martes, 30 de noviembre de 2010

¿Hay una ciencia de lo bueno, lo justo y lo bello?


¿Hay algún experimento o prueba lógica que permita decidir si el aborto o la pena de muerte son o no aceptables? ¿Podríamos demostrar científicamente que la democracia es mejor que la tiranía? ¿Podría un sabio experto dictaminar que Goya es mejor artista que Picasso?... La mayoría de la gente responde a estas preguntas con un rotundo "no". En cuestiones morales, políticas o estéticas cada cual tiene su opinión, y todas son igualmente respetables. No hay nadie que sepa más que los demás (en política, por ejemplo, cada voto individual vale lo mismo). En este sentido, algunos se quejan de que en el Instituto se den clases de ética y ciudadanía, y que en ellas se razone acerca de lo bueno y lo malo ¡Esto no es un asunto público y racional -se dice- sino privado, subjetivo, relativo a las creencias de cada individuo y su familia! ¿Quién es nadie para decirnos lo que es bueno, justo o bello?...

Ahora bien. Si lo bueno o justo es según cada uno. ¿Podríamos objetar moralmente algo al que asesina o discrimina a las mujeres? (Para el que lo hace es algo bueno). ¿Podríamos tildar de injusto a un tirano? (Para el tirano su forma de gobernar es justa). Si lo bello es según el gusto de cada uno: ¿Podríamos decirle algo al director de un museo si sustituye los cuadros de Goya por los dibujos de su hijo pequeño? (A él le pueden parecer más bonitos los de su hijo). La respuesta parece negativa. De hecho, ni siquiera podríamos discutir acerca de lo que es bueno, justo, etc. Pues si esas palabras significan algo diferente para cada persona, ¿cómo podríamos entendernos? Además, si todas las opiniones sobre lo bueno fueran igualmente respetables, ¿para qué discutir? Todo sería bueno para unas personas y malo para otras, luego todo sería bueno y malo a la vez. Contradictorio, pero cierto, ¿no?


¿Qué pensáis de todo esto? ¿Los asuntos morales, políticos y estéticos son irracionales y, por tanto, no cabe ningún saber racional sobre ellos (se los dejamos así a la religión o a las opiniones y emociones de cada cual)? ¿O por el contrario cabe una ciencia sobre tales asuntos, de forma que se pueda demostrar racionalmente lo que es bueno, justo y bello? Esto último es lo que pretende a veces la filosofía como saber "axiológico", es decir, cuando se vuelve "ética", "filosofía política", "estética filosófica"... ¿Tiene sentido esta pretensión de la filosofía?

8 comentarios:

  1. Hola de nuevo Victor. Pues aunque me gustaría contestar que sí, creo que no. Que no tiene sentido pensar que es posible la existencia de una ética universal y "verdadera", de un derecho natural.
    Aunque es un tema que me apasiona, por lo que me afecta en cuanto a cómo guiar mi conducta moral, y a pesar de no tener respuestas contundentes, tiendo a creer más en el relativismo moral que en el absolutismo de los principios que deberían regirla.
    Cada uno actúa pensando que obra de la mejor manera posible (todavía no he encontrado a nadie que reconozca que está haciendo el mal a posta, ni siquiera los tiranos, que creen que están salvando a sus congéneres).
    La cuestión es que cada grupo político-social luchará porque salgan adelante sus valores morales y desplacen a los de los otros, que considerarán peores o inaceptables, y el que más fuerte sea, "capador"; la historia está llena de ejemplos y así seguimos a día de hoy.

    Me gustaría que no fuera así, pero hoy por hoy no he encontrado argumentos suficientes para sostener la universalidad de ciertos valores (que no sé en qué se apoyarían) frente a la relatividad de los mismos. Un abrazo.

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  2. Hola Sandra.

    Estoy de acuerdo contigo en que nadie hace el mal a posta o a sabiendas (si alguien hace mal a otro es porque cree que así logra un bien mayor para sí mismo, etc.). Todo el mundo, pues, cree estar haciendo el bien. Pero fíjate que todo el mundo prefiere que el bien que hace sea DE VERDAD un bien. O, si quieres: todo el mundo prefiere que sus intereses sean DE VERDAD interesantes. Ahora bien, si algo es verdadero es porque es así para todos (para todos los que lo experimenten o piensen). De modo similar, si la bondad de algo es verdadera ha de ser así para todos. De hecho, todos intentamos justificar ante los demás nuestras elecciones como las mejores. Y hasta el tirano más cerril quiere convencer a sus súbditos (y no sólo amenazarlos) de que lo que está haciendo es lo mejor para todos...

    En otras palabras: presuponemos que ha de haber un bien absoluto, universal, porque intuimos que un bien absoluto es más "bueno" que un bien relativo, y todo el mundo quiere lo que es más bueno...

