martes, 5 de abril de 2011

¿Es peor alquilar tu cuerpo que vender tu alma? (Le pregunto la conocida prostituta al famoso abogado)

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¿Son todos los trabajos y ocupaciones humanas igual de dignos? Mucha gente piensa que sí, y otros pensamos que no. Si “digno” significa algo así como “valioso”, la cuestión es si hay actividades u oficios más valiosos que otros y por qué.

Para que pensemos un poco en esto os cuento lo que me paso en una de mis clases. Di a mis alumnos una lista de personas, definidas por cierta actividad: un científico, un misionero, un filósofo, un campesino, un ama de casa, un abogado, una prostituta, un actor, etc. (Podéis ver el ejercicio completo en la entrada: “Un dilema moral: ¿quién debe morir?”). Los alumnos tenían que clasificarlos por orden de importancia. Pues bien, la mayoría colocó en último lugar a la prostituta. Y a partir de aquí surgió la discusión.

¿Es realmente indigno el oficio de la prostituta (o del varón que se prostituye, da igual)? Muchas personas (incluyendo, por ejemplo, muchas feministas) piensan que sí, e incluso que habría que prohibir el ejercicio de la prostitución. ¿Pero por qué? La mayoría piensa que es indigno vender o alquilar el cuerpo para prestar un servicio sexual. Pero esa misma gente piensa que es dignísimo que un minero, un futbolista o un fisioterapeuta vendan o alquilen sus manos o sus piernas para prestar otro tipo de servicios. La pregunta es muy sencilla: ¿por qué la gente considera digno que alguien venda el uso de sus manos o sus piernas, pero no el de sus órganos sexuales? ¿Es qué hay, racionalmente hablando, alguna diferencia “moral” entre una mano y una vagina? ¿En tan poco consideramos a las mujeres que colocamos su dignidad moral entre las piernas? ¿No tendrían más dignidad, por ejemplo, las manos, órgano que nos distingue de los animales y con las que desarrollamos actividades tan humanas como el arte? ¿No sería, por tanto, más indigno vender el uso de las manos (como hace un obrero) que el de los órganos sexuales?...


La mayoría de la gente bienpensante saluda los domingos en el paseo al Sr. Abogado, al Sr. Artista, al Sr. Profesor… Pero vuelven la cara al ver pasar a la prostituta, incluso aunque sea elegante y gane mucho dinero (no confundirla con la Señora que se casó por interés, porque esto es diferente, ¿no?)...
¿Por qué razón se mira mal a la prostituta? ¿Qué diferencia moral hay entre ella y el abogado famoso, o el artista, o el profesor?... ¿No es cierto que el abogado, el artista o el profesor venden su talento o inteligencia, defendiendo a veces a gente indigna (el abogado), pintando cuadros al gusto del cliente (el artista), o enseñando a sus alumnos lo que se le manda enseñar (el profesor)? ¿Y no es esta venta mucho más indigna que la de la prostituta? Al fin y al cabo, ella sólo vende el cuerpo, mientras que el abogado, el artista o el profesor venden a menudo al alma. ¿No es el alma lo que de verdad se vende al diablo?


Uno de los argumentos que se da en contra de la prostitución es que las mujeres que la ejercen lo hacen obligadas por razones económicas, o son explotadas por mafias. Pero, si este fuera el caso, también habría de parecernos indigno el trabajo de muchos obreros, que se suben al andamio o asfaltan las carreteras por necesidad económica, y no por elección propia. En cuanto a la cuestión de las mafias, todo el mundo sabe que esto se debe a la marginalidad (cuando no la ilegalidad) a la que condenamos a las prostitutas. ¿Habría mafias si se legalizara?... Hace unos años, en algún lugar de Europa, el Estado contrató a unas prostitutas para que prestaran servicio a ciertos grupos de personas que debido a sus discapacidades (deficientes psíquicos y otros) carecían de una vida sexual plenamente satisfactoria. Algunas de estas personas, al decir del personal que las atendía, mejoraron su salud y sus condiciones de vida. Pero al poco tiempo, y por razones morales, la medida se suprimió: despidieron a las prostitutas. Aunque mantuvieron a los masajistas. ¿Por qué? ¿Qué diferencia hay entre lo que hacían unos y otros?






