viernes, 21 de octubre de 2011

¿Cuánto de lógico eres?



Dicen los que saben que hay dos formas de saber las cosas (al menos, por este lado sensato del saber): cerrando los ojos o abriéndolos mucho; es decir: pensando o mirando; mediante la lógica o mediante la experiencia. Pues bien, vamos a intentar experimentar ese tipo de conocimiento en el que el pensamiento se basta y se sobra a sí mismo: EL SABER LÓGICO. Y nada mejor que practicarlo para empezar a entenderlo (para acabar de entenderlo, habría, además, que pensarlo, pero de la lógica de la lógica hablaremos en otro momento).


Os propongo DIEZ ENIGMAS LÓGICOS, de menor a mayor GRADO DE DIFICULTAD (El 1 es el más fácil, el 10 el más difícil). ¿Os acordáis de esos chismes de la feria en que uno da con una maza para ver hasta donde llega su fuerza? Pues aquí parecido: quiero que deis con la cabeza en estos enigmas a ver hasta donde llega vuestra habilidad lógica... TENÉIS QUE RESOLVERLOS UNO A UNO, de manera que NO PASÉIS AL SIGUIENTE ANTES DE RESOLVER EL ANTERIOR. Se trata de ver hasta que nivel llegáis...

¡ASI QUE...A PENSAR!

(Nota: esto no es ningún ejercicio para nota sino un test de autoconocimiento, así que no tiene mucho sentido que miréis lo que ponen otros o que busquéis la soluciones por ahí, listillos).



ENIGMA 1 (Nivel primate). 
El señor López y su hijo Antonio iban en un coche. Tuvieron un accidente. El padre murió en el acto y el hijo quedó herido de gravedad y lo ingresaron en el hospital. Al verlo, el jefe del departamento de cirugía dijo: "Yo no le puedo operar. ¡Si es mi hijo Antonio!". ¿Cómo te explicas esto?



ENIGMA 2 (Nivel Homo Erectus)
Un enorme botín ha sido robado de un almacén. El delincuente (o delincuentes) ha (n) transportado los géneros robados en un coche. Tres famosos delincuentes, A, B y C, fueron conducidos a comisaría para ser interrogados. Se establecieron los siguientes hechos: (1) Nadie más, fuera de A, B y C, está implicado; (2) A no trabaja nunca sin contar con al menos un cómplice; (3) C es inocente. ¿Es B inocente o culpable?
 




ENIGMA 3. (Nivel Homo Neandertalensis) 
Una botella de vino costaba diez euros. El vino valía nueve euros más que la botella. ¿Cuanto valía la botella? (Por supuesto, la respuesta no es "un euro").



ENIGMA 4 (Nivel Homer Simpson)
En El mercader de Venecia, de Shakespeare, Porcia tendía tres cofres –uno de oro, otro de plata y otro de plomo—, dentro de uno de los cuales estaba su retrato. El pretendiente tenía que elegir uno de los cofres y si tenía suerte (o inteligencia) elegiría el que tenía el retrato, pudiendo así tomar a Porcia por esposa. En la tapa de cada cofre había una inscripción para ayudar al pretendiente a elegir sabiamente. Imagina que las incripciones son las que siguen.
COFRE DE ORO : "EL RETRATO ESTÁ EN ESTE COFRE".
COFRE DE PLATA: "EL RETRATO NO ESTÁ AQUÍ"
COFRE DE PLOMO: "EL RETRATO NO ESTÁ EN EL COFRE DE ORO"

Porcia explicó al pretendiente que de las tres inscripciones solo una de ellas era verdad. ¿Cuál de los tres cofres debe elegir el pretendiente?




ENIGMA 5 (Nivel Homo Sapiens básico).  

Un hombre estaba mirando un retrato y alguien le preguntó: "¿De quién es esa fotografía?" A lo que él contestó: "Ni hermanos ni hermanas tengo, pero el padre de este hombre es el hijo de mi padre" ("El padre de este hombre" quiere decir, claro, el padre del que está en la fotografía). ¿De quién es la fotografía que estaba mirando el hombre?




ENIGMA 6 (Nivel sabio incipiente). 
El Señor Smith, un comerciante londinense, llamó al famoso detective Sherlock Holmes para denunciar un robo en su tienda. Se capturaron tres sospechosos, A, B y C, para su interrogatorio. Y se establecieron los siguientes hechos:
(1) Cada uno de los tres hombres, A, B y C, había estado en la tienda el día del robo, y nadie más había estado en ella ese día.
(2) Si A era culpable, entonces tenía un cómplice, y solo uno.
(3) Si B es inocente, también lo es C.
(4) Si dos y sólo dos, son culpables, entonces A es uno de ellos.
(5) Si C es inocente, también lo es B.

