Se debate estos días en Francia la legalización de la asistencia
sexual a personas con diversidad funcional incapaces de satisfacer
por sí mismas sus deseos o necesidades sexuales, algo que ya ocurre
– sufragado en ocasiones por el Estado – en otros países como
Suiza, Alemania, Bélgica, Holanda o Dinamarca. El Comité Consultivo
de Ética – una institución muy reputada en Francia – ya se
pronunció hace años en contra de este mismo proyecto, al afirmar
que tales prácticas suponían un uso mercantil del cuerpo humano
similar al de la prostitución. La actual secretaria de Estado de
Discapacidad, Sophie Cluzel, cree, sin embargo, que la percepción
social puede haber cambiado en cuanto a lo que supone “condenar a
las personas con discapacidad a una abstinencia no elegida”. Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
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