Dicen que los simples e inocentes (es decir, los más ignorantes) son buenos. Los niños son buenos, dicen, hasta que los estropeamos los mayores y les enseñamos lo que no deben. Los nativos de las culturas más primitivas son buenos y puros, dicen, hasta que llegan los malvados colonizadores y les corrompen. Los hombres rudos y sencillos del campo son buenos, dicen, hasta que la civilización destruye su ancestral modo de vida… Ya lo cuenta el mito de Adán y Eva (y tantos otros): el hombre es bueno hasta que, pretendiendo saber más de la cuenta, rompe el equilibrio ecológico del paraíso y hace aparecer el mal y el pecado en el mundo... Al fin y al cabo, la bondad parece que es asunto del corazón. Y el que empieza a darle demasiada importancia a su saber e inteligencia pierde ese camino al que le conducían, sin pensarlo, sus emociones más puras, y se vuelve soberbio, ambicioso y malvado, como esos diabólicos seres de los cuentos y películas que ponen su inteligencia al servicio del mal…
¿Qué dirías tú? ¿Hay que ser sabio, inteligente, culto y sofisticado para ser bueno, o basta con tener un corazón de oro? ¿Qué hay de verdad (o de mito) en eso de que el niño, o el nativo, o el hombre del campo... son, por lo general, bondadosos y nobles?
ACTIVIDADES.
1. ¿Se puede ser bueno sin saber, de forma consciente, crítica y reflexiva, qué es lo bueno?
2. ¿Has oído hablar del "mito del buen salvaje"? ¿Qué opinas al respecto?
3. ¿Saber lo que es bueno para uno mismo tiene relación con conocerse bien a sí mismo?
4. ¿Hay que ser muy sabio para ser bueno con los demás? ¿O es más bien cuestión de tener buen corazón?
5. ¿Tiene algo que ver el hacer el bien con conocer cómo es el mundo y cómo son los demás? ¿Por qué?
6. ¿Serán las personas con conocimiento e inteligencia más propensas al mal? ¿Y eso?
Hola.
ResponderEliminarSupongo que hay distintos tipos de conocimientos. Para el "buen" o "mal" comportamiento habrá que saber sobre ética; nada tienen que ver esos conocimientos con las matemáticas, ni la informática, ni la estructura del inglés...
De ahí que alguien con doce carreras pueda ser un desalmado (que los hay), y alguien "inculto" tenga un "corazón de oro", que también los hay.
Recuerdo que en un cursillo, el ponente (que creo era psicólogo), nos dijo que para la ética también existe una carrera, con sus distintas etapas y cursos, y la diplomatura se obtenía cuando eras capaz de entender y comportarte como determinada máxima que estaba en la cúspide de la carrera (no recuerdo si era " compórtate como te gustaría que se comportaran contigo, o hazlo a pesar de que no lo hagan, no sé, algo parecido con algún matiz...), no lo recuerdo bien, pero me llamó la atención la propuesta de que la ética es como estudiar una carrera; (en la parte más baja de la carrera creo que estaba algo como "piensa sólo en ti, busca sólo tu propio beneficio, aunque sea a costa de otros", o algo por el estilo), y a partir de ahí se iba ascendiendo de grado; un grado superior por ejemplo: "piensa en otros sólo por interés, una especie de "cuit pro cuo" etc..". Hasta llegar a licenciarte.
Un abrazo.
Hola Sandra.
ResponderEliminarVeo (leo) que eres muy original. La mayor parte de la gente tiende a pensar que a ser bueno no se aprende, sino que se es o no se es (como esas cuestiones de carácter que te parecían a tí innatas o casi). Estudiar una carrera de ética para ser bueno le parecería a casi todos algo ridículo (incluso a gran parte de los filósofos actuales). En ética -dirían- podrás estudiar los distintos códigos morales y su historia, describir lo que se entiende por conducta moral, etc. ¡Pero no a ser bueno! ¡Eso no se estudia! La moral -seguirán diciendo- no es algo racional como la física o la psicología, sino algo mucho más subjetivo (depende del corazón, de los gustos o creencias de cada cual, etc.).
