Subrogación, prostitución y moralina.
Hay moral y moralina. La moral refiere el problema y el arte de vivir
correctamente; la moralina la manía de dictar esto mismo a los demás
de forma frívola y dogmática. La moralina es especialmente
insoportable cuando se aplica a asuntos que afectan a la vida real de
las personas, y que suelen ser más complejos de lo que suponen los
moralistas de salón. Dos de estos asuntos, siempre polémicos, son
el de los embarazos subrogados y la prostitución. ¿Deben regularse
tales “actividades”, o deben ser totalmente abolidas?
Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.
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