¿A quién inculpó finalmente Sherlock Holmes?


ENIGMA 7 (Nivel sabio medio).
El otro día vino a nuestra cueva un cavernícola, entre exaltado y pesaroso, y nos contó su problema. La verdad es que no supimos que decirle, a ver si entre todos le ayudamos. El problema es este:
1. Amo al menos a una de estas tres chicas: Montaña, MªCovadonga y Rocío de la Cueva.
2. Si amo a Montaña, pero no a Rocío, entonces amo también a MªCovadonga.
3. O bien amo a Rocío y a MªCovadonga o bien no amo a ninguna.
4. Si amo a Rocío, entonces amo también a Montaña.

¿A quién o quiénes ama realmente nuestro cavernícola?



ENIGMA 8 (Nivel Gran sabio oriental).  
Habéis de saber que los bellos e inteligentes principes hermanos Dª Luz Sofía y D. Lucio Eulogio De La Cueva, herederos del antiguo Reino de Cavernia, buscan novio y novia (respectivamente) y han dispuesto las dos siguientes pruebas a sus numerosos pretendientes:

Prueba 1. En uno de estos tres cofres (uno de oro, otro de plata y otro de plomo) están los anillos de compromiso, y para averiguar en cuál de ellos está, cada cofre tiene dos inscripciones, una verdadera y otra falsa:
Cofre de oro: (1) Los anillos no están aquí; (2) El joyero que hizo los anillos es un duende cavernés.
Cofre de plata: (1) Los anillos no están en el cofre de oro; (2) El joyero que hizo los anillos es un dragón de las profundidades.
Cofre de plomo: (1) Los anillos no están aquí; (2) Los anillos están en el cofre de plata.
¿En cuál de los tres cofres están los anillos?

Prueba 2. En uno de estos tres cofres está el regalo que deberéis ofrecer a vuestros futuros suegros (los Reyes de Cavernia). En cada uno hay dos inscripciones, en un cofre las dos son verdaderas, en otro las dos son falsas y en el otro una verdadera y otra falsa.
Cofre de oro: (1) El regalo no está aquí; (2) El regalo está en el cofre de plata.
Cofre de plata: (1) El regalo no está en el de oro; (2) El regalo está en el de plomo.
Cofre de plomo: (1) El regalo no está aquí; (2) El regalo está en el de oro.
¿En que cofre está el regalo?




ENIGMA 9 (Nivel Supersabio) 
Una vez soñe que había una isla llamada la Isla de los Sueños. Los habitantes de esta isla sueñan muy vivamente; de hecho, sus pensamientos son tan vivos cuando duermen como cuando están despiertos. Además, su vida en sueños tiene la misma continuidad de noche a noche como la tiene de día a día cuando están despiertos (Como resultado, algunos habitantes tienen algunas veces dificultad en saber si están despiertos o dormidos a una determinada hora). En esa isla cada habitante pertenece a uno de estos dos tipos: diurnos o nocturnos. Un habitante diurno se caracteriza por el hecho de que todo lo que cree mientras está despierto es verdad, y todo lo que cree mientras está dormido es falso. Un habitante nocturno es lo contrario: todo lo que cree mientras duerme es verdad y todo lo que cree mientras está despierto es falso... Pues bien, había una vez un habitante que creía que estaba dormido y que era diurno. ¿Qué le pasaba en realidad? ¿Estaba dormido o despierto? ¿Era diurno o nocturno?



ENIGMA 10 (Nivel Hipersabio XL)
En un territorio apenas explorado de la Caverna habita una extraña tribu cuyos habitantes son básicamente de dos tipos: los cavernicuerdos (que siempe dicen la verdad) y los cavernilocos (que siempre mienten). Imagina que eres un miembro de esta tribu y que te enamoras de un o una joven guapísimo/a. Este/a joven tiene unos gustos un poco extraños: sólo quiere casarse con cavernilocos. Además, desea un caverniloco rico, no pobre (tanto los cavernicuerdos como los cavernilocos pueden ser ricos o pobres, no hay término medio). Casualmente, tú eres un caverniloco rico, pero tienes que convencer a la (el) joven de ello. Para hacerlo sólo puedes emplear una única frase simple (allí son así, sólo se comunican con una frase simple cada 10 años).
¿Con que frase la(lo) convencerías de que eres un caverniloco rico?

martes, 18 de octubre de 2011

¿Es la muerte un truco de magia?



