefe de
sala, y acompañante de un público, por demás, no siempre bien dispuesto –...
Tampoco se trata, únicamente, de dar a ese “público” – al alumnado – el tiempo de juego, ocio y vida familiar que
todo niño o adolescente necesita para desarrollarse más allá de (y más aún que
en) las clases. Por encima de todo eso, la verdadera razón de las vacaciones
que tenemos no es otra que la de disponer de tiempo para... renovar nuestra
propia condición de maestros... De esto tratamos en nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
jueves, 27 de junio de 2019
viernes, 21 de junio de 2019
¿Qué es un trabajo digno?
¿Por que cuántas de las ocupaciones que nos ofrece el mercado permiten ese grado de realización personal? La verdad es que muy pocas. De ahí que – justificada, pero equivocadamente – muchos entiendan el trabajo como una maldición bíblica enemiga de toda auténtica experiencia de vitalidad. Nada más falso. Como también lo es que no haya trabajos u oficios objetivamente mejores o más dignos que otros.
Cuando comento esto con mis alumnos, me replican, escandalizados, con la consabida consigna: "todos los trabajos son igual de dignos, profe". “¿Todos?” – les pregunto yo – . “Bueno, todos los que son honrados o decentes” – dicen ellos –. El trabajo, pues, y tal como reconocemos en seguida, posee un significado moral y, como tal, podemos y debemos valorarlo como bueno o malo, digno o indigno.
¿Y qué será, en general, un trabajo digno u honrado?... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
viernes, 14 de junio de 2019
El amor duele
Desengáñense. Ese “amor” que nos venden como indoloro y
falsamente respetuoso es solo mercancía, entretenimiento o turismo íntimo,
pulido y depilado, placer anodino sin la menor tensión ni interés, El amor de verdad duele. No hay dolor más
profundo (ni fértil) que ese que nos procura. Y hay que enseñar a los chicos a
aceptarlo – y a distinguirlo del mero maltrato –. Negar ese dolor es lo que
acaba por generar frustración y violencia en aquellos que, como niños
consentidos, no aceptan que sufrir (desear en vano, esperar sin esperanza,
perder lo que creíamos ganado...) es parte del amor y de la vida... Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
miércoles, 5 de junio de 2019
Patera Experience
Hay tres cosas que se me resisten en
las clases de Ética y Ciudadanía de Bachillerato. La primera es que
los alumnos dejen de guiarse por lo que “se cuenta” en las redes.
La segunda es que se avengan a dialogar – y no a competir como en
un torneo de retórica o una trifulca en Twitter – sobre
asuntos sensibles (¿Para qué, profe? ¡No nos vamos a poner nunca
de acuerdo!). Y la tercera es que no utilicen argumentos falaces,
como generalizar a partir de un caso particular (“Pues yo conozco a
uno que...”), apelar a las emociones (“Pues si es a tu hijo a
quien matan...”) o descalificar a priori al que opina (“Es que tú
no eres de aquí, o no eres mujer, o eres un facha...”).
Estas tres cosas volvieron a ocurrir el
otro día, cuando algunos alumnos plantearon debatir sobre el
“problema de la inmigración”. En cuanto les pregunté por qué
les parecía que la inmigración era un problema, empezaron... los
verdaderos problemas... Sobre todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
Más democracia y... ¿menos elecciones?
Es difícil no adoptar una posición
cínica ante el reiterativo espectáculo de las elecciones. Las
teatrales arengas – o monólogos humorísticos – de los mítines,
los falsos debates televisivos (donde todo – temas, posiciones,
réplicas... – está previsto y solo se espera con interés el
error o la bronca), las declaraciones retóricas carentes de todo
contenido, las vehementes tertulias en torno a nimiedades y
escándalos... hacen sospechar a cualquiera que la verdadera
política, si la hay, ocurre, secretamente, más allá de ese
inacabable show mediático frente al que tratan de mantenernos, como
a niños, en estado de excitación permanente.
Lo grave, no obstante, es que esa
actitud cínica se extiende al sistema entero. Porque la democracia
no solo sufre una pérdida de prestigio en cuanto a su representación
simbólica (sometida a los códigos y ritmos de los medios y redes
sociales), sino también una profunda crisis de legitimidad y
eficacia ligada, entre otras cosas, al descrédito de los partidos –
las instituciones que, con diferencia, menos confianza generan en la
ciudadanía –.
Existen sobradas razones para suponer
una relación entre la falta de eficiencia del sistema y unos
partidos que, en permanente campaña electoral, o en eternas
negociaciones con otras fuerzas (o consigo mismos) para lograr,
conservar o recuperar el poder, apenas tienen margen de maniobra para
ocuparse de los problemas de la ciudadanía. De otro lado, la
percepción de tales partidos como castas acomodadas y subordinadas a
los grupos de influencia que, a cambio de favores, financian su
incesante guerra mediático-electoral, está, innegablemente, en la
raíz de la crisis de legitimidad de nuestras democracias.
Por esto, resulta esperanzador recordar
que el sistema electoral de partidos no es más que una forma posible
– y mejorable – de democracia. De hecho, si tomamos un poco
de perspectiva, descubriremos que el sistema de partidos y elecciones
fue adoptado, en los dos últimos siglos, como un freno al poder
popular, desde la aristocrática idea de asegurar el gobierno a una
élite de “ciudadanos distinguidos” entre los que el pueblo
podría elegir (pero solo eso) a sus representantes. ¿Pero es
todavía esta fórmula – la democracia representativa partidista y
electoral – la mejor de nuestras opciones?... Sobre todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.