Leía hace años que para saber lo que
para ellos representaba Europa se pedía a unos escolares marroquíes
(todos varones) que hicieran un dibujo. Muchos dibujaban estas tres
cosas: un coche, una casa, y una mujer rubia. "Un coche, una casa y
una esposa rubia" representa un modelo básico de bienestar y felicidad
transmitido por las series de televisión occidentales. Pero no está
lejos, en esencia, del cielo prometido a los jóvenes mártires
yihadistas. En el impresionante documental francés “Soldados de
Alá” uno de los jóvenes aspirantes al martirio desvela ante una
cámara oculta su imagen del paraíso. Allí – dice – “tendrás
tu caballo a tu lado, que estará hecho de oro y rubíes” y “verás
un palacio inmenso (…) y será solo tuyo”, y “tendrás mujeres
que solo querrán estar contigo”. Caballo, palacio y harén son –
en su versión de las mil y una noches – el mismo imaginario
(coche, casa y rubia) con que sueñan Occidente los niños
marroquíes. Sobre esta trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
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