La mayor parte de la gente piensa que la muerte es un mal inevitable ante el cual nada puede hacer la sabiduría. ¿Es esto cierto?

Quizás, al menos, el saber proporcione alivio. Epicuro, un viejo sabio griego, decía que el hombre jamás ha de preocuparse de lo que no puede hacerle daño, y la muerte –decía— no puede dañarnos pues cuando ella llega nosotros ya...no estamos. No es mal consuelo ¿Pero, de todas formas, es sólo consuelo lo que puede ofrecer la filosofía?

Pensemos por un momento lo que es la muerte. La muerte de algo o alguien significa que ese algo o alguien deja de existir, desaparece. ¿Pero es esto lógicamente posible? ¿Es posible que las cosas desaparezcan como desaparece un conejo en la chistera de un mago? Sí, es cierto, vemos cada día como los seres mueren (desaparecen) y nacen (aparecen), pero también vemos a los magos haciendo aparecer y desaparecer pañuelos en su mano y no nos fiamos, sabemos que es tan ilógico (que de donde no hay surga lo que hay y al revés) que aunque no lo sepamos sabemos que hay truco. ¿Por qué no pensamos lo mismo con la muerte (o el nacimiento)? ¿No es acaso, la muerte, igual de ilógica que las ilusiones de un mago? ¿No será, entonces, que la muerte no es más que ilusión?
Por otra parte, creemos que la muerte solo puede afectar a los cuerpos (son ellos los que enferman, se desgastan, se rompen, etc.). ¿Pero son las personas algo más que cuerpos? Pensemos en nuestros pensamientos, deseos, sentimientos o sueños... ¿Serán cosas físicas y corpóreas? ¿Tiene volumen un deseo? ¿Cuánto creeis que medirá un pensamiento cuando piensa en la longitud? ¿Se pone el cerebro amarillo cuando imagino ese color...?... Algunos piensan que los fenómenos mentales no son más que el funcionamiento del cerebro (aunque no les resulta nada fácil responder a las preguntas que hemos hecho); otros piensan que la mente es algo distinto del cerebro y del resto del cuerpo, por lo que la mente estaría libre de la muerte, y también las personas, pues éstas se definen por su forma de pensar y de sentir, no por sus rasgos corporales... ¿Qué os parece esto? Es el viejo argumento filosófico acerca de la inmortalidad del alma.

Finalmente, incluso si la mente no fuera más que parte del cuerpo, el conocimiento actual sugiere la posibilidad de vencer a la muerte. La idea es verosímil: imaginad que vamos substituyendo los órganos de un ser vivo conforme vayan deteriorándose (mediante una técnica hiperdesarrollada de transplantes). Quizás al cabo de muchísimos años hayamos substituído cada una de las "piezas" de su cuerpo por otra igual, y sin embargo, aunque todo su físico hubiera sido renovado, su estructura o forma seguiría siendo la misma, por lo que ese ser vivo sería prácticamente inmortal. ¿Qué os parece?... Los filósofos, sabios mucho más viejos que los modernos científicos, han dicho lo mismo desde hace siglos: la estructura, la forma de los seres, lo que concebimos como su esencia, es inmaterial y, como tal, inmortal. …


A ver qué pensáis:


1. ¿Qué te parece el argumento del "truco de magia"? ¿No podría ser la muerte algo falso, una especie de ilusión, como los trucos de un mago?
2. ¿Es la muerte algo lógico o ilógico? ¿Y si fuera algo ilógico, puede existir lo ilógico?
3. ¿Es la mente (tus pensamientos, deseos, emociones...) lo mismo que el cerebro o algo "más allá" del cerebro?
4. ¿Qué te parece el último de los argumentos? ¿Podríamos lograr la inmortalidad substituyendo cada una de las "piezas" de nuestro cuerpo conforme se van estropeando?
5. Algunos filósofos piensan que la muerte es, de alguna manera, lo que da sentido a la vida. ¿Qué crees tú?


viernes, 14 de octubre de 2011

Dialoguillo de otoño sobre el sentido de la vida.


Otoño. Un recreo como tantos. Cali (de Calixto) y Sofía discuten después de una clase de filosofía. Al rato aparece Ágata, una compañera de otra clase.