8 comentarios:

  1. Hooooooooola Victor.
    Pues aquí estoy, harta de estudiar a Kant, que parece que convence pero a mi eso de que se ande tanto por las ramas y mezcle empirismo y racionalismo tanto no me convence... y no contenta con la poca filosofía que me dan Kant y Marx me he dicho "Voy a visitar el blog".
    Y ahora me pregunto por qué lo he hecho. Porque he comenzado a leer cosas que ya discutimos el año pasado y que había olvidado que se discuten por ahí tambien.
    A mí es que, últimamente, lo que más me ronda es la metafísica, como siempre, y me he puesto a leer materia-forma, muerte... y madre mía, perdón por la paradoja, pero dan ganas de pegarse un tiro jaja, si total, no voy a cambiar o dejar de existir porque esto no es nada... Es que de verdad, decir eso me resulta tan lógico y tan bestia y estúpido...
    Porque hablando de muerte/nacimiento, ambos fenómenos son igual de irracionales aparentemente y problemáticos, pero el nacimiento lo acogemos siempre de manera positiva y algo natural y la muerte como algo terrible tras lo cual no hay nada, u otra vida o vete tú a saber qué.
    Yo es que el problema con todo esto lo tengo con el tiempo: ahora mismo están 'no existiendo' tanto los que no han nacido como los que han muerto, y eso no me hace más que pensar que todo es 'un mismo momento', algo simultáneo, no sé si me explico.
    Creo que me sienta fatal oxidarme así, porque como ves, cada vez argumento peor y tengo alucinaciones más graves jaja.
    Y en cuanto a la pregunta de aquí, pues primero, es decisión suya, que con 20 añitos ya debe saber qué le conviene y qué le va a dejar vivir mejor consigo misma, pero yo, aunque no sea lo ideal, preferiría el prostíbulo. Es una explotación igualmente, pero solamente física, y en la fábrica la agotarían física mentalmente, menos tiempo para sí misma... no sé.
    Ah, y gracias por trarme del avión, Víctor, ya nunca podré traducir tu blog.
    Elena Montero.

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  2. Hola Elena.

    Pues sí que es raro esto de llevar la lógica hasta sus últimas consecuencias, ¿verdad? Pero también tienes razón en que es estúpido negar sin más el cambio, el nacimiento, la muerte. Más que negarlo, habría que explicarlo, pues algo de realidad parece evidente que tienen. Pero, ¿cuál? Tu hipótesis de que todo es simultáneo es muy sugerente, pero deja sin explicar cómo es que nos parece lo contrario. ¿Es mera ignorancia de cómo son del TODO las cosas lo que nos hace verlas a trozos, ahora sí (cuando viven) y ahora no (antes de nacer, cuando mueren)? Y si esto fuera cierto, ¿podríamos conocerlas totalmente? Kant, por ejemplo, pensaba que no, que nuestra forma de conocer es por princpio limitada, y nunca podremos conocer del todo cómo es de verdad la realidad. Pero claro: ¿cómo sabía esto Kant? ¿No habría que "salirse" de nuestro limitado modo de conocer para saber que es limitado?...

    Yo creo lo mismo que tú en la cuestión de prostíbulo o fábrica. Incluso aunque las condiciones laborales fueran semejantes, me lo pensaría: me parecería más "humano" el trabajo de la prostituta que el de coser zapatos en serie. Pero no sé si esto último lo compartaría la mayoría de mis vecinos.

    Bueno, del avión te tiraría si fueses no más que traductora, pero eso no es cierto, como demuestras aquí: también eres filósofa. Además, si te tiráramos sería por imperativo categórico, y seguro que lo entenderías.
    Un saludo!!

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  3. :)
    A mi de Kant me estaba gustando el estudio que iba haciendo en la Critica a la Razón Pura, la verdad. Siempre se me plantean cuestiones, pero me parecían asuntos y relaciones interesantes, hasta que llega a la Metafísica y me quedo en blanco con las ideas trascendentales.
    Dice que la razón humana funciona mediante silogismos tratando de llegar a una causa incausada de todo y llega a tres (primera cosa que suena rara): Alma, Mundo, Dios.
    El alma= causa incausada de lo psíquico, de los estados internos del "Yo"... Mundo = de los fenómenos externos... Dios= del Alma y del Mundo.
    Y digo yo... eso es UNA, ¿no? No sé, es decir, buscamos una causa incausada. Hay tres. Todo lo que conocemos/parece que conocemos sale de dos de ellas. Esas dos salen de la misma. Conclusión para mi: todo sale de Dios. Hay una para Kant. Es que son cosas que de verdad me siento tonta, debería comérmelo con patatas y ponerlo tal cual en los exámenes pero siempre empiezo a darle vueltas a todo y eso no puede ser sano jaja.
    Es que con Kant no me queda claro de si no podemos conocer las ideas porque son vacías de contenido (igual que el espacio y el tiempo) o porque al no tener intuición intelectual (solo Dios tiene) no llegamos.
    Volviendo al tema, yo creo que está claro que no tenemos ni idea, no es que no conozcamos del todo las cosas, es que no tenemos ni idea. Vamos, yo al menos... Es que cuesta mucho afirmar rotundamente cualquier cosa. Siempre me da la sensación de que no puedo fundamentar mi conclusión sólidamente, o que puede ser un engaño, que haya fallos... no sé. O no he llegado a conclusiones muy buenas nunca o es que hay un Genio Maligno como el de Descartes y la ha tomado conmigo jajaja.
    Espero que tus alumnos de este año sepan en qué se están metiendo como se impliquen en tus clases... de esto no se sale nunca! xD
    Un saludo :)
    Elena

