Para abrir bocas (de admiración) e iniciarnos en esta nueva fase de nuestra aventura filosófica, proyectamos en la caverna esta sugerente película: "Y tú qué sabes". Habla de ciencia y religión, y está hecha por científicos y por religiosos. La película ha levantado mucha polémica (unos dicen que es una peli más de religión que de ciencia, otros dicen que esa mescolanza es inevitable tratándose de las nuevas teorías físicas). De todos modos, lo que importa al filósofo no son las teorías que se plantean (todas ellas muy discutibles), sino las preguntas que quedan abiertas...
A ver que os parece.
martes, 30 de noviembre de 2010
¿Hay una ciencia de lo bueno, lo justo y lo bello?
¿Hay algún experimento o prueba lógica que permita decidir si el aborto o la pena de muerte son o no aceptables? ¿Podríamos demostrar científicamente que la democracia es mejor que la tiranía? ¿Podría un sabio experto dictaminar que Goya es mejor artista que Picasso?... La mayoría de la gente responde a estas preguntas con un rotundo "no". En cuestiones morales, políticas o estéticas cada cual tiene su opinión, y todas son igualmente respetables. No hay nadie que sepa más que los demás (en política, por ejemplo, cada voto individual vale lo mismo). En este sentido, algunos se quejan de que en el Instituto se den clases de ética y ciudadanía, y que en ellas se razone acerca de lo bueno y lo malo ¡Esto no es un asunto público y racional -se dice- sino privado, subjetivo, relativo a las creencias de cada individuo y su familia! ¿Quién es nadie para decirnos lo que es bueno, justo o bello?...
Ahora bien. Si lo bueno o justo es según cada uno. ¿Podríamos objetar moralmente algo al que asesina o discrimina a las mujeres? (Para el que lo hace es algo bueno). ¿Podríamos tildar de injusto a un tirano? (Para el tirano su forma de gobernar es justa). Si lo bello es según el gusto de cada uno: ¿Podríamos decirle algo al director de un museo si sustituye los cuadros de Goya por los dibujos de su hijo pequeño? (A él le pueden parecer más bonitos los de su hijo). La respuesta parece negativa. De hecho, ni siquiera podríamos discutir acerca de lo que es bueno, justo, etc. Pues si esas palabras significan algo diferente para cada persona, ¿cómo podríamos entendernos? Además, si todas las opiniones sobre lo bueno fueran igualmente respetables, ¿para qué discutir? Todo sería bueno para unas personas y malo para otras, luego todo sería bueno y malo a la vez. Contradictorio, pero cierto, ¿no?
¿Qué pensáis de todo esto? ¿Los asuntos morales, políticos y estéticos son irracionales y, por tanto, no cabe ningún saber racional sobre ellos (se los dejamos así a la religión o a las opiniones y emociones de cada cual)? ¿O por el contrario cabe una ciencia sobre tales asuntos, de forma que se pueda demostrar racionalmente lo que es bueno, justo y bello? Esto último es lo que pretende a veces la filosofía como saber "axiológico", es decir, cuando se vuelve "ética", "filosofía política", "estética filosófica"... ¿Tiene sentido esta pretensión de la filosofía?
martes, 23 de noviembre de 2010
¿Cómo es que la ciencia carece de fundamento científico?
