sábado, 10 de abril de 2010

Resumen de la reunión sobre el sentido de la filosofía.


El viernes pasado vino a la caverna el filósofo Juan Antonio Negrete, y discutimos con él acerca del sentido y utilidad de la filosofía. La reunión fue un poco informal pero dimos a luz unas pocas ideas que paso a resumir (como siempre, me olvidaré de muchas, pero para eso tenéis los dedos y los comentarios, para recordar lo que a mí se me pase). Esto fue lo que parieron Juan Antonio, Elena Montero, Paloma, Elena de la Gala, Felipe, Toni, Alvaro, Silvia, Ángela, Esther, Mª Ángeles, Monchi, Nando, Pilar, Marien y Mónica (espero no olvidarme de nadie).

• Según la “mentalidad” de nuestro tiempo, es la ciencia la que responde a las preguntas que nos hacemos. El conocimiento serio y fiable es el científico. La filosofía no es más que un reducto del pasado, una especulación sin fundamento (sin pruebas empíricas), algo quizás más cercano al arte. Esto piensa la mayoría (incluso la mayoría de los filósofos y los profesores de filosofía). Lo raro es que, ante este panorama, la filosofía se conserve como una asignatura (¡obligatoria, además!) en los dos cursos de bachillerato (cosa que no ocurre en el resto de los países europeos, salvo Francia y alguna excepción más). En el otro (minoritario) extremo, algunos han propuesto que la filosofía, como ejercicio reflexivo, se imparta desde la infancia (es una propuesta conocida como “filosofía para niños” o como “aprender a pensar”).

• Ahora bien: ¿Es cierto que el conocimiento es patrimonio de la ciencia? Si se nos apareciera de pronto un genio y se ofreciera a respondernos a tres preguntas, ¿le haríamos alguna que pudiera responder la ciencia? Las preguntas que más nos interesan buscamos responderlas en otra parte (por ejemplo, en los libros de autoayuda, que nadie consideraría una ciencia, idea en lo que coincidieron Silvia y Ángela). Juan Antonio afirmó que, para él, la ciencia no hace ni responde ninguna pregunta realmente interesante. Es más: la ciencia se limita a intentar explicar como funcionan las cosas, no qué son las cosas (su esencia). El conocimiento que proporciona la ciencia no es esencial. Y sin embargo, la ciencia ha de presuponer ese conocimiento esencial, pues si no tiene alguna idea de lo qué son las cosas cuyo funcionamiento explica, ¿cómo iba siquiera a reconocerlas? ¿Cómo va a explicar adecuadamente cómo funcionan los seres vivos alguien que no sabe qué es esencialmente la vida? ¿Cómo va a explicar un matemático las relaciones entre los números si no sabe lo que es un número (o lo que es la misma matemática)?... La ciencia, que a veces con una soberbia injustificada, se erige como un conocimiento plenamente racional, parece no reparar en que arranca de ciertas creencias sobre lo que son las cosas (la vida, los números, el espacio, la materia, etc.) que jamás demuestra, sino que asume de manera acrítica a partir de otros saberes (el sentido común, la filosofía, la tradición científica). En el fondo, “la ciencia no piensa”, decía Martin Heidegger, un filósofo alemán del siglo XX. La ciencia ejerce, así, la peor filosofía posible: aquella que no es consciente de los principios de los que parte. Esto no significa desvalorar en absoluto la ciencia, sino “colocarla en su lugar”: el de un conocimiento subordinado a otros y ceñido a un objetivo muy concreto: explicar cómo funcionan las cosas que parecen ser reales. El científico honesto, como reconoció Felipe, asume esta limitación, y no pretende estar describiendo la realidad (sino su apariencia) ni lo que son esencialmente las cosas (sino su comportamiento manifiesto a los sentidos).

• La ciencia no sólo no explica qué es la realidad, tampoco explica qué es la verdad (se limita a aplicar un método, el método empírico o hipotético-deductivo, presuponiendo, sin demostrarlo, que es dicho método el adecuado para lograr conocimientos certeros). La ciencia tampoco explica qué es valioso (el científico habla de hechos, no de valores), por lo que tampoco puede atribuirse a sí misma ningún valor (si la ciencia es valiosa o no, no es competencia del científico). Pero si la ciencia no explica esencialmente la realidad, ni qué es la verdad, ni qué es lo que vale y no vale (en terrenos como la ética, la política o la estética). ¿De qué vale verdadera o esencialmente la ciencia? ¿Qué otro saber hay que se ocupe de todo esto? ¿O acaso es que de todo esto (como piensan muchos filósofos y científicos) no se puede, sencillamente, hablar?...

• Elena Montero dijo que la filosofía no podía ser muy valiosa, dado que la mayoría de sus teorías (sino todas) pueden refutarse rápidamente. Nando y Pilar afirmaron que el valor de la filosofía reside en que te hace reflexionar acerca de lo que vives y, así, siendo más consciente de tu vida, vives el doble, es decir, que la filosofía nos proporciona una vida “interesante”. Álvaro replicó que para vivir con intensidad quizás baste con saber que tales cosas producen dolor y tales otras placer. Juan Antonio dijo que, aunque parece que inicialmente podemos guiarnos en función del placer y el dolor, siempre cabe hacernos la pregunta de si “está bien (o mal) guiarnos de esa manera”. Y no sólo un filósofo, cualquier persona (un deportista o un bombero, por ejemplo) ha de preguntarse si está bien o mal aceptar ciertos dolores o sufrimientos (el entrenamiento, las quemaduras) para lograr sus fines. Ahora bien, esta tarea de valoración implica ya reflexión…

• En relación a lo anterior surgió un debate acerca de si debemos anteponer la felicidad como objetivo último de nuestras acciones. Algunos de los presentes pensaban en la posibilidad de estudiar filosofía. Y se les preguntó si lo harían aun en el caso de que no fueran más felices sino incluso menos. No parece difícil demostrar (al modo en que hace la ciencia) que las personas más reflexivas y conscientes viven con mayor angustia y preocupación que las más simples e ignorantes. ¿Debemos anteponer la felicidad a la dignidad (a lo que creemos que debemos hacer)? Monchi parece que pensaba que sí. Esther pensaba que la felicidad no es posible sin dignidad. Víctor añadió que, según los resultados de algún ejercicio de sus clases, los alumnos preferían por lo general el conocimiento a la felicidad (casi todos preferían no ser engañados, aunque ese engaño les proporcionara una felicidad segura). Si hay que elegir entre verdad y felicidad, la gente escogería casi siempre lo primero (o, al menos, eso dicen)…

• Conforme nos íbamos marchando se pidió que cada uno dijera el sentido que tenía para él o ella tenía la filosofía. Casi todos los que hablaron (Elena M. Paloma, Ángela o Monchi, por ejemplo) dijeron que la filosofía les había hecho pensar y plantearse problemas de los que antes no eran conscientes. Algunos (como Elena de la G., Esther o Silvia) afirmaron que estas cuestiones habían significado un cierto revulsivo en sus vidas, y que el hecho de planteárselas les había hecho tomar consciencia de su individualidad frente a las ideas que les había transmitido el entorno, hasta el punto de que ahora se sabían más dueños de su vida (aunque quizás por eso más aparentemente solos o enfrentados al entorno). Otros, como Mª Ángeles o Pilar, añadieron que este cambio también generaba dudas radicales y que perdías la tranquilidad y la seguridad con la que vivías antes, pero que pese a eso (o justamente por eso) era un cambio beneficioso. Álvaro dijo que le parecía una vergüenza que la gente empezará a pensar así gracias a una asignatura del sistema educativo. Juan Antonio afirmó que a él le parecía esto una virtud, dado que el sistema educativo tiende a plantearse como fin la preparación para el mundo laboral y no educar para el pensamiento crítico.