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  4. Bueno, sigo sin tener una definición de oficio, pero siempre he tenido claro que el trabajo asalariado era como prostituirse, vender tu fuerza de trabajo al mejor postor, si te la quieren comprar. Es alienante (aunque te paguen según Convenio). Lo que pasa es que nos hemos acostumbrado tanto a ello que si el sueldo es mínimamente decente pensamos que eso ya no es explotación.
    Supongo que en la venta de sexo se vende algo más relacionado con la intimidad de la persona, por eso nos parece menos aceptable. En los dos tipos de "trabajo" puedes desconectar tu mente y vender sólo tu cuerpo (al márgen de vender o no tu alma, eso ya es cuestión de moralidad), pero las relaciones sexuales (con o sin amor)conllevan dejar entrar a alguien en una esfera de tu intimidad en la que no se entra con el trabajo en cadena de una fábrica.
    Tal vez sólo sean los años y años de educación en su contra pero hay ciertas cosas que no pueden cambiarse por dinero porque pierden su identidad (el amor por dinero no es amor, la amistad por dinero no es amistad, y el sexo por dinero es algo sórdido).
    La trampa está en la pregunta, no tengo porque elegir entre dos males, a cual peor, pero creo que la prostitución aliena, todavía más si cabe, al hombre o mujer (será por educación, no lo sé).

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  5. Hola Elena.

    De tonta no tienes un pelo, y del hábito de darle vueltas a todo me apuesto el cerebro de que te alegrarás un día. Y más te vale, porque eres un ser racional, que le vas a hacer.

    Con respecto a lo que comentas de Kant, tienes razón: en el fondo sólo hay una causa incausada, que es Dios (causa del Mundo y el Alma). Estas ideas, según Kant, no se pueden conocer, porque conocer supone aplicar nuestra razón a la experiencia, y de Dios, el Mundo (la Totalidad del mundo) y el Alma no tenemos experiencia (ni de ninguna otra idea, la verdad). Como no hay experiencia de estas ideas, éstas sólo podrían ser conocidas por la razón pura (la razón sin aplicarse a la experiencia, sino a sí misma, de esto va lo de la intuición intelectual), pero esto da lugar a juicios incorrectos (antinomias, paralogismos, los llama Kant). La conclusión es que la razón pura (la metafísica) no es posible como conocimiento. Es decir: que Dios, el Mundo, etc., no se pueden conocer (¡no que sean ideas vacuas!). Pero aunque no se puede demostrar su verdad mediante el conocimiento, es necesario creerla para que nuestra vida (moral) tenga sentido (por eso son "postulados de la razón práctica")...
    Kant, en suma, era bastante descreído, como tú, en la posibilidad de un conocimiento absolutamente certero. Creía que lo que más se parecía a esto era la ciencia, siempre que ésta asumiera que sus conocimientos son y serán siempre limitados (nunca podrá comprender aquello --como las ideas-- de lo que no cabe experiencia). Ya ves, en un tipo de dualismo: razón / experiencia; metafísica / ciencia, lo conocido (fenómeno) / lo imposible de conocer (noúmeno); conocimiento (ciencia) / vida (moral)...

    Por cierto, si quieres algo bueno y divertido sobre Kant, métete en uno de los blogs de Juan Antonio (los tienes enlazados al lado): en cavernisofía segunda planta, y busca las entradas sobre Kant.

    Que sí, mujer, que de la caverna se sale, pero lo primero es darse cuenta de que se está en ella, ¿no?

    Un saludo!

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  6. Hola Sandra.

    ¿Por qué va a ser más alienante el trabajo de prostituta? Aludes a la intimidad, pero ¿por qué consideras que es una relación sexual es más íntima que la relación entre un psiquiatra y su paciente? El psiquiatra también vende o alquila una parte de sí (su atención, su talento, su inteligencia), que creemos más importante que le cuerpo, y lo hace a través de una relación mucho más íntima (¿O crees que hablar con alguien con una mínima profundidad no supone más intimidad que copular sin más?). ¿Por qué lo que hace el psiquiatra es dignísimo y lo que hace la prostituta es sórdido?...
    Yo estoy de acuerdo contigo en lo del amor, pero la prostituta no vende amor, ni el psiquiatra amistad...

    Un abrazo.

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  7. Pues igual tienes razón y es lo mismo. En una sociedad donde todo está en venta igual lo de menos es la mercancía.

    Un abrazo regalado.

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  8. Sólo tiraré una pregunta al aire como quien dispara sin apuntar...¿Habría tantas prostitutas si fuera un oficio regulado, legalizado y cobrando un remuneración acorde a todas las profesiones?

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