La ciencia puede explicar muchas cosas, pero no puede explicarse a sí misma ni aquello en lo que se fundamenta para explicar todo lo que explica. La razón es que ni la ciencia misma ni sus fundamentos son de la misma naturaleza que los objetos estudiados por el científico. Dicho de otro modo: la física no puede estudiarse a sí misma, porque la física no es algo físico. Ni la biología algo biológico, ni la psicología algo psicológico, ni la historia algo histórico... Veamos, por ejemplo, el caso de las ciencias naturales. Éstas tienen como objeto de estudio a la naturaleza, pero para estudiar a la naturaleza emplean leyes, fórmulas y conceptos que no pueden ser en sí mismos “cosas naturales”. Las leyes físicas no son una parte concreta de la naturaleza, si así fuera no podrían aspirar a explicar la naturaleza en su conjunto. Además, sería absurdo pensar la ley de la gravedad como una cosa física (¿cuánto pesa la ley de la gravedad) o la ley de la evolución como un fenómeno natural (¿evoluciona y varía la ley de la evolución explicando a la vez e invariablemente cada uno de sus cambios?). De poco sirve decir que estas leyes son productos mentales (explicables por el psiconeurólogo) pues en ese caso no podrían suponerse como leyes de toda la naturaleza (ni como las leyes por las que el psiconeurólogo explica la producción mental de leyes)... Por otro lado, las leyes y conceptos científicos se refieren obviamente a algo, a las realidades fundamentales del mundo natural: la energía, la materia, el espacio y el tiempo, el movimiento, la vida, etc. A partir de ellas el físico o el biólogo explican multitud de fenómenos. ¿Pero son capaces de explicar estas mismas realidades fundamentales? La noción de energía es tan oscura para el físico como la noción de Dios para un teólogo (dado que la energía es el punto de partida de todo fenómeno físico, nada físico queda para explicar a la propia energía). La explicación física de la conversión de la energía inicial en elementos materiales diferentes es tan convincente como la noción de “milagro” (¿cómo de la sola energía surge algo distinto de ella?). El espacio y el tiempo no pueden entenderse como fenómenos físicos (¿qué densidad tiene el espacio? ¿qué lugar ocupa? ¿durante qué tiempo transcurre el tiempo?...). El movimiento tampoco (¿es móvil y cambiante el movimiento, o más bien es constante e inmóvil, dado que “siempre” lo hay?), etc... A todo esto, hemos de recordar que el científico trabaja metódicamente, pero ¿es demostrable científicamente la validez del método científico? Por supuesto que no: ningún experimento puede demostrar la validez del método experimental, ninguna observación ni procedimiento inductivo puede justificar la validez de la inducción lógica (la lógica pura tampoco, por cierto)... En suma, podríamos decir que cada ciencia es como un “foco” que alumbrara cierta parte de la realidad, pero que, a su vez, fuera incapaz de enfocarse a sí mismo: a sus propios engranajes o fundamentos, a aquello mismo que genera su luz... Ahora bien: si la ciencia no puede ocuparse científicamente de sus propios fundamentos, es que depende de otro saber (más fundamental) que se ocupa de ellos. Según algunos, este saber (o proyecto de saber) es la filosofía...
1. Según algunos filósofos (y científicos) la ciencia es un saber “prefilosófico”. Pero según otros muchos filósofos y científicos, es la filosofía la que representa un saber “precientífico”. ¿Qué crees que significa esto último? ¿Cuál de estas dos posturas crees que es más defendida en la actualidad? ¿Podrías hacer de “abogado defensor” de la última de ellas?
2. ¿En qué sentido crees que podría la filosofía ocuparse del “fundamento” de las ciencias?
3. ¿No le ocurrirá a la filosofía lo mismo que a la ciencia: que dependa de ideas que carezcan de justificación filosófica?
1. Según algunos filósofos (y científicos) la ciencia es un saber “prefilosófico”. Pero según otros muchos filósofos y científicos, es la filosofía la que representa un saber “precientífico”. ¿Qué crees que significa esto último? ¿Cuál de estas dos posturas crees que es más defendida en la actualidad? ¿Podrías hacer de “abogado defensor” de la última de ellas?
2. ¿En qué sentido crees que podría la filosofía ocuparse del “fundamento” de las ciencias?
3. ¿No le ocurrirá a la filosofía lo mismo que a la ciencia: que dependa de ideas que carezcan de justificación filosófica?
lunes, 22 de noviembre de 2010
Teoría de las cajas (ciencias particulares y saber universal)
Imagina que la realidad es tu cuarto o casa llena de chismes tirados por todos lados después de una gran explosión (de alegría, no hay que dramatizar). Como no se puede vivir en tal desorden, decidimos ordenar la realidad...
Llega, por ejemplo, el físico, muy enérgico, con un montón de cajas y dice: pues yo voy a ordenar los chismes físicos, y sin pensarlo dos veces empieza. Todas estas cosas (que tienen masa, carga eléctrica, volumen, etc.) a la caja de las “partículas y sus compuestos”. Y todos estos fenómenos tan raros que ocurren entre las cosas (se atraen, se unen y separan, etc.) a la caja de las “fuerzas”. Hala, y además –dice— voy a meter todas esas cajas en una aún más grande: la caja de los “fenómenos energéticos”...