Esto tiene sus consecuencias, claro: si a ser bueno no se aprende, ¿qué hay que hacer con los malos? Lógicamente, encerrarlos (y no, precisamente, a estudiar ética). Como, por esto mismo, nadie sabe más que nadie sobre lo que es bueno y justo, cuando hay que decidir sobre leyes buenas y justas se vota, y todos los votos valen lo mismo (¡porque nadie sabe más que nadie en estos asuntos!)... ¿Qué te parece?
El viejo Sócrates, hace muchos siglos, defendía, como tú, que la virtud puede enseñarse, y que, consecuentemente, el que es malo lo es por equivocación. Y es más: alguno de esos filósofos pasados de moda llegaban incluso a afirmar que la ciencia de lo bueno no era sólo similar a las matemáticas, sino más racional y lógica aún que ellas, y que sólo el que era muy culto en las ciencias podía aspirar al conocimiento de la ciencia de las ciencias: la del conocimiento de lo Bueno. Pues, al fin y al cabo: ¿Cómo va a saber lo que es bueno quién no conoce primero con exactitud lo que son las cosas y lo que somos nosotros, los seres humanos?
En resumen: nadie inculto, por muy dorado que sea su corazón, hará el bien, a no ser por...casualidad.
¿Original, eh? ¡Qué locos estaban estos filósofos antiguos! ¿O no tanto?
Un abrazo
Bueno yo creo que todos los filósofos están un poco locos, je, je...
ResponderEliminarEn serio, hasta que oí la teoría de la "licenciatura" en "valores" yo también creía que la bondad dependía del "buen corazón" por llamarlo de alguna manera, y no de los conocimientos, (porque tus argumentos a favor de la dependencia de la bondad de los conocimientos académicos son buenos, pero hay un fallo, y es que yo conozco, y seguro que tú también, personas muy cultas que son auténticos desalmados, y personas con pocos conocimientos académicos que son muy "buena gente"; así que algo falla en esa teoría).
Sí, creo que la "virtud" puede aprenderse, igual que la maldad (a fin de cuentas nacemos "en blanco"), incluso por imitación, que es otra forma de aprender, aunque menos racional; pero no tiene que ver con saber leer un plano o resolver una ecuación; por eso puede haber personas bastante incultas pero con un "corazón de oro".
No tengo claro lo de que todos debamos tener el mismo peso en las decisiones; mi opinión sobre un tema de arquitectura no puede contar tanto como la de un arquitecto; de la misma manera el criterio de los ancianos en determinadas cuestiones debería pesar más, por su experiencia, que la del resto, ( en vez de apartarlos como se hace ahora); sin embargo así se corre el peligro de que se pierdan aportaciones valiosas e innovadoras por provenir de profanos, o personas menos experimentadas.... y la humanidad ha evolucionado cuando han aparecido "locos" que contradecían a la mayoría "sensata".
Un abrazo.
Hola, soy Cristina Soria de 1ºB de Bachillerato.
ResponderEliminarYo pienso simplemente que la sabiduría, la bondad, y la maldad quizás tienen algo que ver, porque como hemos coincidido en clase, no se puede ser bueno ni malo sin saber lo que es la bondad o la maldad. Pero lo que de verdad no tiene que ver, es la maldad o bondad con la ignorancia(porque no se puede ser malvado o bueno si no se sabe que es la maldad o bondad, se podrían cometer errores, pero no hacerlos con malvadas intenciones). Lo que quiero decir con todo esto, es que la sabiduría no corrompe la bondad, en todo caso, si la sabiduría hace algo respecto a la bondad, sería otorgarla, pero no la corrompe, ni tampoco la ignorancia te hace más malvado, ni más bondadoso.
