tag:blogger.com,1999:blog-2905185876370548983.post1221709301502832824..comments2024-03-28T13:05:32.635+01:00Comments on Filosofía para cavernícolas: Una microreflexión sobre la violenciaVictor Bermúdez Torreshttp://www.blogger.com/profile/01752938388267250110noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-2905185876370548983.post-16060952657961397712012-12-18T00:41:21.658+01:002012-12-18T00:41:21.658+01:00Anónimo: Yo no creo que la violencia sea algo errá...Anónimo: Yo no creo que la violencia sea algo errático, es obvio que obedece a causas (las conozcamos mejor o peor). Es además una posibilidad o potencialidad, como dices, que se actualiza más fácilmente en ciertas circunstancias y en otras no. Para lo que no encuentro argumentos es para pensar que sea algo consustancial a la naturaleza humana y, por tanto, inevitable. Hay lugares en los que la violencia (de cualquier tipo: la del Estado, la vinculada a la delincuencia, la doméstica, la que se ejerce en el ámbito laboral, etc.) es sensiblemente inferior o incluso anecdótica (pienso, por ejemplo, en ciertos países del norte de Europa), y hay otros lugares en que la violencia de todo tipo es casi una forma de vivir (o, mejor, de sobrevivir). Lo mismo te diría respecto al tiempo. Hoy, y al menos en occidente (digamos Europa), la violencia es un fenómeno mucho menos generalizado que, pongamos por caso, la baja Edad media. Y no hablo solo de guerras. En ciertas culturas y épocas la violencia es no ya solo moneda corriente en la interacción a todos los niveles, sino incluso algo perfectamente legítimo, que se eleva a ideal (como en las culturas guerreras). En otras es algo al menos ilegítimo (o se reduce su legitimidad al uso estatal y sujeto a leyes). E incluso en algunas (por minoritarias o fugaces que sean) es algo del todo rechazable. Y sí, puede ser utópico, pero no irracional pensar que es posible generalizar la negación al recurso a la violencia. No es irracional porque, bien pensado (o razonado), de la violencia no se obtiene ningún bien real, aunque lo parezca (y mucho, de ahí la confusión --y la larga discusión que podría brotar al respecto-). Cuando la gente entiende esto (y en la medida en que lo entiende), tiende a dejar de conducirse irracionalmente. Otro asunto, como tú dices, es que esta utopía educativa no esté en la agenda de las instituciones que nos gobiernan, al menos no con la voluntad necesaria para convertirla en una realidad palpable. Tendríamos que preguntarnos por qué (respuesta: también por ignorancia o torpeza, claro). Pero esto no autoriza a pensar que estamos apocalípticamente CONDENADOS a ser violentos en cuanto la violencia sea un aspecto o cara insoslayable de nuestra naturaleza. También somos por naturaleza perfectibles, autocríticos, razonables. Y ejemplos (no excepciones) no faltan a nuestro alrededor.<br />Saludos y, como ves, el placer es mutuo.Victor Bermúdez Torreshttps://www.blogger.com/profile/01752938388267250110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2905185876370548983.post-65962629982359823062012-12-17T23:00:52.911+01:002012-12-17T23:00:52.911+01:00Entonces, según tu visión, ¿la historia de la civi...Entonces, según tu visión, ¿la historia de la civilidad viene marcada por una erótica jánica, bifronte, compuesta por un envés errático al que denominamos violencia?, y que por lo tanto, ¿las circunstancias a evitar es que el "telos" de esa "hecatombe" de la civilidad erótica no imprima ningún sesgo placentero, fruitivo o simplemente interesado al respecto del potencial o el acto en sí mismo violento?<br /><br />Soy un neófito en el mundo de la filosofía, por eso tal vez (dicen que la ignorancia es muy atrevida)mi sentido común me indica que, o bien hay una carga del potencial de violencia muy activa en nosotros (bajo cualquier circunstancia psicosocioeconómica), o el camino que hemos tomado está completamente equivocado, y hemos llegado a una altura histórica en la que la solución que tú propones es la más quimérica de las utopías.<br /><br />Sinceramente no veo a ninguna de las estructuras institucionales ni supranacionales ni nacionales ni infranacionales (a pesar de todo el aparato pseudoético que se gastan), que nos rigen, interesados en lo más mínimo en cambiar la situación actual y el futuro un tanto "apocalíptico" que se prevee al respecto.<br /><br />PD: Un placer poder dialogar con alguien sobre estos temas.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2905185876370548983.post-52680808285068880302012-12-17T19:04:57.985+01:002012-12-17T19:04:57.985+01:00Anónimo.
No comparto tu visión. No creo que los h...Anónimo.<br /><br />No comparto tu visión. No creo que los humanos tengan ningún aspecto o elemento "tanatólogico" (o, al menos, no veo argumentos para aceptar tal cosa). Sí creo que la violencia puede relacionarse con cierta perversa manera de "civilizar" al hombre, pero esa perversión es de su naturaleza erótica, no tanatológica. Todo ser humano (todo ser, toda naturaleza) tiende por naturaleza a acrecentar o realizar su ser, a afirmar (y no destruir) su identidad. Entender que esta afirmación supone violencia o negación de la propia identidad es contradictorio, y suponer que supone violentar la identidad de otros, es error. Por pura lógica. Crecer, afirmarse uno mismo, equivale a identificarse, ser uno, con lo que uno no es. Destruirlo o violentarlo (es lo mismo) es negar la posibilidad de esa unión. Otra cosa es que "destruir" se conciba como desvelar lo que en el fondo no es (destruir mitos, por ejemplo); eso no es violencia real, no es destrucción sino construcción (de la verdad frente al mito, por ejemplo). Pero, en general, la violencia o es antinatural o es un error, natural, pero error. Así que, lo que hay que hacer no es atar en corto, sino evitar circunstancias que produzcan el error de creer que la violencia es un modo de afirmación o de consecución de algún logro esencial. Victor Bermúdez Torreshttps://www.blogger.com/profile/01752938388267250110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2905185876370548983.post-34418045408963122622012-12-16T23:59:53.382+01:002012-12-16T23:59:53.382+01:00Creo sinceramente que la segregación y disociación...Creo sinceramente que la segregación y disociación de la identidad humana en la actualidad, es adquirida al negar la contrapartida tanatológica de su "naturaleza", tal como prescribía Marcuse en "Eros y Civilización" de manera explícita, o algún otro existencialista insigne al negarle al hombre "cualquier naturaleza", cuando, a mi juicio, lo evidente es que este animal al que atan tan en corto con todo tipo de pseudologías y cuestiones quiméricas, a las primeras de cambio, es decir, cuando se le suelta la correa, se lanza al cuello de cualquiera de manera discrecional, como de forma proverbial anunció Nietzsche cuando dijo que había que tener cuidado con ese animal al que supuestamente la ética ilustrada había domesticado, pues cuando menos lo esperaran iba a lanzar un par de mordiscos de gran calada amoral, y a fuer de tal que los lanzó,apenas habían transcurrido 40 años de su muerte tuvimos dos muestras históricas de lo que significa obviar el tánatos humano. <br /><br />Por lo mismo el consejo es: mejor atar en corto a este ser desnaturalizado,no vaya a ser que la innatural naturaleza violenta nos vuelva a poner en nuestro lugar histórico-natural.<br />Anonymousnoreply@blogger.com