Ahora llega el biólogo, muy animado, y dice (también sin pensarlo mucho, la verdad): pues yo voy a ordenar los chismes vivos. A esos pequeños que andan revoloteando por ahí los meteré en la caja de los “mosquitos”. Y a aquellos grandes y grises en la caja de los “ratones”. Y ambas cajas las meteré luego en la caja de los “animales”. Y esta caja, junto a aquella otra en la que he ido metiendo el musgo de las paredes y las flores del jardín, la meteré en la gran caja, claro está, de “los seres vivos”...
Ahora aparece el psicólogo, muy mentalizado con su tarea (lo cual no quiere decir que la entienda), y dice: pues yo voy a ordenar un poco lo que hacen y tienen en la cabeza estos chismes tan aparatosos que son los humanos. A ver, aquellas conductas (ver, oír...) a la caja de las “percepciones”. Aquellas otras (tener miedo, estar contento) a la de las “emociones”... Etc. Y todas esas cajas a la caja de las “conductas y fenómenos mentales”...
Luego, el matemático, calculando lo que va a hacer (un poco mecánicamente, sí), dice: pues yo voy a contar y medir bien todo lo que hay, y meteré mis cuentas en la caja de las “cantidades” y mis mediciones en la caja de las “figuras y proporciones”. Y ambas, en la caja de los “aspectos matemáticos del mundo”...
No hace falta seguir. Detrás del matemático vinieron muchos más: el geólogo, el astrónomo, el sociólogo, el historiador, el lingüista... Y cada uno fue metiendo “sus” chismes en las cajas que traía...Al final, todo el piso estuvo lleno de cajas enormes, cada una con su etiqueta.
[Por cierto, un asunto importante del cuento es este: las cajas que digo no son de cartón ni de madera, claro (tal como las metáforas no están hechas de tinta ni de pixeles). Las cajas están hechas de definiciones, leyes, fórmulas, conceptos... Por ejemplo: la caja de las fuerzas que trajo el físico está hecha de la ley de la gravedad, las leyes electromagnéticas, etc. La caja de “los seres vivos”, que trajo el biólogo, está hecha de la ley de la evolución, las leyes genéticas, la definición de ser vivo, etc. La caja de las emociones (una de las del psicólogo) está compuesta de ciertas definiciones y leyes acerca de las emociones. Y la caja de las cantidades del matemático (también llamada “aritmética”), de conceptos, leyes y fórmulas acerca de los números...]
... Y en estas estábamos, cuando llegó el filósofo, pensativo y (en un estilo entre místico e incomprensible) dijo: ¿pero mira cómo tenéis el piso? ¿cómo podéis soportar este desorden de cajas? Por un lado la caja de los fenómenos energéticos, por otro la caja de las conductas y fenómenos mentales, por otro la caja de las cantidades... Esto hay que arreglarlo. Voy a intentar meter todas esas cajas en una caja común. Es decir, voy a intentar comprender todos esas definiciones, leyes, fórmulas y conceptos distintos bajo ideas más unitarias. A ver si descubro la caja donde todo encaja... Por que, al fin y al cabo, como nos dice la lógica, la realidad y la verdad son solo una, ¿no? (Véase la entrada: "¿Que le diría el tocino a la velocidad?").
1. ¿Por qué decimos que la filosofía es un saber “universal” y las ciencias saberes “particulares”?
2. ¿Qué etiqueta tendría que tener la caja de las cajas que se propone construir el filósofo? ¿De qué estaría hecha esta caja?
3. ¿Tiene sentido un saber universal, como dice el filósofo, o es mejor que haya un montón de saberes cada vez más especializados? ¿Qué crees que se valora más en nuestra sociedad: la especialización o un conocimiento “universal”? ¿Por qué?
Llega, por ejemplo, el físico, muy enérgico, con un montón de cajas y dice: pues yo voy a ordenar los chismes físicos, y sin pensarlo dos veces empieza. Todas estas cosas (que tienen masa, carga eléctrica, volumen, etc.) a la caja de las “partículas y sus compuestos”. Y todos estos fenómenos tan raros que ocurren entre las cosas (se atraen, se unen y separan, etc.) a la caja de las “fuerzas”. Hala, y además –dice— voy a meter todas esas cajas en una aún más grande: la caja de los “fenómenos energéticos”...
Ahora llega el biólogo, muy animado, y dice (también sin pensarlo mucho, la verdad): pues yo voy a ordenar los chismes vivos. A esos pequeños que andan revoloteando por ahí los meteré en la caja de los “mosquitos”. Y a aquellos grandes y grises en la caja de los “ratones”. Y ambas cajas las meteré luego en la caja de los “animales”. Y esta caja, junto a aquella otra en la que he ido metiendo el musgo de las paredes y las flores del jardín, la meteré en la gran caja, claro está, de “los seres vivos”...