• La reunión acabo con una serie de temas, en los que se habló de forma más dispersa y relajada, de varias cosas, como la relación entre filosofía y arte, verdad y belleza, el lenguaje filosófico y el poético, las “utopías negativas” y el motivo por el que las rechazamos, etc. Toni y Juan Antonio protagonizaron una discusión acerca de cómo lograr una sociedad “autárquica” en la que no existiera ningún poder impositivo… Y más o menos por aquí se acabo el cuento. Sólo siento no haberos hecho una foto a todos, de guapos que estabais, hablando de filosofía al sol y en mitad del ajetreo de la calle, a la hora en que la mayoría se limita a dormir o a abarrotar los bares o las tiendas… La próxima vez será. Gracias a todos, y especialmente a Juan Antonio (que se volvió a Sax encantado por la experiencia y por haberos conocido).

38 comentarios:

  1. Muy agradable la reunión. Dejasteis el listón muy alto para la primera sesión (de autoayuda jaja) a la que puedo ir. Encantado de charlar con todos vosotros y de conocer a Juan Antonio. Un saludo!!

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  2. Fue un placer estar ahí con vosotros. El listón estaba ya muy alto en vuestras cabezas (cosa que ya sabía por mis visitas a este blog).
    Quiero puntualizar algo:
    Cuando se habló de la ciencia (hablo por mí) no se dijo que a veces con una soberbia injustificada, se erige como un conocimiento plenamente racional : esto hubiera sido absurdo decirlo, precisamente porque la ciencia, en cuanto ciencia, no hace afirmaciones de ese tipo. Si la ciencia "no piensa" (en el sentido de que no piensa la esencia de las cosas), tampoco piensa que sí piensa (o que no piensa). Cuando científicos como Maxwell o Heisenberg, por ejemplos, han insistido en que el científico debería ser consciente de los límites de su labor, que son salvar los fenómenos de la forma más coherente posible, no estaban ejerciendo de científicos, sino precisamente de filósofos (tal como un filósofo que emitiera teorías pretendidamente científicas -como hacen, por ejemplo, ciertos partidarios del "diseño inteligente"- no estaría ejerciendo de filósofo, sino de científico, y habría que evaluarle con esos criterios). Los que cometen el error del cientificismo son los únicos que podrían cometerlo, unos filósofos (según mi parecer, equivocados), no unos científicos. Es importante señalar esto, porque en ningún momento se pretende un ataque a la ciencia.
    Es verdad que ciertos científicos (por ejemplo, R. Dawkins) pretenden extraer conclusiones filosóficas de sus conocimientos científicos, pero realmente no puede hacer tal cosa, e incurre contiamente en falacias. Por ejemplo,si habla de moral, cae en la "falacia naturalista", etc.

    En cuanto al comentario de Álvaro sobre el sistema educativvo y la filosofía, tal vez no ha quedado bien claro que lo que señalé es que resulta muy curioso que alguien pueda ver (con cierta razón, con mucha) como execrable que algo interesante se te haya presentado en el sistema educativo. ¿No debería ser así siempre? Pero, de hecho, no lo es.
    Y al respecto hay que decir que esto tampoco pasa siempre, ni mucho menos, con la asignatura de filosofía. En esta, más quizás que en ninguna otra, es donde hace falta que el profesor se crea lo que está diciendo, y sin embargo me parece que es aquella en la que menos se cree lo que se está diciendo. LO que pasa es que la gente que se reunió el viernes han dado clases con Víctor, y (espero que no suene demasiado empalagoso), han tenido, creo yo, una suerte inmensa con eso.

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  3. Gracias a Juan Antonio por sus aclaraciones. Y a él, a Nando y Antonio por sus halagos. Pero menos rollo y al grano. Yo sostengo que la filosofía es el modo más idóneo para ser una persona y para vivir con más intensidad la vida (ni la ciencia, ni la religión, ni el arte, ni el deporte, ni nada de todo lo demás nos da tanto como da la filosofía). Y no sólo es lo que nos hace estar más vivos sino, por eso mismo, lo que más felicidad puede prometernos en cualquier sentido importante que deis a esta palabra. Sí, es una chulería. ¿Qué pasa? A ver si tenéis algo que decir (quien calla otorga, claro).

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  4. ¿Quien calla otorga? ¿No dicen eso los partidos políticos mayoritarios? Y ¿qué pasa entonces con los anarquistas y otro tipo de antisistema?

    Hablemos, por un momento, en nombre de aquellos que llevan su Silencio en silencio. Si alguien cree que lo mejor en la vida es el arte, sin necesidad de argumentarlo (o incluso con la necesidad de no argumentarlo, porque la filosofía sea, para él, simnple palabrería), no se someterá a este test. O si alguien cree que los filósofos se han dedicado siempre a intentar conocer la realidad, cuando lo que hay que hacer es cambiarla, o sea, Actuar, no Mirar, ese tampoco estará otorgando. ¿No hacemos trampa los filósofos cuando colocamos a todos en el campo de la argumentación? Claro que lo pagamos caro: sólo podemos hablar para nosotros mismos.
    Elquecallanootorga

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  5. "Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve al Estado, ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene un uso: denunciar la bajeza en todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la de filosofía, que se proponga la crítica de todas las mistificaciones, sea cual sea su origen y su fin? Denunciar todas las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían prevalecer. Denunciar en la mistificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo, afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confunden los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral y la religión. Combatir el resentimiento, la mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento. Vencer lo negativo y sus falsos prestigios. ¿Quien, a excepción de la filosofía, se interesa por todo esto?. La filosofía como crítica nos dice lo más positivo de sí misma: empresa de desmitificación. Y, a este respecto, que nadie se atreva a proclamar el fracaso de la filosofía. Por muy grandes que sean la estupidez y la bajeza serían aún mayores si no subsistiera un poco de filosofía que, en cada época, les impide ir todo lo lejos que quisieran... pero ¿quién a excepción de la filosofía se lo prohíbe?"

    (Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía)

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  6. Hola Juan Antonio.

    Con lo de "llevar el Silencio en silencio" supongo que te refieres a la decisión de no pronuciar lo que se piensa (pues no hay silencio humano que no esté cargado de significado y que, por tanto, no se pueda expresar). En efecto, alguien puede pensar que hay modos de expresión más certeros que el argumentativo; o que es más digna la acción que la argumentación (¡como si la argumentación no fuera también un modo de actuar, o la acción no implicara argumentos!). En cualquier caso, creo que quién decide eso debe poder argumentarlo (incluso quien decide no decidir en base a argumentos, debe poder explicarse a sí mismo por qué ha tomado dicha opción). El fundamento de este "deber" lo discutimos, si quieres. Me parece un hecho, por lo demás, que los antisistema, anarquistas, etc., no dejan de argumentar abundantemente su postura, pese a definirse como ajenos a la dialéctica (o al menos a la que se confunde con mera retórica, lo cual espero no sea el caso de este blog).

    De cualquier modo, este blog (a diferencia del sistema político al que te refieres) permite todo tipo de "votación", incluso votar contra el sistema "argumentativo" (algunos lo hacen,a veces, expresándose, pero sin sentir ninguna obligación de argumentar). Eso no es callar, ni otorgar, aunque sí argumentar de un modo implícito. O al menos, es lo que yo creo.

    Finalmente, y como sabes, la frase en cuestión ("quién calla otorga") tiene una finalidad provocativa: animar a los que lean el comentario a que expresen lo que les haya podido sugerir.

    Un saludo desde las Cavernas Occidentales!!

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  7. Hola Francis.

    Has escogido un párrafo oportunísimo, me parece. Sólo con que mantenga esa función radicalmente desmitificadora, la filosofía ya parece resultar útil, ¿verdad?.
    Ahora bien, no faltan críticas a esta visión de la utilidad de la filosofía. Por ejemplo: ¿En nombre de qué "verdad" se toma la filosofía esa función de denunciar todas las mentiras? ¿Es que ella misma no construye también un sistema de mitos o ilusiones? ¿Es que, por ejemplo, Nietzsche no entroniza una nueva Verdad sobre el hombre y el mundo a la vez que destroza a martillazos toda Verdad instituida? Además, no faltará quién afirme que, como dice Deleuze, la filosofía sirve fundamentalmente para "entristecer", pues nos destroza los mitos sin darnos casi nada a cambio, y eso a seres que, como nosotros, no sabemos vivir sin esos mitos. ¿Qué te parece a tí?

