Bueno, queridos cavernícolas (los de la caverna del Sta. Eulalia),
hoy se nos ha acabado el curso. Un año
de clases del que, al cabo de los años, casi solo recordaréis.... Me pregunto qué…
Lo del Womad, seguro… Lo de debatirlo todo, quizás… Con que tan solo recordarais
eso (lo de debatirlo todo) me daría con un canto en los dientes. Y seguiría
debatiendo con vosotros, aún sin dientes, como los viejecillos. Porque os voy a
echar de menos… ¿Que por qué? ¡Vosotros no sabéis lo bonitos que se os ponen
los ojos tan abiertos (bueno, menos a segunda hora)! ¡Ni el regalo que es veros
sonreír (pese a mis chistes malos)! ¡Pero, sobre todo, voy a echar de menos
nuestros debates, todo lo que me habéis hecho pensar, la lucidez, la libertad y
la emoción con que habéis sabido jugar a este juego de preguntas sin respuesta que son el Amor, el Mundo, Vosotros mismos, la Verdad, el Bien, la Belleza...!
¡Y yo, a cambio, me he portado tan mal! Os he fustigado con palabras
estrafalarias (como “inmanentismo dualista fuerte”, qué fuerte), con rollos
increíbles (como el del “dos”, ¡a las dos de la tarde a veces!), y con preguntas sin fin...Y, ay, a veces (espero que
pocas), con mi mal humor, mis pedanterías de profesor, y con alguna que
otra crueldad injustificada. Perdonadme por todo eso (no ha sido por maldad, ya
sabéis, sino por pura ignorancia). Espero haber aprendido algo de lo MUCHO que
me habéis enseñado…
¡Me gustaría deciros tantas cosas!... Pero no, no os
hagáis ilusiones. No puedo deciros la Verdad esa que me pedíais, porque (como
sospechabais) no la sé. Solo puedo
recordaros esas hermosas ideas que nos han salido, como flores por la cabeza, clase tras clase: Que todo, en este mundo, ha de tener sentido, y que saberlo es condición para amarlo y para cambiarlo… Que no hay que tenerle miedo
ni a la vida ni a la muerte… Que las personas estamos hechas de la materia de
los sueños… Que no hay hombres malos, sino tan
ignorantes y desgraciados que merecen todo el bien que podamos hacerles… Que la
verdad y la bondad es lo que nos vuelve guapos y bellos… Y que este laberinto
maravilloso en que gozamos y penamos solo lo recorre y lo resuelve el Amor, ese poderoso demonio (o serpiente) que nos abre los ojos y nos lanza como un rayo, desde la tierra al cielo de las ideas, allí desde donde todo adquiere verdadero valor y sentido...
Ah, y que sois un cielo...lo mejor del Instituto.
El mundo que viene va a ser mucho mejor...gracias a
vosotros, estoy seguro.
Así que, un abrazo enorme a todos. Mucho ánimo para los que tendréis
que verme la jeta en septiembre. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Y que paséis un felicísimo
verano!!!!!!!!!!
Para los que queráis hacer alguna consulta durante este verano, podéis escribir aquí mismo, en un comentario, o bien a mi email: filosofiavictor@gmail.com.