¿Qué es la religión? ¿Es perjudicial o beneficiosa para las personas?... Estas fueron las preguntas que… ¡No respondimos!... Imposible, no nos dio tiempo ni para empezar a empezar. Comenzamos por ver la película “Ágora”, de A. Amenabar, que todos coincidimos en recomendar a nuestros amigos. Pero tras ella y pese a que creo que todos estábamos emocionados y deseando discutir (de hecho, dos personas se fueron por exceso de excitación o irritación –y de autocontención, diría yo- tras ver la peli), apenas nos dio tiempo para tratar un par de asuntos preliminares (eso sí, de forma tan ardorosa que parecía que estuviéramos eligiendo Papa). Discutimos de lo siguiente:
- ¿Cabe pedirle a una religión que sea “respetuosa” o “tolerante” con todo aquel que se aparte de sus creencias? ¿Son compatibles los términos “religión” y “tolerancia”?
- Inmediatamente surgió el problema de distinguir entre “tolerancia” y “respeto”. ¿Se puede tolerar algo que no nos parezca digno de respeto? Algunos pensábamos que no (es decir, que tolerancia y respeto deben significar lo mismo), y otros pensaban que sí (es decir, que se puede tolerar algo que no respetes –e incluso que se puede respetar algo y a la vez no tolerarlo-). Esto dio lugar a un largo debate. Los primeros pensábamos que tolerar o permitir equivale a un juicio de valor, tal como el que se supone bajo la decisión de respetar o no respetar algo. Los segundos pensaban que, a menudo, toleramos algo que no nos parece respetable, siempre que eso no nos afecte o no nos parezca demasiado grave (sin que, por ello, tolerancia equivalga exactamente a indiferencia). Más allá de esto, se planteó si tolerar/no tolerar significaba necesariamente actuar a favor/o en contra de aquello que tolerábamos o no.
- Dejando momentáneamente aparte la discusión anterior, se planteó si las religiones, dado el carácter absoluto o dogmático de sus valoraciones, tenían la capacidad de poder respetar (es decir, valorar) creencias diferentes a las suyas propias. La conclusión, a lo que parece, fue fundamentalmente negativa. Ninguna religión podría respetar (valorar) más que a sí misma.
- De otro lado, se preguntó si, supuesto que nuestras creencias no fueran absolutas o dogmáticas (es decir, que no pudiéramos demostrarlas como tales), deberíamos respetar toda otra creencia distinta a la nuestra (por ejemplo, la creencia de que hay que lapidar a las mujeres adúlteras y cosas así).
- Se planteo si la supuesta tolerancia que se observa entre creyentes de distintos credos en una misma ciudad o país era realmente “tolerancia” o más bien era mera indiferencia (mantenida siempre que no haya mucha necesidad de relacionarse, como en las ciudades en las que cada grupo vive aislado de los demás).
- Uno de los participantes arguyó que puede haber religiones respetuosas para con otras, como por ejemplo el budismo… Y, más o menos por aquí tuvieron que desalojarnos del Centro entre respetuosos y asustados de que hubiera tanta gente discutiendo de tales cosas un domingo por la tarde…
- Decidimos continuar (o más bien recomenzar) la discusión en fecha aún por decidir y que se publicará en el blog. Se admiten sugerencias para ver, antes de empezar, alguna otra película, documental, etc.
- Gracias por asistir a Felipe, Chanquete, Esther, Elena de la Gala, Elena Montero, Julia, Mat, Silvia, Juan, Sandra, José Ramón, Daniel, Maleinin, Jesús (y, bueno, a Alejandro y Carlos que espero que se queden en la próxima).
Y ya sabéis, entretanto nos volvemos a ver, y para no perder el hilo, podéis largar todo lo que se os ocurra sobre el tema (hayáis asistido o no) aquí en el blog.
Un saludo a todos!!
Muy buen resumen Victor, y más rápido que Spidi González, ja, jaa, jaaaa.... Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Sandra. Por cierto, no estaría mal que fuésemos ganando tiempo y le diéramos vueltas a nuestros argumentos en esta entrada. Lo digo por tí y por todos, así que dedos a la obra.
ResponderEliminarUn abrazo.
JAQUE MATE A LA DOCTRINA JUDAIZANTE DE LA IGLESIA. La importancia de la crítica a la cristología de san Pablo, radica en que nos aporta los elementos de juicio necesarios para visualizar nítidamente __la omisión capital que cometió Pablo en sus epístolas al mutilar al cristianismo de su doctrina más importante. Desechando la prueba viviente en Cristo hombre que nos confirma que es posible alcanzar la trascendencia humana practicando las virtudes opuestas a nuestros defectos hasta adquirir el perfil de humanidad perfecta, patente en Cristo (cero defectos), que nos da acceso a las potencialidades del espíritu. Doctrina sustentada por filósofos y místicos __y la urgente necesidad de formular un cristianismo laico enmarcado en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, a fin de afrontar con éxito: el ateismo, el islamismo, el judaísmo, el nihilismo, la nueva Era y la modernidad, que amenazan con sofocar el mensaje universal de Cristo. http://es.scribd.com/doc/73946749/Jaque-Mate-a-La-Doctrina-Judaizante-de-La-Iglesia
ResponderEliminarHola Rodolfo Plata. Gracias por el comentario y el enlace. Coincido contigo en el valor diferencial que el credo cristiano otorga a la trascendencia humana, a la luz, al menos, de la teología más razonable, y contra las interpretaciones más oscurantistas de las Escrituras (y de otras religiones e ideologías más tenebrosas, entendiendo entre ellas al nihilismo, o gran parte del pensamiento moderno). Concedido esto, el cristianismo sobra, a la luz, aún más lúcida, del racionalismo consecuente.
ResponderEliminarUn saludo.