    Un cavernisaludo!!

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  8. Hola otra vez,v Víctor, y demças cavernísofos del sol poniente:
    No tengo tan claro que lo que hacemos tú o yo, en estos blogs, por ejemplo, "admita todas las votaciones". Tú mismo has dicho (y yo lo exigiría igual) que no se admite mera retórica (ni mera performance, por ejemplo). Admitimos cualquier cosa, con tal de que sea un argumento filosófico (tampoco vaLe científico). Pero precisamente esto es lo que algunos creen que no es importante dar, y que no otorgan con su callar.
    Quizás todo el mundo puede racionalizar lo que hace, pero puede considerar eso como algo secundario. Igual que cualquier deportista puede describir lo que hace al jugar, pero puede considerarlo absolutamente secundario.
    Pero podría ser que incluso lo considere imposible o contraproducente. Un artista, o un revolucionario político, pueden decir que el quedarse en el mero nivel de la argumentación implica no realizar precisamente aquello que es lo más importante, y de lo cual la reflexión sería a lo sumo un débil reflejo.
    Los antisistema argumentan, por supuesto, pero no con los criterios del sistema mismo, sino con otros superiores o exteriores. ¿Hay, en la aplicación de esta metáfora (porque esto es lo que era) un lenguaje trasfilosófico, o está obligado cualquiera a vivir en él (no ya argumentar, porque quien considere el conocimiento una pobre forma de vida no estará especialmente interesado en argumentar)? No sé si me he explicado...

    Otra cosa: Tal vez concedemos demasiado al partidario de la acción, por ejemplo, diciendo que, por una parte, el conocimiento es una acción y, por otra, toda acción implica argumentos. Ahí hay una asimetría, favorable a la acción. Para que el conocimiento fuese lo más importante o vital no basta ni con que sea una acción ni con que toda acción lo implique, sino que necesita que no haya ningún otro tipo de acción que la de conocer, o más real que la de conocer. (Quizás es esto lo que has querido decir, y no te he entendido). ¿Cómo podemos justificar esto, incluso los propios filósofos?

    Saludos nostálgicos desde Levante!

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  9. En cuanto al comentario de Juan Antonio (el primero) sobre la filosofía y demás, decir que creo que tiene que ser en la que el profesor se crea más que en ninguna parte de lo que dice y que dude de la mayor parte de lo que está diciendo. Algo que pienso que tienen que hacer los alumnos (y algo parecido dije en la reunión): oír, escuchar, reflexionar y, si se me entiende, dudar de todo lo que nos diga el profesor. Porque como bien dijimos todos: lo dado no siempre es bueno, correcto o cierto y, además, sólo dudando lo que nos dicen y negándolo o aceptándolo aprenderemos correctamente. Por otro lado, estoy haciendo la carrera y los profesores no comparten ese “entusiasmo” que es visible (y creo que necesario) cuando de verdad, casi de una manera “mágica”, se quiere enseñar algo a los alumnos (como he tenido la oportunidad de disfrutar con Víctor y como seguro que hace Juan Antonio). Desgraciadamente, y más en filosofía, hay profesores a los que les interesa mucho más la llegada del fin de mes que el principio del siguiente…

    Halagos aparte, tampoco creo que deberían tomarse las clases de filosofía (ni ninguna otra, pero en especial éstas) como algo dado al alumno, como algo no de aprendizaje reciproco y como algo que el alumno asimila y no piensa. Porque entonces la filosofía pierde riqueza, la perdemos nosotros y nos estamos convirtiendo casi en seguidores de una secta que toca lo dogmático.

    En cuanto a mi concepción de filosofía ya dije algo breve y lo mantengo. Te ayuda a ser persona, nos ayuda a ser de verdad autónomos y eso es una gozada, nos permite enfrentarnos a lo malo (y doloroso) pero nos permite, por el esfuerzo racional, buscar el lado bueno de las cosas, asimilar y aprender de las malas y así, con todo esto, erigimos nuestro modo de vida. Es más valioso aprender y buscar la razón de las cosas que confesarse o rezar tres padres nuestros (si tienes la suerte de no autoflagelarte) por algo que no entiendas o se entienda, por la mayoría, como dañino.

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  10. ¿Los que llevan su silencio en silencio no hablan? Hay que cambiar la realidad pero primero habrá que “mentalizar” a la gente de lo que es bueno o no. No se puede actuar sin poner las “miras” a una quimera. Además, al “mirar” ya estamos actuando, estamos dando un paso hacía algo que se promete más esperanzador y mejor.

    Estoy de acuerdo en muchas cosas que dice Francis: la filosofía no sirve a nadie, no es esclava de nadie (aunque se haya visto como esclava de la teología en la Edad Media –a la que, sin violencia, igualó y superó en etapas posteriores-). La clave es que la filosofía sirve para entristecer, para darnos cuenta de que todos los pilares que nos habían impuesto (y subrayó “habían impuesto”) no son seguros y que hay que construir, por uno mismo, unos mejores. Por otro lado no pienso que deteste la estupidez y pienso que, como tal, no existe (sólo como ausencia de inteligencia) y habría que preguntarse, ya en otras ramas de la filosofía, el por qué de eso. De todas maneras no es que Nietzsche me guste mucho.

    Creo que en vuestros blogs se admiten todas las votaciones porque nosotros hablamos con “libertad” y nos lanzamos refutaciones unos a otros. Hablando como artista: ¿por qué no se pone algo de “performance”? ja ja. Lo que dice Juan Antonio en el último comentario me parece muy relacionado con lo que dije al principio de este comentario acerca de la utilidad de la filosofía ya que plantea la posibilidad de que alguien considere al razonamiento como algo contraproducente (algo que todos sabemos que no es así) en un deportista, por ejemplo. Sigo la idea que dije al principio: si no “miramos” primero…

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  11. Hola Juan Antonio.

    Vaya, lo que dices es para pensarlo muy despacio. Podría decir que en un blog como este se admite por principio cualquier expresión inteligible. El que lee un comentario y opta por callar está expresándose. Y tienes razón, no tiene por que hacerlo a favor de la tesis del comentario. Puede ser que el tema le resulte irrelevante o sin sentido, o puede ser que sea contrario a la tesis defendida pero que estime que debe expresarse por medios no argumentativos (tocando el violonchelo o dándonos a todos un masaje completo). Yo presupongo de entrada que el tema es en algún sentido relevante, y que la forma idónea de comunicación es la argumentación racional, y que los participantes en el blog están de acuerdo en ambas cosas. Aunque tengo una tesis aún más fuerte: incluso el que opta por tocar el violonchelo o dar un masaje está también “argumentando”, en un sentido amplio y figurado, es decir: expresando algo con una estructura lógica: no es que sea racionalizable lo que hace, sino más aún: es racional. No sé si con esto último respondo a tu pregunta acerca de sí hay o no un lenguaje trasfilosófico (si es que la he entendido bien). Por cierto, el que opte por lo del violonchelo o los masajes también decir algo en el blog, por ejemplo, la hora y el lugar en los que quiere tocar el violonchelo, etc.

    En cuanto a lo de la acción, tienes también razón en que se sugiere asimetría entre acción y conocimiento. Lo que quería decir es que toda acción intencionada está sujeta o subordinada a la acción de conocer. Más allá, y en un sentido ontológico, podría mantener que, en efecto, conocer es la acción más real, aunque justificarlo no es sencillo ni breve. De modo muy sintético (y espero que no suene retórico) me atrevo a apuntar que la acción de conocer es aquella cuya estructura teleológica (cuya finalidad) más se identifica con la estructura formal de la realidad. ¿Qué es “acción”? ¿Es, como decía Platón del tiempo, la “imagen móvil de la eternidad”? Si así fuera, la “imagen” o “reflejo” que es el conocimiento sería la imagen más completa y translúcida. Si las acciones de un árbol o de un atleta reflejan la estructura de lo real, un diálogo filosófico habría de ser un reflejo aún más claro (más puramente reflejo, más “reflexivo”), como una foto (y perdonad el ejemplo tan tosco) que por su mayor calidad dejara “transparentarse” mejor a la realidad. Naturalmente que todo esto no pretende ser una justificación, máxime cuando no hemos establecido previamente qué es lo real, si tiene que ser racional, etc. No sé si esto da pié a iniciar una discusión más amplia o si crees oportuno profundizar en ello. En todo caso ahí queda.