Claro que una persona puede ser malvada y sabia, pero que sea malvado no implica que la sabiduría haya tenido que ver en eso. Al igual que con la bondad, depende de los distintos puntos de vista de las personas, el cómo te tomes la sabiduría que has recibido, tus opiniones sobre lo mejor o lo peor para ti.
En conclusión, la sabiduría no te hace ni bueno ni malo, solo te hace menos ignorante. Las otras cosas, dependen de otros factores.
Victor! Soy Darío, tu ex alumno de huelva. No se si te acordaras entre tantos, pero bueno, yo te dejo este comentario por aquí. Espero que todo te (no me siento cómodo tratandote de usted) vaya bien por allí, y que sigas teniendo alumnos que aprecien tus clases y conocimientos como lo hacíamos Toni y yo. Ahora él está en Barcelona y yo por Granada, creo que ya he encontrado una carrera adecuada para mí entre todas las que hay... y nada, ojalá algún día coincidamos por casualidades de la vida, sigo filosofando desde la oscuridad, un saludo enorme profesor!
ResponderEliminarHola Sandra.
ResponderEliminarHombre, "culto", en un sentido académico (erudito, titulado en algo, etc.) no es, como se suele decir, sinónimo de "sabio". En otro sentido más amplio, ser "culto", como persona cultivada en saberes y ciencias, si me parece condición necesaria (aunque no suficiente) para ser bueno. Por otra parte, no sé muy bien qué significa ser "buena gente". Tal vez haya personas que imitan, o creen irreflexivamente en ciertos patrones de comportamiento que se tienen por buenos; pero yo no diría, en ese caso, que son intencionadamente buenos (más bien son "como se debe ser", o "como Dios manda", y punto).
Por otra parte, si crees que ser bueno o malo es un asunto racional (es decir, que nuestra conducta se guía por razones y no por creencias irracionales, como pretende, por ejemplo, la religión), es obvio que la ética ha de tener relación, mucha o poca, con el resto de los saberes racionales (aunque habría que clarificar, claro, cómo es esa relación).
En cuanto a la cuestión política, no sé yo si en caso de querer construirte una casa, o de tener un problema de salud, darías una oportunidad a los profanos (o incluso a los ancianos sin experiencia ni formación en construcción o sanidad), por si dan una respuesta "innovadora" desde su ignorancia. Y, en cualquier caso, no creo que valoraras su opinión o voto del mismo modo que las de médicos y arquitectos. ¿O sí?
Imagina que estuvieras frente a tu verdugo o torturador. ¿No preferirías mil veces que fuera inteligente y sabio a que fuera un niño o un bruto irreflexivo?
Un abrazo.
Hola Cristina. Intento responder a tus inteligentísimas matizaciones, aunque estoy en casi todo de acuerdo contigo.
ResponderEliminarYo creo, como tú, que la bondad y la maldad no tienen que ver con la ignorancia. El que no sabe lo que es bueno (ni malo) no puede ser bueno (ni malo), tal vez pueda acertar (o equivocarse) por casualidad (si es que eso es posible), pero no tener intenciones benéficas o malvadas. Por eso a un animal, al que consideramos ignorante, no le atribuimos bondad ni maldad (¿Es un gato malo por maltratar a las lagartijas? No, porque ignora que eso es maltrato). Diríamos que “ser malo” consiste en saber lo que es bueno y, sin embargo, hacer lo contrario. Aunque esto es, por otra parte, muy raro: ¿quién va a elegir lo que es malo sabiendo lo que es bueno? (Esto solo se explica si lo malo nos conviene más que lo bueno; pero entonces, claro: lo malo es bueno, al menos para nosotros)...
También estoy de acuerdo contigo en que si alguien es malvado no es por culpa de su sabiduría, sino más bien -diría yo- por la falta de ésta.
En lo que no termino de aclararme es en lo que quieres decir en tu conclusión. Si la sabiduría, dices, no te hace bueno ni malo: ¿de qué depende entonces ser bueno o malo? ¿Cuáles son esos otros factores que mencionas (y qué no tienen que ver con la sabiduría)? Respóndeme a esto, pues yo creo que es bueno que lo sepamos... si queremos ser buenos, ¿o no?