Ahora aparece el psicólogo, muy mentalizado con su tarea (lo cual no quiere decir que la entienda), y dice: pues yo voy a ordenar un poco lo que hacen y tienen en la cabeza estos chismes tan aparatosos que son los humanos. A ver, aquellas conductas (ver, oír...) a la caja de las “percepciones”. Aquellas otras (tener miedo, estar contento) a la de las “emociones”... Etc. Y todas esas cajas a la caja de las “conductas y fenómenos mentales”...
Luego, el matemático, calculando lo que va a hacer (un poco mecánicamente, sí), dice: pues yo voy a contar y medir bien todo lo que hay, y meteré mis cuentas en la caja de las “cantidades” y mis mediciones en la caja de las “figuras y proporciones”. Y ambas, en la caja de los “aspectos matemáticos del mundo”...
No hace falta seguir. Detrás del matemático vinieron muchos más: el geólogo, el astrónomo, el sociólogo, el historiador, el lingüista... Y cada uno fue metiendo “sus” chismes en las cajas que traía...Al final, todo el piso estuvo lleno de cajas enormes, cada una con su etiqueta.
[Por cierto, un asunto importante del cuento es este: las cajas que digo no son de cartón ni de madera, claro (tal como las metáforas no están hechas de tinta ni de pixeles). Las cajas están hechas de definiciones, leyes, fórmulas, conceptos... Por ejemplo: la caja de las fuerzas que trajo el físico está hecha de la ley de la gravedad, las leyes electromagnéticas, etc. La caja de “los seres vivos”, que trajo el biólogo, está hecha de la ley de la evolución, las leyes genéticas, la definición de ser vivo, etc. La caja de las emociones (una de las del psicólogo) está compuesta de ciertas definiciones y leyes acerca de las emociones. Y la caja de las cantidades del matemático (también llamada “aritmética”), de conceptos, leyes y fórmulas acerca de los números...]
... Y en estas estábamos, cuando llegó el filósofo, pensativo y (en un estilo entre místico e incomprensible) dijo: ¿pero mira cómo tenéis el piso? ¿cómo podéis soportar este desorden de cajas? Por un lado la caja de los fenómenos energéticos, por otro la caja de las conductas y fenómenos mentales, por otro la caja de las cantidades... Esto hay que arreglarlo. Voy a intentar meter todas esas cajas en una caja común. Es decir, voy a intentar comprender todos esas definiciones, leyes, fórmulas y conceptos distintos bajo ideas más unitarias. A ver si descubro la caja donde todo encaja... Por que, al fin y al cabo, como nos dice la lógica, la realidad y la verdad son solo una, ¿no? (Véase la entrada: "¿Que le diría el tocino a la velocidad?").
1. ¿Por qué decimos que la filosofía es un saber “universal” y las ciencias saberes “particulares”?
2. ¿Qué etiqueta tendría que tener la caja de las cajas que se propone construir el filósofo? ¿De qué estaría hecha esta caja?
3. ¿Tiene sentido un saber universal, como dice el filósofo, o es mejor que haya un montón de saberes cada vez más especializados? ¿Qué crees que se valora más en nuestra sociedad: la especialización o un conocimiento “universal”? ¿Por qué?
¿Son lógicas las matemáticas?
Suele decirse que la filosofía es un modo de conocimiento puramente racional o lógico. Las cosas de las que habla el filósofo son tan abstractas que no cabe verlas o comprobarlas con experimentos científicos. Esto distingue a la filosofía de las ciencias empíricas (aquellas que hacen experimentos para probar sus teorías). ¿Pero qué distingue a la filosofía de otras ciencias, como las matemáticas, que también parecen ser puramente lógicas?...
... Las diferencias son muchas. Por ejemplo: la matemática solo trata de aspectos de la realidad que se puede contar y medir, y la filosofía de aspectos que, en ocasiones, carecen de extensión (no se pueden medir) e incluso de partes sucesivas (no se pueden contar)... Pero hay otra diferencia quizás más fundamental: la filosofía no acepta ninguna idea que carezca de lógica, pero las ideas fundamentales de las matemáticas parecen, en cambio, imposibles de demostrar con la lógica.