    Un saludo!! !Y la nostalgia es mutua! Menos mal que al menos te tenemos en el blog de al lado. Aprovecho para felicitarte por las entradas sobre Kant; os la recomiendo a todos, sobre todo a los de 2º: nadie que yo sepa ha explicado a Kant de forma tan lúcida y...divertida.

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  12. Hola Nando.

    Estoy de acuerdo contigo prácticamente en casi todo lo que dices. Quién no cuestiona aquello que le es dado, no piensa. Dudar es condición del pensar. Como decía un famoso cantautor: "bienaventurados los que lo tienen claro, porque de ellos es el reino de los CIEGOS"

    Ahora bien, aplicándonos el cuento, tendríamos que dudar, lo primero, de que todo eso que estimas como valioso y que proporciona la filosofía (autonomía, libertad, lucidez, aprendizaje) sea de verdad valioso. Para muchísimas personas la religión parece ser un modo muy eficaz de encarar los males y sacerle el lado bueno a las cosas, y no parece que ser más autónomo o lúcido les aporte más alegría o felicidad. ¿Qué les dirías a los que te salen con esto (hoy en día son legión, incluyendo a personas que no se dicen religiosas)? ¿Te atreverías a intentar "pervertir" con tus filosofías a los que viven felices en la religión? ¿En nombre de qué, les dirías, deben abandonar su feliz paraíso religioso, para entregarse a esa especie de duda crónica que es la filosofía?

    Un saludo sureño (te supongo ya en Salamanca)!!

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  13. Estoy de acuerdo en que el que toca el violonchelo hace una actividad racional, aunque esto, dado que casi ningún otro filósofo estaría de acuerdo con nosotros hoy por hoy, necesitaría mucha argumentación por nuestra parte. Pero lo peor de esa tesis es, quizás, que, si se la toma literalmente, elimina la discusión de si la filosofía es la mejor forma de vida. Salvo que mantengamos las distancias, gracias al "en un snetido figurado" que dices, y entonces nos quedamos con que el lenguaje trasfilosófico sería la propia filosofía, como actividad puramente racional (no en sentido figurado). Esto, seguramente, volverá a negarlo o, más bien, rechazarlo, quien piense que no es así, que el conocimiento no es la actividad en sentido puro. Quien lo niegue puede ser, incluso, un filósofo: ¿cuántos filósofos modernos, de hecho, no dicen, por ejemplo, que el lenguaje cognoscitivo no es el uso principal de lenguaje, sino que hay otros usos más básicos, como producir reacción en el interlocutor, o que pensar es inversamente proporcional a vivir? Es la tesis más común (quizás la única en común) de toda la filosofía moderna (Marx, Nietzsche, Wittgenstein, pragmatismo...) ¿Se contradicen estos filósofos? No, si no dicen que su propia actividad sea fundamental.
    Aparte de esos filósofos, pueden rechazar nuestra tesis los no-filósofos, que no quieren ni sienten la necesidad de argumnentar lo que valoran como más vital.
    Yo estoy de acuerdo contigo en que el conocimiento es la actividad pura. Pero ¿cómo podemos justificar bien esto? Lo que dices de la estructura formal de la realidad y la trasparencia de la foto apunta en dirección a una respuesta, pero debe ser aclarado. A primera vista parecería que, más bien, el hecho de decidir algo inconscientemente, o simplemente de moverse, es más básico que reflexionar. Aristóteles decía que el acto puro es pensamiento del pensamiento, pero los filósofos modernos (desde Occam y Lutero, por ejemplo) creen que es más autónomo y real un ser que actúa, y del cual el propio pensamiento es un producto. ¿Qué decirles?

    A ver si Fernando, que dice cosas tan lúcidas, dice algo más, ya que anda por la facultad de Salamanca.
    Saludos a todos!

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  14. ¡¡Hola a todos!! Tardo en contestar porque tengo un jaleo del 15.

    Tenemos que dudar de todo lo que se nos “venda” como valioso (también de lo que la postura filosófica de otro nos vende –creo que, en este caso, sería una cosa similar a la religión o demás conocimiento “dado”). Ese conocimiento “dado” pienso que no es filosofía y que la filosofía es el conocimiento verdaderamente “adquirido” (en el que somos agentes) y no nos puede ser “dado”. Por ello también me parece relativamente “malo” que nos venda dado en el bachillerato (aunque más malo sería que ni ahí se descubriese, para muchos). Espero que me entendáis porque puedo extenderme mucho y quiero ser breve.

    La religión es un método no de encarar los males (sino de encubrirlos) y, por ello, no es eficaz. Lo único que tiene de “bueno” (si pudiese poner mayúsculas las comillas, las pondría) es qué el marrón te lo resuelven otros, por lo que es algo que te “retrasa como persona” en el sentido de que no aprendes por ti mismo las claves para solucionar los problemas y que, además, éstos quedan sin resolver. Y esa felicidad no sería propia felicidad porque, entre otras muchas cosas, no elimina aquello que te puede hacer infeliz. Sería una “felicidad enmascarada” (no recuerdo bien que autor empleó este término). Creo que, de modo breve, he contestado a la mayoría de tus preguntas y a la de “en nombre de qué” les diría a esa legión que ¡en nombre de uno mismo! (¡¡estaríamos buenos, no tenemos que depender de alguien para ser felices ni alegres!!). Les diría que se embarcasen y que dudasen de todo por ellos mismos, pues los resultados son, además de más “fructíferos”, “auténticos resultados” que, aunque en un primer momento puede producirnos la duda “malestar” o “derrumbe”, finalmente crearemos algo sólido. Les diría que la filosofía es un camino hacia el entendimiento, lo que nos es más propio, y hacia la comprensión; además de un método para cambiar lo que tenemos delante y no es, racionalmente, bueno. El eslogan vendería algo así como “cambiemos el mundo: seamos nosotros mismos” jajaja.

    El planteamiento sobre lo qué va “antes” si el pensamiento de la acción o la actuación creo que es claro. Lo que primero va es el pensamiento (aunque sea de una manera inconsciente). Por ejemplo: con lo de la taza ardiendo que dijo Álvaro el día de la reunión pienso que si no pensases que eso “quema” (aun inconscientemente o de forma muy poco profunda) no quitarías la mano. ¿no?

    Luego estás cosas las aplica mucha gente al decir que el sueño o el hambre, por ejemplo, es algo mental. “Si no piensas que tienes sueño o que tienes hambre”, ¡no la tienes! Eso para los que piensen que dormir o comer es más propio de nosotros que el pensar.

    Un saludo desde estas, todavía, frías tierras!!

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  15. Por cierto, a ver si en breves tengo tiempo para pasarme por lo que ha escrito Juan Antonio de Kant. Es un filósofo que me llama la atención en muchas cosas.

    Otro saludo!!

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  16. Hola Juan Antonio, cavernicolas todos, disculpad por la tardanza en avivar el fuego:

    Tiene razón Juan Antonio en que los filósofos modernos que cita (Marx, Nietzsche, Wittgenstein, pragmatismo) no tienen por qué contradecirse, dado que no afirman que el conocimiento sea la actividad fundamental. Si cabe, no obstante, preguntarles en qué fundamentan esa misma afirmación. Yo sostendría que sus afirmaciones carecen de fundamento racional. Y que de una fundamentación que se tenga por no racional (por ejemplo: el sentido común, la evidencia sensible, los deseos puros…) no podríamos discutir, sino aceptarla sin más y callarnos (y hacer callar al que, aún así, volviera a preguntar “por qué hay que aceptar que hay que aceptar sin más esto u aquello”). Podríamos analizar pacientemente porque ninguno de esos filósofos es capaz de fundamentar racionalmente sus tesis, pero no sé si es necesario. De entrada, ellos mismos suelen estar más que convencidos de los limitada que es la convicción racional como forma de acceso a lo real. Hay que suponer entonces que la convicción que tienen acerca de sus propios juicios o no es racional (y entonces, insisto, para qué seguir), o si es racional es igualmente limitada, luego debe fundarse, en último término en algo que no sea la razón (luego volvemos a la primera opción y, de nuevo, para qué seguir).

