lunes, 13 de febrero de 2017

¿Enseñar a cazar a los niños?

Por mucho que se quiera ocultar, el objeto y el sentido de la caza consiste, esencialmente, en entregarse al placer (parece que para algunos lo es) de acosar y matar animales salvajes. Se pueden usar mil eufemismos para esto. Se puede disfrazar al cazador de deportista, de ecologista (de armas tomar), de motivo turístico o de recurso económico. Se puede admirar el rico patrimonio lingüístico y cultural asociado a la caza (yo también he leído a Delibes). Pero el cazador es, ante todo, un señor (pocas veces, por cierto, he visto a una señora cazando) al que le gusta disparar a animales, sean perdices o elefantes, sin otra necesidad que la de entretenerse con ello. Y transmitir a niños de primaria esta afición a matar animales por diversión me parece, como poco, un tanto discutible.  
De esto trata nuestra última colaboración en El Correo Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

1 comentario:

  1. Buenísimo el artículo. Suscribo todas y cada una de tus refutaciones y argumentos. Es alucinante que se quiera vender la caza como algo fundamental para el cuidado y el respeto del medio ambiente. Y más grave me parece que intenten engañar a los niños que, por otra parte, suelen tener una sensibilidad exquisita con los animales y la naturaleza, de tal forma que no me extrañaría nada que dejaran en ridículo con alguna de sus geniales preguntas, a cualquiera que intente engañarlos.

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