Cali-... Venga, no me digas... No sólo estás todo el día encerrado en el Instituto estudiando como un enano, sino que encima viene el de filosofía y dice que nada tiene sentido y que qué hacemos aquí... ¡Pues que lo digan antes y no venimos!
Sofía -. Ese es un truco. Él quiere que pensemos y nos demos cuenta de lo guay que es estudiar. Típico.
Cali-. Eso es lo que fastidia. Encima quiere el tío que vengamos contentos.
Sofía -. O no. Lo que este quiere es que pensemos. Que lo de filosofía es de pensar, vamos.
C -. Sí, de pensar en la hora de salir, no te j...
S -. Pues no vengas tío.
C-. ¡Tú también con ese rollo! En la vida ha visto un profesor que te diga que no vengas si no quieres. ¡Pues que no venga él...!
S -. O sea que en el fondo sí quieres venir...
C-. J..., yo vengo porque tengo que venir. Porque si no mis padres pasan de mí... Mira, yo aguanto aquí dos años, y después me piro con mi primo, y montamos los dos un pedazo taller de motos. Voy a tener una cacho de burra que vas a flipar, colega. Y pelas a mogollón. ¡Y de fiesta de jueves a domingo, sin parar! ¡Playita, tías buenas...! Jajaja...
S.- Eres más simple que una persiana. ¿Vas a pasarte la vida de fiesta en fiesta?
C.- ¡Pues sí, con mis colegas! Nos hacemos unas juergas alucinantes. Y ligamos, marisabidilla, veinte veces más que tú...
S.- ¿Qué colegas? Si son los que yo conozco, solo saben hablar de fútbol. Y para ligar, te recuerdo, tienes que tener una pizca de conversación, y algo en la mollera que no sea calimocho...
C-. ¿Qué diiices?
S.- Qué tu y tus colegas sois menos interesantes que una patata...
C.- ¿Y tú qué, premio nobel? ¿Estás investigando la vida de los delfines? ¿Compones música? ¿Estarás filmando ahora mismo, supongo, una película genial?...
S.- Todavía no... Pero... Sí, me gustaría... No sé, levantarme todas las mañanas con la ilusión de hacer algo realmente valioso, y no simplemente pensando que me espera un trabajo aburrido y esperando que llegue el fin de semana ... Mira, leí una vez una frase, algo así como: “vivir no merece la pena, si no hay algo por lo que estés dispuesto a morir”.
C.- ¡Puff!... Eso es un rollo. Lo que hay que hacer es vivir a tope el momento y pasar de comerse el tarro. Como dice mi madre, para cuatro días que vamos a estar aquí...
S.- No te entiendo. ¿Vivir a tope es venir sin ganas al Instituto o al trabajo, mirar la tele e irse de marcha todos los viernes con los colegas? Así, un año tras otro... ¿Crees que cuando tengas cuarenta años no vas a pensar que has desperdiciado tu vida, y que no has hecho más que poner tornillos en el taller y beber cerveza?
C.- Y mantener a mi familia, ojo. ¿Es que eso no es suficiente?
S.- Para mí, no. Mucha gente tiene familia porque todo el mundo la tiene, por no estar sólo. O yo qué sé. Para que sus hijos tengan hijos y así una y otra vez, como hormiguitas, todos por el mismo camino...¡¡Eso no tiene sentido!!
C.- ¿Y lo que tú quieres hacer sí? ¿Para qué te vas a romper la cabeza haciendo cosas? Te vas a morir igual. Bueno, igual le ponen tu nombre a una calle, pero tú no te vas a enterar... Y cuando haya una guerra, o se acabe el planeta, ni calle vas a tener.
S.- ... Mira, ahí viene la Ágata. ¿Qué pasa, Aga, qué tal el examen de mates?
A.- Yo qué sé, no tengo muy buena impresión. ¿Y vosotros, de qué habláis, que os veía discutir desde lejos?
C.- ¡Del sentido de la vida, jaja!
A.- Hala, sí que os ha dado fuerte la filosofía, ¿no?
C.- Esta, que no sabe qué hacer con su triste existencia.
S.- De triste nada, melón. Lo que quiero es no ser un cacho ladrillo como tú...Hablaba de saber qué sentido tiene lo que hacemos, estudiar y todo eso. Y de qué me gustaría encontrar algo por lo que luchar y que diera significado a mi vida...
A.- Yo ya he decidido que voy a hacer medicina. Mi hermana ya ha empezado y dice qué es superduro pero mola tía, salvar a los demás y todo eso.
S.- Ya pero, ¿para qué? Al final van a morir también.
A.- Sí tía, pero los médicos cada vez saben más cosas. Y además yo quiero ayudar a los demás. Yo creo que sería feliz así...
C.- ¿Feliz? Vas a estar todo el día con enfermos deprimidos, rodeada de sangre y de gente gritando... Y además, como dice ésta, al final todo el mundo se muere.
A.- Sí, pero gracias a mi van a sufrir menos, y van a vivir más tiempo. Los médicos son más necesarios que cualquier otra cosa. Además, la mayoría acaban siendo buenísimas personas, y con mucha experiencia. Mi tío es médico jubilado y cuenta historias superbonitas; yo hasta lloro a veces...
C.- (Con ironía) Tía, qué buena vas a ser. Seguro que vas al cielo.
A.- Eso no lo sé. Pero si sé que Dios me ha puesto en este mundo para hacer el bien a los demás.
C.- Sí, hombre, que Dios está ahí arriba organizándolo todo desde su oficina... ¿Y eso como lo sabes?
A.- Ya estamos. No todo tiene explicación, Cali. Con estas cosas o se tiene fe o no. Y punto.
C.- Vale, pues yo no me creo esos rollos de curas. Paso.
S.- (Un poco cabreada) ¿Y por qué sigues aquí y no pasas de hablar con nosotras? ¿No dices que pasas de todo?... Pues venga...
C.- Bueno, tía, no te sulfures. ¿Qué pasa, que tu también le das al incienso y al agua bendita?
S.- No. Yo tampoco creo mucho en Dios. Y eso de que hizo el mundo en siete días, y que si el hijo crucificado, y la virgen... Buf. A mi al menos no me entra en la cabeza...Pero yo también creo, como Aga, que tengo que estar aquí para algo. Qué todo esto tiene algún sentido. El de filosofía dice que todo tiene que tener alguna explicación lógica.
A.- ¿Sí? ¿Cuál? Explícamela, anda.
C. Macho, estáis flipando las dos. O sea: no me puedo creer que estéis teniendo esta conversación. Que no...