    En suma: o aspiramos a justificar racional y fundamentalmente lo que decimos o, al final nos callamos (o no, o rezamos, o lo que sea, daría igual). Ahora bien, si aspiramos a justificar racionalmente lo que decimos hemos de suponer la racionalidad del mundo. Si la realidad careciera en algún sentido fundamental de racionalidad, tampoco cabría hablar en serio de ninguna teoría racional sobre nada. Desde luego que, en ese caso, la filosofía sería considerable con justicia como un ejercicio inútil. Aunque ni siquiera esto podría estar esencialmente justificado; en rigor daría igual filosofar que no filosofar.

    En conclusión: si aspiramos a justificar racionalmente lo que decimos, el mundo es esencialmente racional, y en ese caso sería fácil demostrar que el pensamiento es la acción más acorde con lo real. De otro lado, si el mundo no fuera esencialmente racional no cabría ninguna teoría que en el fondo fuera justificable ni discutible acerca de lo que sea actuar ni pensar ni acerca de qué sea más fundamental. En fin: ambas opciones parecen volver inútil la discusión. ¿O no?

    Un abrazo desde el fondo de la caverna!

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  17. Hola Nando.
    El que digas que la religión "encubre" los males en lugar de resolverlos, o que supone un modo "no auténtico" de encararlos, denota, a mi parecer, un cierto prejuicio tuyo contra la religión. El que la religión "encubra" y la filosofía "descubra" los males depende de lo que tu creas que son los males. Mucha gente cree que los males (y los bienes) son de una naturaleza que va mucho más allá de la pobre capacidad de comprensión humana y que, por tanto, la mejor forma de encararlos (o lograrlos, si se trata de bienes) es ganarse el favor de ese misterioso Poder que los envia (o los otorga). No es nada fácil, creo, convencer a un genuino creyente de que la filosofía o la ciencia van a poder alguna vez, resolver los mayores males que nos asolan. De hecho, ni la propia filosofía o ciencia actual promete eso a nadie (más bien, todo lo contrario). De otro lado, no es difícil encontrar creyentes capaces de encarar con un coraje fuera de lo normal los mayores males. Y además, en algunas religiones, el compromiso religioso se decide, asume y vive de un modo muy individual (no es un mero gregarismo, no es seguir a otros). Tu puedes decir que en ese caso el individuo también se subordina a otro que sí mismo: a Dios. ¿Pero y qué? ¿Qué valor crees que tiene un individuo por sí mismo? ¿En qué se funda ese valor?

    Un saludo!!!

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  18. HOla,
    la verdad es que algunos de ellos han sido muy conscientes de lo que dices.
    Por ejemplo, Wittgenstein decía que la parte importante de su Tractatus, que sería la que hablase del valor de las cosas, del sentido y la mística, era la que no había escrito, porque "de lo que no se puede hablar es mejor callar". Las cuestiones metafíscias, dice Wittgenstein, son sinsentido, y en ellas hay que meter su propio Tractatus, que él compara con una escalera, la cual, una vez nos ha ayudado a salir del pozo metafísico, hay que arrojar... Claro que, como le objetó Ramsey, si uno dice que las cuestiones metafísicas son sinsentido, no añade que son un sinsentido interesante, o pone gesto de que son un Sinsentido Profundo. Lo que tiene que hacer es callarse, y punto.
    Lo mismo Nietzsche se deba´tió siempre entre afirmar que lo que él venía era a destruir toda pretensión de Verdad, o a establecer una Verdad nueva.
    Así que creo que tienes razón en que están en un callejón sin salida, en que lo mejor que podemos hacer con ellos es no hablarles...

    Aunque, si nosotros sí que creemos en la razón, y ellos nos muestran contradicciones dentro de la razón misma, ¿no deberíamos ir más allá d e decirles que ellos también se contradicen (cosa que, al fin y al cabo, no les preocupa tanto) y sentirnos concernidos nosotros mismos, y afrontar esas contradicciones de la propia razón? Por ejemplo, si no podemos dar una respuesta que no sea contradictoria al asunto de si la realidad es Una o Múltiple, si es Espiritual o Material... ¿con qué derecho podemos ser racionalistas?

    Saludos primaverales.

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  19. Que bien os expresais por escrito y lo que callais en persona. =)

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  20. Hola. Te justifico lo que he dicho. Pienso que la religión no resuelve verdaderamente los males (sino que lo hace aparentemente) por varios motivos. En primer lugar creo que la mejor manera de solucionar los problemas (al igual que los errores) es aprendiendo de ellos (“de los errores se aprende”) y es algo que se ha de hacer por uno mismo. La religión, pienso, se ha perdido crédito (aunque eso es cosa aparte) por la “banalización” de los errores, es decir: ahora mismo haces un mal y según la Iglesia te confiesas y ya (en pocas palabras) y, además, no tienen una actuación igual ante un mismo mal o error con todas las personas. Espero que se me entienda porque intento una respuesta breve ante el jaleo de cosas que tengo que hacer. El mal, al igual que el bien, ha de ser descubierto y comprendido por uno mismo y el “castigo” no tiene que depender de los demás, sino de uno mismo. No es prejuicio, para nada. No soporto lo que nos “vende” la Iglesia, eso es cierto pero pienso que Jesús, cuya existencia histórica existió y está demostrado, fue la “leche”. Pienso que ese hombre buscaba hacer algo bueno y, personalmente, creo que buscaba un camino nuevo para la gente (como han hecho filósofos y demás), un camino diferente al que se nos vende. Y como otra muestra más de mi no-prejuicio decir que si la Iglesia (como institución y, en estos tiempos, doctrina) no asume los males y los combate con ella misma no creo que lo haga con el resto.

    Por otro lado es cierto. Mucha gente cree que los males y los bienes tienen una naturaleza superior (la mayoría de las personas de la tercera edad lo verán así, creo) y respeto perfectamente la manera en que cada persona se enfrente a los males siempre y cuando fuese el modo correcto, que, repito, no creo que sea el que nos “venden” desde la Iglesia.

    Por otro lado pienso que al igual que el verdadero conocimiento hemos de adquirirlo por nosotros mismos (pues, estamos de acuerdo todos, en que es el más “sabroso”), ¿por qué no pasa lo mismo en, este caso, la moral?
    Comparto contigo que no es nada fácil decir a un creyente en una doctrina dada que en una elaborada por nosotros mismos filosóficamente o científicamente. De hecho creo, como tú, que no nos lo dicen (si una filosofía o una ciencia me promete eso para mí cae en ese error en el que está sumido la religión). Pienso que la filosofía es un medio por el qué, por ti mismo (y no por un “juicio final” llegar-aunque no está garantizado el llegar- al final). Creo, a diferencia de la religión, que no tiene que haber una, y vuelvo a la idea inicial, progresiva “acumulación” de actos que te sean juzgados al final de la vida. Pienso que el juicio es más valioso por uno mismo y ha de hacerse con cada acto bueno o malo que hagamos.

    Quiero decir tantas ideas que se me van algunas… Creo que el auténtico valor lo tiene el individuo pero es más fácil, por la brevedad, la pregunta contraria: ¿Qué tiene menos valor: un individuo por sí mismo o un individuo para con otro –creyente, por ejemplo-? ¿A cuál de verdad le debemos llamar individuo? (aunque nos pueda parecer dura la posible respuesta o si quiera el plantearlo: entiéndase el individuo como alguien individual) ¿es individual un creyente? ¿es individual alguien que se entrega a una voluntad supraterrenal? Pienso que el valor se encuentra en la libertad de uno mismo, en el ser uno mismo y no otro, en la individualidad que caracteriza a una persona (el tener su propia PERSONALIDAD, ¿no?)

    Lo pienso así. Un saludo!!!

