Si muchos de los que se quejan por
perder las horas lectivas de Religión que nunca debieron tener fueran más sensatos
cejarían en el empeño de aumentar los privilegios que ya tienen. En
otro caso, y a fuerza de soberbia y codicia, acabarán por provocar
que la ciudadanía y algún gobierno, tan valiente o más que el
extremeño, se decidan por fin a revisar esos pintorescos acuerdos
políticos en que se fundan las prerrogativas casi feudales que aún
tiene la Religión Católica en la escuela española.
Sobre el lugar de la Religión en la educación vuelve a tratar esta nueva colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
Yo, Filomeno Acosta, conviví por un tiempo con Mirella Nérida Valcacer, tuvimos un hijo que actualmente tiene 4 años, de un tiempo para aca el comportamiento de mirella se volvió más agresivo, peleaba por todo, a tal punto que entro en violencia doméstica, Un día peleo tanto conmigo que llego a pegarnos tanto a mi como al niño. La denuncie y como respuesta consigo que secuestro al niño, aparte de eso se llevó el dinero y por ultimo legalmente me quita la casa porque se hizo pasar por víctima. Pensé que era una buena mujer, pero no, las apariencias engañan fue un gran error en mi vida.
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