1. En el relato se muestran tres actitudes distintas ante el problema del sentido de la vida. ¿Cuáles son? ¿Con qué personaje relacionas cada una?
2. ¿Con qué personaje te identificas más? ¿Por qué? 
3. Imagina que al final del diálogo apareces tú. ¿Qué dirías? Invéntate tu propio personaje y di a través de él lo que te parezca... más sensato y ocurrente.

lunes, 10 de octubre de 2011

El sentido de la vida



Hace años, después de una clase en la que habíamos estado hablando de las teorías físicas sobre el Universo, un alumno esperó que todo el mundo se fuera y se acercó, se sentó frente a mi mesa, y sacando las palabras de algún lugar muy remoto de sí mismo, me dijo, mientras me miraba absolutamente aturdido: “Profesor...QUÉ RARO ES TODO”... La frase no es nada especial, pero sí lo era la intensidad con que la dijo. Ese alumno no sólo estaba diciendo una frase, la estaba viviendo, padeciendo, estaba invadido por ella...Casi parecía que era la frase la que le estaba diciendo a él... Jamás se me olvidará la manera en que la dijo...
....Y a vosotros. ¿No os parece también raro todo esto? ¿De dónde ha salido este Mundo? ¿Por qué existe? ¿Para qué?... ¿Y nuestra propia vida? Nacemos y vivimos en el tercer planeta de una estrella perdida en un rincón de uno de los brazos de una de las miles de millones de galaxias, viajando a toda velocidad hacia los confines del Universo... ¿Por qué? ¿Para qué?...¿Tenemos alguna misión especial en este mundo? ¿Qué pintamos aquí?...
Decía el filósofo José Ortega y Gasset que nuestra vida es como un “fenómeno deportivo”, un mero juego sin más sentido que el de jugar por jugar... Al fin y al cabo, para qué esforzarse seriamente en nada, si todo acaba en la nada de la muerte... Por eso decía otro filósofo (Jean Paul Sartre) que el hombre es una “pasión inútil”. ¿Estas de acuerdo? ¿Es inútil tu vida o tiene algún sentido? ¿Cuál?

viernes, 7 de octubre de 2011

Taller de monstruos



La falta de sentido y razón en las cosas las hace incomprensibles y extrañas, distintas a lo entrañablemente conocido y familiar. En otras palabras: las hace monstruosas... El monstruo es, en general, lo más ajeno a nosotros, aquello cuya forma o cuya conducta nos resulta tan extraña y, por eso, amenazante, que nos provoca horror... Monstruoso puede ser así el deforme, el engendro, el loco de imprevisible conducta...