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  21. Elena Montero no dijo eso de que la filosofía tenía poco valor porque las teorías eran refutables, Elena Montero preguntó por qué era considerado filósofo un materialista -por ejemplo-, ya que nosotros en dos días de clase habíamos destrozado todas sus teorías, intentando responder a todo lo que el materialista pudiese argumentar. ¿Cualquiera que se pregunte preguntas de filosofía es ya un filósofo, aunque para dar su respuesta haya dedicado 3 minutos y no tenga sentido?

    -Elena.

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  22. Hola Juan Antonio.

    No basta, como bien dices, delatar el sinsentido de los que niegan validez al discurso racional y, por tanto, a la filosofía y a sus propias afirmaciones.
    Lo que no comparto es que los filósofos que citas puedan demostrar la contradictoriedad de la razón. De entrada, esto se deduce de lo anterior (si su propio discurso es autocontradictorio no podrán demostrar nada con él). Si la validez lógica es algo relativamente irrelevante para ellos, también lo será para demostrar la supuesta invalidez lógica del discurso racional.

    Pero vamos a lo que nos importa. ¿La razón se contradice igualmente al enunciar tanto lo uno como lo otro, tanto que la realidad es una como que es múltiple? Eso no me lo dices en la calle, quiero decir, fuera de la Caverna. La razón se contradice cuando quiere afirmar ambas cosas, lo uno y lo otro, la forma y la materia, no cuando afirma únicamente uno de esos dos supuestos contrarios. Cuando afirma lo uno, es decir, cuando se afirma a sí misma, no puede contradecirse. Eso sí, el problema de esa autoafirmación es su supuesta vacuidad: la afirmación de la identidad no parece que diga mucho. Es decir, no explica el mundo aparente, el mundo plural de la Caverna... ¿Aunque de veras no lo explica? Lo cierto es que las mejores explicaciones (las más lógicas y predictivas) lo son en cuanto se tornan cada vez más puramente racionales y en cuanto reducen toda pluralidad a unidad. Por ejemplo, la física explica mejor el mundo que vemos a la vez que se vuelve cada vez más matemática y especulativa. ¿No es este un buen motivo para abonarse al racionalismo?

    Un saludo luminoso, lógicamente.

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  23. Hola Cuervo. Es más fácil escribir, es como hablar a cámara lenta (¡Y puedes repetir ls jugadas!). Además, lo que dices parece más digno, como si pusieras corbata a las palabras. A ver si nos enseñas la tuya

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  24. Hola Elena. Disculpa el error de interpretación. Es cierto que es lo que tu dices lo que quisiste decir. En cuanto a lo segundo: un filósofo lo es por hacer preguntas que nadie más hace. ¿Te parece poco? No digo que no debería ser más humilde, al fin y al cabo es como un portero que con sus preguntas abre puertas que no sabíamos que estaban ahí. En cuanto a lo de las respuestas de tres minutos, no caigas en el mismo error y explica con más de tres palabras porque te parece un sinsentido.
    Un saludo!!!

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  25. Vale, dedico unas cuantas palabras a ello: no quiero decir que sus teorías no tengan sentido, porque el materialista estará totalmente convencido de que es asi, para él si que tiene sentido... Lo que pasa es que la filosofía debe ser algo razonado, ¿no? quiero decir que desde el primer día todos "acordamos" regirnos por lo que fuese más lógico. Pensando ciertas teorías lógicamente, hay algunas que son claramente absurdas. Entonces, ¿qué lógica ha aplicado un filósofo, como el del ejemplo: el materialista? ¿Y por qué es filósofo?
    -Elena

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  26. Hola,
    bueno, esto ya lo hemos discutido tú y yo muchas veces, y lo habeis hablado en este blog (y en vuestras clases). Por seguir abogando por el pobre y desvalido irracionalista (porque si no, no seríamos filósofos), diría lo siguiente:

    Antes de nada, si digo que los filósofos antimetafísicos o antirracionalistas muestran contradicciones en el propio discurso racional, no creo que esto se vea invalidado porque su propia teoría sea también contradictoria (ni porque a ellos esto no sólo no les moleste sino que hasta lo vean bien). Son tesis diferentes decir "la realidad es incomprensible" y "la afirmación de que la realidad es totalmente comprensible incurre en contradicciones" (como decir que "no toda la realidad está iluminada" es consistente con decir "tú estás a oscuras"). Pero supongamos que están estrechamente ligadas, que son contradictorias entre sí. Normalmente, está claro, pensamos que de dos tesis contradictorias una tiene que ser verdadera, pero esto es siempre que estemos hablando de algo de lo que se pueda hablar con sesatez, porque cuando las proposiciones encierran algún sinsentido (aunque no sea evirdente) no puede utilizarse esa norma lógica (suponiendo que esa norma lógica sea válida).

    Pasando a lo que importa, a mí sí me parece que el racionalismo se contradice. Supongamos que el Pluralismo sea contradictorio (como mostraba Zenón de Elea). Entonces nos vemos abocados al monismo ¿Y el monismo, es consistente? El monismo dice que "Todo es Uno". Como hemos (y habeis) visto otras veces, ya al decirlo está usando dos conceptos. Si todo fuese realmente Uno no habría que planteárselo. Para que haya un juicio es preciso que haya dos términos, que se predique algo de algo. si sólo hubiese un término, no habría nada que predicar. Los racionalistas han llegado a la conclusión de que el Uno o unidad de todo de la que hablan, es inexpresable. Pero ¿entonces que les diferencia esto de sus contrarios?

    La comparación con el progreso de las ciencias (que son más perfectas cuanto más racionales y universales) me parece inadecuado. Como discutimos precisamente en la tertulia, yo creo que ciencia y filosofía son inconmensurables, en su propio método. La ciencia, por muy matemática y universal que sea haga, no prescinde ni prescindirá jamás de los fenómenos (de la pluralidad y el cambio, de lo material), ni se planteará preguntas sobre la esencia de cada cosa, incluida ella misma (cayendo así en círculo). La ciencia, para evitar la dialéctica (la unión absoluta de los contrarios) da por supuesta una separación de aspectos de la realidad. Esto la convierte en no-radical e inconsciente, desde el punto de vista del filośofo, pero le permite evitar la contradicción de los metafísicos todos.
    Creo que hay que hacerse cargo de la diferencia, no simplemente cuantitativa, entre ciencia y filosofía. Y yo creo que las tesis filosóficas son todas contradictorias, por la sencilla razón de que intentan pensarlo Todo, y el concepto 'Todo', llevado a su modo absoluto, es por sí mismo inconsistente, porque implica absoluta unidad y a la vez multiplicidad>; forma y materia. Etc.

    En todo caso, ¿cómo explicas que los filósofos estemos discutiendo siempre de esto, sin ponernos de acuerdo? ¿Crees que alguna vez se demostrará una teoría filosófica y la falsedad de las demás, y se dará progreso en la filosofía, como pasa en las ciencias?
    Desde luego, a día de hoy, nadie puede decir que ninguna teoría filosófica esté descartada (y, por cierto, si la inmensa mayoría de los filósofos dijesen que hay una teoría filosófica descartada, esa sería el racionalismo extremo).

    ¿Qué puede contestar a esto un racionalista?

    Todo esto, ya digo, ya lo hemos y habeis hablado, y lo hablaremos infinitas veces (si es que no nos hartamos de dar vueltas sin llegar a una solución).

    Saludos claroscuros (aunque con más claridad que oscuridad)!

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  27. Espero con ansía la respuesta a lo anterior, Víctor.

    En cuanto a lo de Juan Antonio, estoy totalmente de acuerdo en gran parte de las cosas que has dicho pero me resulta difícil entender por qué el monismo racionalista sería la primera teoría filosófica en desaparecer, ¿en qué se basaría un materialista extremo para sobrevivir ante una posible disputa de ese tipo? Si todo lo material es cambiante, si no hay nada que podamos conocer realmente la solución sería un nihilismo, ¿qué fin filosófico tiene eso? ¿convencería a los filósofos más que un "podemos conocerlo todo"? ¿qué sentido tendría ser "activos" si todo es así?