Hola Dario. ¡Qué alegría saber de ti! Claro que me acuerdo. Aquellas clases son inolvidables por muchos motivos, entre los cuales están tus sutiles, y a veces inquietantes preguntas, o las corrosivas intervenciones del Toni. Ya me contarás que has elegido estudiar y cómo te va por esa ciudad fantástica. Yo también espero que nos veamos pronto. Mientras, no dejes de iluminar con tus pensamientos esta negra noche cavernícola desde la que filosofamos todos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
(y otro para Toni, si hablas con él).
Buenas! Soy Cristina de nuevo.
ResponderEliminarLo que quería decir, es que realmente no es la sabiduría la que nos hace buenos o malos, digamos que nos da el poder de ser alguna de las dos cosas, pero que siempre vamos a terminar siendo nosotros los que con nuestro punto de vista decidamos hacer ciertas cosas, u otras.
Pero tampoco quiero decir con esto, que todo el mundo sea bueno pero con distintos puntos de vista, simplemente algo parecido a lo que has dicho, si sabes que es la bondad y la maldad, y escojes la maldad, será por algo, porque crees que va a ser mejor para ti, para los tuyos, para la gente en general, en fin.
Ahora sí, la conclusión, es que con la ignorancia no se puede llegar a tener estos dos términos(maldad y bondad), con la sabiduría se puede, pero realmente al adquirirla no nos hace decidirnos por una de las dos... No sé si se me entiende :S
Esos son digamos los "otros factores" los que te hacen cambiar de rumbo. Y también dirás, ¿Cómo se puede ser sabio y no elegir la bondad? Bueno, no sé muy bien qué responder, lo seguro es que para ser malvado, se tiene que saber qué es la bondad, porque es lo contrario, y como ya hemos dicho que sin sabiduría no hay bondad... pues una cosa lleva a la otra. Quizás al elegir ser malo retrocedes unos pasos, pero para llegar hasta poder elegir algo, se tiene que ser un mínimo sabio. Pff, qué lío!
Hola Cristina. Como me parece muy interesante lo que planteas, voy a analizar un poco tus frases, a ver que sacamos en claro.
ResponderEliminarDices: “no es la sabiduría la que nos hace buenos o malos, digamos que nos da el poder de ser alguna de las dos cosas, pero que siempre vamos a terminar siendo nosotros los que con nuestro punto de vista decidamos hacer ciertas cosas, u otras”
Bien, pero: ¿de dónde sacamos nuestro punto de vista? ¿No dependerá también este punto de lo que sabemos (e ignoramos)? Por ejemplo, mi punto de vista ante una decisión, pongamos adoptar un gato o no, será muy diferente si sé que alguien de mi familia es alérgico a los gatos; o si tengo que decidir si denuncio o no a un amigo mi punto de vista dependerá mucho de mis ideas acerca de la justicia y la amistad, etc. ¿No te parece?
“con la sabiduría se puede [tener esos dos términos: maldad y bondad], pero realmente al adquirirla no nos hace decidirnos por una de las dos... No sé si se me entiende”
Se te entiende, pero no entiendo qué es entonces lo que hace que nos decidamos por una cosa o por otra. De nuevo hablas de esos “otros factores”. Pero ¿cuáles dirías tú que son?
“¿Cómo se puede ser sabio y no elegir la bondad? Bueno, no sé muy bien qué responder, lo seguro es que para ser malvado, se tiene que saber qué es la bondad, porque es lo contrario, y como ya hemos dicho que sin sabiduría no hay bondad...”