O la propia naturaleza en su aspecto más salvaje e inhumano (un terremoto, el mar embravecido bajo la tormenta, una jungla oscura e impenetrable, o un inofensivo insecto que deja ver lo extraño de sus formas y movimientos)...
Más monstruosa aún es la conversión repentina de lo entrañable en extraño (lo que ocurre de noche bajo nuestra querida cama, el dulce pero malvado oso de peluche, el niño asesino o poseído, el rostro muerto de alguien que conocíamos, una conducta extraña, de repente, en quién menos lo esperamos...)...

Pero lo más terrible es siempre lo que, por ser tan “otro”, tan distinto y tan extraño a nosotros, es inimaginable, carece o cambia constantemente de forma (quizás lo situamos en la oscuridad, que es el reino imaginario de lo informe). Este monstruo está en todas partes y parece, por indefinible, imposible de vencer...



¿Será cierta esta teoría sobre lo monstruoso y terrorífico?... Me gustaría que me ayudases a ponerla a prueba. El ejercicio es el siguiente. Recuerda y cuenta tus peores pesadillas. Confiesa qué es aquello que te da más miedo. Invéntate o recuerda el peor monstruo, historia o experiencia de miedo que conozcas... Veremos entre todos si encaja o no en todo lo que hemos dicho. 

[Seria advertencia: la lectura de los comentarios de esta entrada no es recomendable para personas con problemas cardiacos o con las ideas demasiado claras acerca de lo que es el mundo o lo que es uno mismo]

jueves, 6 de octubre de 2011

Ética para amadoras (eticaparaamadoras.blogspot.com)

No sé si sabéis la buena nueva, os la diré con cavernosa y emocionada voz. Alma y Fanny, alumnas del instituto y cavernicolas de pro, han parido un blog, las dos, cerca de este pedregoso portal (de todos modos, he hecho un agujero en la cueva para que os acerquéis a verlo, sin excusas de que os queda muy lejos). Su blog se llama ética para amadoras (eticaparaamadoras.blogspot.com), y no podía ser más bonito, por lo del amor, y por lo de la ética (que, en el fondo, no es más -ni menos- que el arte del amor). Hala, que ya tardáis en ir a verlo

lunes, 3 de octubre de 2011

"Corazón de Oro" contra el "Doctor Infierno".

Dicen que los simples e inocentes (es decir, los más ignorantes) son buenos. Los niños son buenos, dicen, hasta que los estropeamos los mayores y les enseñamos lo que no deben. Los nativos de las culturas más primitivas son buenos y puros, dicen, hasta que llegan los malvados colonizadores y les corrompen. Los hombres rudos y sencillos del campo son buenos, dicen, hasta que la civilización destruye su ancestral modo de vida… Ya lo cuenta el mito de Adán y Eva (y tantos otros): el hombre es bueno hasta que, pretendiendo saber más de la cuenta, rompe el equilibrio ecológico del paraíso y hace aparecer el mal y el pecado en el mundo... Al fin y al cabo, la bondad parece que es asunto del corazón. Y el que empieza a darle demasiada importancia a su saber e inteligencia pierde ese camino al que le conducían, sin pensarlo, sus emociones más puras, y se vuelve soberbio, ambicioso y malvado, como esos diabólicos seres de los cuentos y películas que ponen su inteligencia al servicio del mal…

¿Qué dirías tú? ¿Hay que ser sabio, inteligente, culto y sofisticado para ser bueno, o basta con tener un corazón de oro? ¿Qué hay de verdad (o de mito) en eso de que el niño, o el nativo, o el hombre del campo... son, por lo general, bondadosos y nobles?



ACTIVIDADES.

1. ¿Se puede ser bueno sin saber, de forma consciente, crítica y reflexiva, qué es lo bueno?
2. ¿Has oído hablar del "mito del buen salvaje"? ¿Qué opinas al respecto?
3. ¿Saber lo que es bueno para uno mismo tiene relación con conocerse bien a sí mismo?
4. ¿Hay que ser muy sabio para ser bueno con los demás? ¿O es más bien cuestión de tener buen corazón?
5. ¿Tiene algo que ver el hacer el bien con conocer cómo es el mundo y cómo son los demás? ¿Por qué?
6. ¿Serán las personas con conocimiento e inteligencia más propensas al mal? ¿Y eso?

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