    Es una duda que me ha surgido. Un saludo!!

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  28. Hola Nando. Perdona la tardanza, la respuesta que te estaba escribiendo esta mañana se me ha quedado en el ordenador del instituto.
    Es posible que tengas mucha razón en considerar a la religión como algo pernicioso. Pero creo que tendríamos que afinar mejor nuestros argumentos.
    Dices que en la religión no se aprende de los errores, al menos por uno mismo. Pero esto me parece discutible. Del pecador se exige que reflexione y rectifique, y además se le pide que lo haga por sí mismo, por su propia salvación. De otro lado, el que la religión (la cristiana al menos) lo perdone todo no hay porque entenderlo como “banalización” de los errores, sino quizás como confianza en la capacidad del hombre para justamente aprender y rectificar. ¿Te parece mejor esa idea de la justicia según la cual el que la hace la paga sea como sea (aunque esté arrepentido de lo que ha hecho)?... Por otra parte, ¿por qué habríamos de actuar igual ante el mismo error en diferentes personas? ¿No sería más justo tratar a cada uno según su grado de madurez o racionalidad, sus circunstancias, etc.? Ya supongo que te refieres a la desigualdad por motivos de riqueza, poder, corporativismo, etc. Pero eso de que la justicia ha de ser (impartida) igual para todos yo lo encuentro muy discutible. En cuanto a la diferencia entre la doctrina y la práctica, entre lo evangelios y la vida de Jesús y lo que luego hace la iglesia estamos de acuerdo…

    Es obvio que la religión impone unas ciertas creencias y principios a quién aceptarlos, y un modo de acceder a ellos, la fe. Pero la razón también impone unos ciertos principios lógicos y un único modo de acceder al conocimiento: el razonamiento que obedece a tales principios. Suponemos que cada individuo elige si prefiere unos principios u otros, creer o razonar. ¿Por qué va a ser mejor razonar? Las religiones dan una explicación (mítica, sí) del mundo, de lo que somos los seres humanos y de lo que debemos hacer. La razón, la ciencia y la filosofía también dan explicaciones del mundo, del ser humano y de lo que debemos hacer (en ambos casos, además, hay variedad: muchas religiones y muchas filosofías posibles). ¿Por qué va a ser mejor las explicaciones y principios que da la filosofía que las que da la religión? ¿Qué se te ocurre? Pero insisto que ninguno de esos caminos supone que “llegues por ti mismo” al conocimiento o al bien, sino a través de principios, normas, creencias, etc., que te trascienden y ante las que no eres libre (si decides el camino racional tendrás que plegarte a las normas lógicas, sin que tú puedas elegirlas). Si te parece que es menos “individuo” (supongo que quieres decir, menos dueño de su vida) el que se entrega a una voluntad supraterrenal, ¿por qué no te parece igual el que se entrega a unas leyes lógicas, igualmente supraterrenales, o a un método científico que es o pretende ser objetivo –no subjetivo ni decidido por el individuo: si el método experimental, por ejemplo, es el adecuado para conocer la realidad tú ahí no juegas nada como individuo, o lo aceptas o no-).

    Espero tus respuestas.
    Saludos!!!

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  29. Hola Elena.
    ¿Qué lógica es la que utiliza el materialista? La única que hay. Lo que ocurre es que él relativiza su valor: la lógica no basta para entender el mundo, por lo que o bien éste es imposible de entender, o bien hay modos de entender que no son puramente lógicos. A su vez, esto lleva al materialista o bien a negar el valor de la propia filosofía (e incluso de sus propias doctrinas), o bien a defender una filosofía no puramente lógica (más cercana o bien a la ciencia, en la que la observación --y no solo la lógica-- es fundamental, o bien al arte, en la que una especie de intuición imaginativa substituye en parte a la lógica). Todo esto incurre, naturalmente, en problemas y contradicciones lógicas, pero eso no hace más que abonar, a su vez, la visión del materialista según la cual la realidad no es del todo (ni fundamentalmente) lógica. Esta tesis, como sabéis, es la más común en la actualidad y en la mayoría de la gente (incluídos científicos y filósofos).

    No sé si esto aclara algo o es repetir lo que ya sabías.
    Saludos!!

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  30. Hola a todos. Veo que la cosa se está poniendo muy interesante (a Juan Antonio intentaré constestarle mañana, ¡si puedo!). Pero seguro que hay por ahí muchos ojos que leen pero no se deciden a escribir. ¡No privarnos de vuestra opinión! El tema sigue siendo el de la utilidad y sentido de la filosofía... ¡Animaos!

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  31. Señor abogado defensor.

    Si el discurso antirracionalista es realmente contradictorio no parece que pueda ser válido para mostrar nada, ni la validez de su propia tesis ni la invalidez de ninguna otra (y esto es independiente de que al antirracionalista le moleste o no la contradicción). Así que supongamos que aunque le importe poco, o aunque no quiera reconocerlo, un mínimo de coherencia ha de tener su discurso. Digamos que, aunque el antirracionalista diga que la “realidad es incomprensible”, en eso se equivoca (porque claro, si en eso dijera verdad, para que seguir diciendo –intentando comprender- nada, ni siquiera podría comprender que el racionalismo es incoherente, etc.). En este caso (si le concedemos cierta concesión involuntaria al racionalismo) sí podría el antirracionalista mostrar las contradicciones del racionalismo a las que te refieres. Y eso es lo que importa.

    ¿Es lo mismo que una tesis sea inexpresable y que sea contradictoria? Esto lo he discutido mucho con un amigo (que se parece mucho a ti). Y la verdad, no parece que sean lo mismo. La tesis monista es contradictoria en cuanto se dice, en cuanto a sí misma, no en cuanto a lo que refiere. Parece que no hay forma de enunciar la unidad de lo real si no es “desuniéndola” en los dos términos de la proposición; pero esto no anula la tesis, sino la forma que tenemos de enunciarla. Alguien podría replicar que esta “solución” supone igualmente un dualismo (realidad-signo, ser-pensamiento, etc.) incompatible con el monismo. En este caso hemos de recurrir a idéntico argumento: la dualidad pensamiento y ser no incumbe al ser, sino a nuestro modo de pensarlo (lo mismo que esta misma dualidad, y que la siguiente, y la siguiente, etc., que son todas la misma, es decir, la única). Quizás alguien piense que llegados a este punto deberíamos dejar de pensar. No obviamente porque las cosas sean incomprensibles (como dice el irracionalista), sino porque ya están absolutamente comprendidas. La “escalera” de la razón la “tiran” el irracionalista y el racionalista, pero por dos motivos distintos, y uno de ellos ha de ser en parte erróneo…

    Tiene la palabra el abogado de la defensa.
    Un saludo!!

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  32. Bueno, el abogado se está quedando sin palabras... lo cual (aparte de demostrar que no es muy buen abogado) puede ser muy bueno: daod que ¡debemos tender a no-decir-nada!
    Pero todavía seguirá un poco cometiendo el pecado de hablar.

    Empezando por lo menos importante: ¿no es posible que el irracionalista se destruya sólo después de haber destruido al otro? Así haría quien dijese "tu visión de la vida no le da ningún sentido a nuestra existencia", "y la mía tampoco", y después se suicidase. Porque los irracionalistas suelen comenzar por señalar las propias contradicciones del racionalista, y luego se dan cuenta de las suyas mismas, y entonces sólo pueden afirmar: "Ninguna teoría tiene sentido, ni la mía misma" ¿Esto no puede hacerse? En todo caso, sigo pensando que, aunque él se contradiga, si en su razonamiento hay una parte que incumbe al racionalista, no puede descalificarse toda su crítica. Porque lo que es contradictorio en él es, en todo caso, afirmar que "nada puede ser conocido", pero sigue intacta la posibilidad de que "no todo sea conoscible", que es la que debe preocupar al racionalista.