Te aclaro mejor mi teoría: si uno es sabio y sabe que algo es bueno (al menos, para él), ¿podría no elegirlo? Yo creo que no. Todo el mundo hace lo que cree que es bueno (al menos, para él). Y cuando elige lo “malo” (por ejemplo, robar a alguien) es porque cree o sabe que eso es “bueno” para él, y, además, cree saber que es bueno darle más importancia a los intereses propios que al de los demás. Por eso, yo te diría que nadie es malvado, todo el mundo, si es un poco sabio, escoge lo que cree saber que es bueno (otro asunto es que se equivoque y considere bueno lo que no lo es en el fondo), y el que no es nada sabio, no sabe nada de lo bueno y lo malo, por lo tanto tampoco puede ser malvado, como dices tú.
Es un lío, sí; pero ya no podemos volver atrás, tenemos que intentar aclararlo, ¿no crees?
No es cierto Victor. La mayoría de las personas que actúan poniendo siempre su bienestar por encima de todos los demás, saben que es bueno (beneficioso) para ellos mismos, pero no creen que sea un proceder ético. ¿Sabes por qué lo sé?, porque suelen justificarlo con enunciados del tipo "yo he sido bueno muchos años y sólo he conseguido que me pisen, así que ahora pienso sólo en mí"; o " si no lo hago yo lo harán otros"; o "cuando comiencen los demás a actuar así lo haré yo".
ResponderEliminarSe justifican porque saben que ese proceder no es ético, pero aún así siguen actuando del mismo modo. A veces se escoge lo inmoral a sabiendas de que lo es (por miedo, comodidad, egoísmo, costumbre...).
Un abrazo.
¡Hola Victor! Soy Alma de 1ºG.
ResponderEliminarSobre esta publicación quería decir que , aunque lo más seguro es que no me acerque a la realidad, la sabiduría no es mala, es sólo curiosidad. Yo me considero curiosa y tengo ganas, por no decir ansias, de saberlo todo, de comprender lo que pasa, por qué pasa y quién ha echo que pase. Sobre el tema de que los niños son inocentes, creo que no del todo porque aunque no sepan que hacen daño, lo hacen, tanto los niños, como los inocentes, y por ello luego no pueden arrepentirse, no pueden aprender del fallo y saber que hay cosas que hacen mal, el sabio sabe en que ha fallado y en su mano esta la decisión de arrepentirse o directamente pasar del tema. No se si comprenderás mi planteamiento o pensarás que es una estupidez, es lo primero que he pensado al leer la publicación, que corazones de oro hay muchos, repartidos por ahí y no siguen un patrón claro. Espero que te pases por nuestro blog, a ver que opinas :D
Hola Sandra. Yo creo que te equivocas. La gente que actúa como dices no se justifica porque crean ir contra la ética, sino justamente porque entienden que su conducta es ética y justificable (en todo caso, creeran que van contra una ética más injustificable que la suya). Además, quién emplea esas justificaciones que dices, lo dice bien clarito: ¡No es JUSTO, vienen a decir, que sea yo de cierta manera y los otros no! ¡Si yo me he sacrificado durante mucho tiempo, lo JUSTO es que ahora les toque a otros!, ¡Lo JUSTO es que o todos moros o todos cristianos!... Etc. "Justo" es un término muy ético, como sabes. Su acción es, para ellos, perfectamente ética, si bien desde una concepción muy discutible, quizás, para nosotros, pero ese es otro asunto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Alma. Tu última frase me parece genial: "corazones de oro hay muchos...pero no siguen un patrón claro". Claro, porque, los patrones claros y explícitos los descubre la razón, y ¿qué entiende un corazón, por muy dorado que sea, de razones? Yo también creo, como tú, que solo el que se asoma al saber puede hacerse cargo del bien y del mal que producen sus acciones y, así aprender, de unas y de otras, a vivir como se debe. Pero no creo, como tú, que el inocente sea culpable del mal que hace, pues ¿qué sabe él de lo que está bien y mal? Cierto que no hay ningún ser humano (ni niño) absolutamente inocente (todos saben algo), igual que no hay nadie completamente sabio, pero sí que hay grados. ¿No os parece?
ResponderEliminarMe paso por el blog a ver qué habéis hecho.