jueves, 16 de enero de 2020

Un máster para ser padres




Se ha hablado estos días del nuevo “máster” de formación prematrimonial de la Iglesia. Más allá de la habitual crítica a su desfasada concepción de la sexualidad (cosa que, por otro lado, solo representa una pequeña parte del curso – en el que también se incluyen asuntos como la fidelidad y los celos, la concepción del amor o la resolución de conflictos –), lo que más ha llamado la atención es su duración: entre dos y tres años. El argumento – al decir de los obispos – es que si para ser sacerdote, médico o lo que sea, se exigen años y años de formación, ¿cómo van a bastar veinte horas – lo que dura el cursillo prematrimonial de toda la vida – para formar a alguien como esposo y padre o madre de familia?

La verdad es que no puedo estar más de acuerdo. Yo mismo suelo plantear algo parecido a mis alumnos. “A ver – les digo –, si yo, vuestro profe, para educaros tres horas a la semana en una materia muy determinada y durante un solo año, he tenido que estudiar una carrera, superar una oposición, realizar decenas de cursos y diseñar una programación detallada, ¿cómo es que para tener un hijo y educarlo en todo y durante toda la vida no se requiere – por lo general – ni    un mísero test psicotécnico? ¿Nos es esto un poco extraño?”... De todo esta tratamos en nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

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