    Esta presuposición es, además, muy lógica, pues la otra opción, el relativismo, es lógicamente imposible, nos lleva una y otra vez a la contradicción: si lo bueno es relativo a cada uno o a cada grupo todo puede ser bueno y malo a la vez, lo cual nos obligaría además a tolerarlo todo, incluso a tolerar a la gente antirrelativista o intolerante...

    ¿En qué ha de apoyarse la universalidad de los valores, además de en esta presuposición a preferir lo mejor que te decía? Esta pregunta exige un largo debate, pero así, para abrir boca, te diría que en la universalidad de los intereses humanos y ésta en la identidad común de los seres humanos. Dicho en otras palabras: si es posible una definición de "persona" (yo creo que sí) entonces es posible una definición universal de bien, es decir, de "lo que conviene a una persona", y esto sería el bien o valor universal. ¿Seríamos capaces de esa definición? Prueba...

    Un buen abrazo.

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  3. ¡Ay! cuanto me haces trabajar, Victor.

    Bueno, no está nada mal el camino que emprendes para intentar llegar a valores universales, pero creo que es un poco más preciso decir que serán aquellos que hagan que una persona se acerque más a la definición que hayamos hecho de "persona", y no a lo que "convenga" a una persona, porque ahí tendrías que añadir "convenir para qué", y en ese "para qué" ya tendríamos las diferentes finalidades que existirían según el "para qué" que considerase cada persona o grupo.
    El problema radicaría entonces en la definición de persona; si somos o no capaces de llegar a un consenso sobre qué es lo que define al ser humano como tal (y no creo que fuera tan fácil llegar un consenso tan fácilmente).
    E incluso si lo hubiera, eso llevaría a preguntarnos si los valores no estarían basados en un consenso humano y no en algo "universal y objetivo" ajeno al sentir del grupo social de ese momento.
    Más abrazos.

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  4. Hola Sandra. Tienes razón en tu precisión. Intento serlo ahora: lo bueno es lo que conviene para la realización (lo más plena posible) de lo que algo es. Lo bueno es lo que nos hace ser más y mejor persona. El problema se desplaza, pues, como sabiamente aduces, a la definición de persona, y a si esa definición es convencional y relativa a cada cultura o individuo o es universal. Pensemos en eso. Yo creo que es posible una definición universal. Es más, pienso que una definición relativa y que sea verdadera es, por definición, imposible. Pero insisto en que empieces tú. Perdona por darte trabajo, pero creo que es un trabajo interesante (y que me voy de puente, jaje). ¿Qué es para tí un ser humano? Piensa, si quieres, por eliminación. ¿Qué cosas podríamos "quitar" de un ser humano sin que dejara de serlo? ¿Las piernas, el bazo, el músculo cardíaco (sustituyéndolo por una prótesis)?... ¿Qué nos quedaría? ¿Qué es lo que fundamentalmente somos?
    Un abrazo desde lo más humano.

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  5. Victor y Sandra, permitid que me meta entre tanto abrazo y tanta humanidad:
    aunque comparto con Victor la creencia en que el bien es algo objetivo, real, etc, creo que no está del todo bien planteado el asunto si se parte de reducir bien a lo que atañe a la persona (si es que os he entendido bien y estáis sugiriendo eso). Creo que ser bueno o malo no es algo que ataña sólo a las personas (menos aún a los humanos). El dolor del caballo al partirse la pata es objetivamente malo (quiero creer) independientemente de que existan seres a los que podamos llamar personas (a falta de que se defina persona, eso sí). Me parece que pecaríamos de especiocentrismo o, por lo menos, de personacentrismo si no buscásemos el concepto de bien más allá (o más acá) de las personas.
    Un abrazo más que humano a los dos

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  6. Hola Juan Antonio. De acuerdo contigo. Solo pido una definición de persona, y no tiene por que ser antropocéntrica. Incluso, ni siquiera "organico-céntrica" ¿O no podríamos decir también que la muerte de un árbol o la desintegración de una estrella son objetivamente malos, aun cuando no haya dolor?...
    Un abrazo cósmico.

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  7. Víctor, de acuerdo, no debe ser organocéntrica, ni siquiera nuestromundocéntrico. Yo diría que hay que definir lo bueno como afectando a todo ser, aunque perteneciese a otro universo posible. Pero, entonces, supuesto que lo que queríamos era buscarle un apoyo objetivo a lo bueno, ¿para qué buscas (hombre de Dios) una definición de persona?
    Un abrazo intercósmico.

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  8. Jaja, pues también es verdad, Juan Antonio. Pasa que "persona" me parecía un término más acorde con la ética que "ser". Pedía una definición lo más amplia y fundamental posible de manera que podamos, quizás, comprobar que lo que llamamos "persona" en las personas es extensible a lo que no solemos llamar personas. A ver si Sandra o alguien más se cosca...
    un abrazo muy personal

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