    Pasando a lo que importa, ese amigo tuyo dice cosas muy inteligentes. ¿Así que la opción que tenemos es o un racionalismo obligado a guardar silencio, porque en cuanto hable se contradice, o un irracionalista que tendría que callarse? Desde luego, los filósofos no deberían aportar nada a la contaminación acústica. Lo que me pregunto, entonces, es por qué no se callan de una vez, unos y otros.
    Ahora bien: el monismo dice que lo Uno, en sí mismo, no es autocontradictorio, aunque es incomprensible. Pero nosotros, los mortales, estamos en un mundo donde lo Uno está bastante bien mezclado con lo Otro-Múltiple. Supongamos que la receta del monista es que huyamos de este mundo múltiple y maligno, que es sólo aparente, a aquél uno incomprensible. ¿Cómo es esa escalera, por la que salir de lo mortal y cambiante? ¿Tendríamos que suicidarnos? ¿O dedicarnos a la ciencia, o al yoga, o a..?
    ¡Ya sé que tienes respuesta pa to (para eso eres filósofo)!

    Saludos!!

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  33. Fernando,
    me acuerdo de que no he contestado a tu pregunta: me resulta difícil entender por qué el monismo racionalista sería la primera teoría filosófica en desaparecer
    Bueno, no digo eso. Lo que digo es que, si se preguntase a los porfesionales (y amateurs) de la filosofía, cuál teoría creen menos verdadera, el 99% votaría por el monismo racionalista. A lo largo de la historia de la filosofía sus defensores han sido la minimísima cantidad.
    Pero, claro, en esto no se trata de votaciones. Un profesor de filosofía haría bien en explicar todas las teorías con igual fuerza, con independencia de la que comparta él o comparta la mayoría del gremio en su época.
    No es cuestión de votaciones. Pero, entonces ¿de qué es cuestión? ¿Cuándo se convencerán uno al otro, en esta eterna disputa?
    Saludos!

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  34. Gracias por contestarme Juan Antonio. Acabo de llegar a casa después de un día en Madrid y a ver si mañana puedo contestar a Víctor. ¿Existe algún profesor que pudiese tratar todas las corrientes filosóficas de la misma manera? ¿Ese profesor, no podríamos, sólo ser nosotros mismos?

    Me ha surgido una duda en cuanto a la validez de la filosofía que he estado discutiendo con un amigo y, para mí, ha surgido y tiene relación con la ciencia. La ciencia parte de un principio indemostrable y en eso se la compara, salvando las distancias, con la religión. Pero, en cuanto a ese aspecto, no tendría más "validez" que la religión puesto que a partir de ese principio indemostrable demuestras cosas válidas, ¿tal principio lo sería?

    Me he hecho mil posibles respuestas a mi mismo, ¿cuáles son las vuestras?

    Un caluroso saludo!

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  35. Hola Señor Abogado de nuevo. Disculpad otra vez la tardanza. Espero que no se haya olvidado del caso y defienda a su cliente con su habitual diligencia y sagacidad.

    En cuanto a lo primero que Ud alega Si el irracionalista afirma primero que el racionalismo no tiene sentido y segundo que su propia tesis tampoco, si en algo tienen que ver su primera afirmación y la segunda (y tendrán que ver, digo yo, si ambas pertenecen a una misma teoría), ¿no bastará lo segundo para anular todo lo dicho? Por poco e involuntariamente que estime la lógica, tendrá que reconocer que si su teoría es propiamente inconsistente todos sus asertos serán cuestionables, también los que atañen a su crítica al racionalismo… Pero tienes razón en que si lo que dice es que “no todo es cognoscible”, podríamos reconsiderar su tesis. Tendría que explicar entonces hasta que punto es irracionalista. ¿”No todo es cognoscible” significa que hay una parte cognoscible por la razón y otra no? Habría que preguntarle entonces en qué justifica su criterio de demarcación: ¿cómo sabe de esa otra parte que no es asequible a la razón? ¿Podría explicar irracionalmente lo irracional que es lo irracional? Y si lo explicara de forma mínimamente racional (¿hay alguna otra forma de explicar?), ¿podría seguir reivindicando lo irracional que es lo irracional? ¿Podría alguien decir, por ejemplo, que existe un lugar inencontrable y, a la vez, indicar la dirección en que se encuentra?...

    Pero vamos a lo sustancial de esta causa. ¿Por qué dos opciones: o un racionalismo mudo o un irracionalismo ininteligible? El irracionalista debe callarse por principio (y desde el principio), el racionalista sólo debe callarse al final. La escalera del irracionalista no existe, falla desde el primer escalón. La única que cabe tirar es la otra, la de la razón. El silencio de la razón es la conclusión lógica de la lógica; no es incomprensión, sino ausencia de incomprensión (¿Para qué hablar si está todo dicho, incluso esto último?). Mientras la posibilidad de ese conocimiento absoluto no se actualice, el racionalista es el que debe hablar. Y eso es lo que hace. Incluso la parte que habla (inteligiblemente) en el irracionalista es la del ángel racionalista que le protege. No creo que la única receta monista sea la de rechazar el mundo mortal y cambiante. Otra receta consiste en cocinar ese mundo de forma que revele sus íntimas y verdaderas propiedades. Por cocinar entiéndaseme explicar. El monismo no es en estricto sentido una teoría sino un postulado de inteligibilidad. Si queremos hablar con sentido hemos de suponer que en algún momento tendríamos que dejar de hacerlo. Del mismo modo con cualquier otra actividad: si queremos actuar con sentido hemos de suponer que, en algún momento, habrá de cesar dicha actividad. El camino es interesante si nos acerca al objetivo, si nos recuerda a él, si nos lo anticipa… Tanto debería acercarnos que un día no nos parezca diferente del lugar al que nos lleva. Pero esto, ahora, no es más que el sol bajo el que nos ponemos a pensar, a caminar, y al que aún no podemos mirar de frente.

    Un saludo desde los epicúreos jardines de la Caverna.

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  36. Hola Nando.

    La ciencia parte de supuestos indemostrables, aunque a diferencia de los dogmas religiosos, tienden a ser los menos posibles y, además, resultan (en parte al menos) revisables en función de los resultados de la teoría a la que sustentan. De otro lado, y como tú dices, una vez aceptados esos axiomas, la ciencia procede de manera rigurosamente racional (según métodos estrictos y que hasta cierto punto tambien se pueden fundamentar, revisar, etc.). Las doctrinas religiosas rara vez alcanzan un mínimo grado de rigor racional (hay algunas brillantes excepciones, algunos teólogos y teologías, que por otra parte están más cercanas a la filosofía que a ninguna religión concreta). Las teorías científicas están sujetas permanentemente a crítica; no totalmente, es cierto, no sus fundamentos ontológicos, episteméticos, etc. (al menos no por la propia ciencia), pero si muchísimo más que la religión (cuyas doctrinas jamás cambian, salvo en detalles, dado que tienen a la revelación y la tradición como principales fuentes)...

    Hay por ahí algunas entradas sobre la relación entre ciencia, religión y filosofía. A ver que te parecen.

    Un saludo desde el cavernoinstituto que tan bien conoces!

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  37. Hola, cavernísofos,
    creo que voy a pedir un aplazamiento del juicio (sine die).
    Pero se me ocurre lo siguiente:
    parece que consideras que ir "explicando" los fenómenos, por lo que entiendo que te refieres al ir reduciéndolos a unas cuantas leyes universales, las menos posibles, es un camino o escalera hacia la unidad absoluta que es la única que la razón racionalista acepta como no contradictoria (aunque no pueda ni pensarla sin contradecirse). ¿Crees, entonces, que la ciencia es ese camino? ¿Co distingues la ciencia de la filosofía?
    Pero, la pregunta principal que se me ocurre es: en ese camino de unificación de los fenómenos bajo leyes universales ("explicación") puede en algún momento llegarse a negar precisamente el fenómeno, es decir, lo múltiple y cambiante? Si sí, eso es un salto infinito, creo yo, inconmensurable con el camino de la escalera; si no, no creo que avancemos ni una gota por mucho que unifiquemos lo cambiante pero ineliminable.
    (Si contestas convincentemente a esto, ya me retiro hasta que descanse unos días).
    Gracias, y saludos desde el soleado monte del Alto Vinalopó!

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