Pensemos en la idea de número (la idea fundamental de la aritmética). ¿Puede haber más de un número, por ejemplo, dos? El dos son dos unidades (dos “unos”), pero estas unidades son idénticas (1=1) luego no pueden ser dos, para que fueran dos tendrían que ser diferentes una de otra (o uno de uno). De otro lado entre el uno y el dos hay un número ilimitado de números, pero ¿cómo puede estar lo ilimitado limitado entre el uno y el dos? Finalmente, el dos es ilimitadamente divisible (1, 0.5, 0.25, etc.); el final de esta división, si la hubiera, sería lógicamente "cero": el dos se compondría de infinitos ceros, pero ¿cómo la suma de infinitos ceros va a dar como resultado “dos”? Y si ese final nunca se alcanza tendríamos el mismo problema de antes: ¿cómo un número ilimitado de números puede estar comprendido en los límites del dos?
Con la otra idea básica de las matemáticas, la idea de espacio (fundamental en la geometría), ocurre exactamente lo mismo. Imaginemos un espacio pequeñito, tal como la línea AB; esta línea es una sucesión de muchos puntos todos idénticos; pero ¿si son idénticos como pueden ser muchos? (sólo cabría distinguirlos por el espacio que ocupan, pero justamente el espacio es lo que se trata de demostrar). De otro lado, entre un punto y otro de esa línea ha de haber siempre otro punto, con lo cual la línea AB sería a la vez finita e infinita. Finalmente, si los puntos matemáticos son inextensos (no tienen cuerpo), su dimensión espacial es cero; pero ¿cómo puede tener longitud una línea compuesta de puntos cada uno de ellos de cero longitud?...
¿Son pues, lógicas, las ideas fundamentales de las matemáticas? ¿Es la matemática un saber tan lógico como parecía?
martes, 16 de noviembre de 2010
La "discoteca" de Dios y el laboratorio de los hombres.
Oscuridad y luces parpadeantes, música (un chill out a base de órgano y voz), un olor muy especial (a incienso, claro), palabras misteriosas y poéticas (no en inglés, pero a veces en latín) que se repiten, rítmicamente, como un mantra, como un rezo... A veces (en algunas "discotecas" sagradas) un animador o varios que bailan frenéticamente, como posesos... ¿Es para entrar en trance o no?...
Los ritos religiosos tienen como finalidad excitar las emociones, provocar entusiasmo o temor, a veces incluso visiones, y desde luego, fortalecer la fe (ese modo de creernos algo porque sí, por pura voluntad). El objetivo es purificar a los fieles de su entendimiento racional, liberarlos de su razón. Porque la razón (el pecado de querer saber por su cuenta y riesgo) es lo que separa al hombre del Creador. Una vez purificado, el creyente está preparado para recibir a Dios y a su Verdad revelada a traves de la fe, la emoción, la visión...
Cambiemos de escenario: luz abundante y clara, silencio, un olor a desinfectante, palabras para nada poéticas entre un grupo de personas que discute y toma notas en sus ordenadores... No es una iglesia, es un laboratorio o aula. Los científicos intentan ser objetivos en su trabajo, de lo que han de purificarse no es de su razón, sino justo lo contrario: de la mera fe, de las emociones particulares de cada uno, de sus subjetivas visiones... El objetivo no es recibir la Verdad revelada por Dios, sino descubrir la Verdad desvelándola mediante la razón...
¿Tienes claras las diferencias entre religión y ciencia (entre saber irracional o racional)? Ambos buscan la Verdad. Pero no del mismo modo. Ahora responde: ¿qué tipo de búsqueda te parece que es más apropiada? ¿En cual de ellas (la religiosa o la científica) se "realiza" más un ser humano?
Los ritos religiosos tienen como finalidad excitar las emociones, provocar entusiasmo o temor, a veces incluso visiones, y desde luego, fortalecer la fe (ese modo de creernos algo porque sí, por pura voluntad). El objetivo es purificar a los fieles de su entendimiento racional, liberarlos de su razón. Porque la razón (el pecado de querer saber por su cuenta y riesgo) es lo que separa al hombre del Creador. Una vez purificado, el creyente está preparado para recibir a Dios y a su Verdad revelada a traves de la fe, la emoción, la visión...
Cambiemos de escenario: luz abundante y clara, silencio, un olor a desinfectante, palabras para nada poéticas entre un grupo de personas que discute y toma notas en sus ordenadores... No es una iglesia, es un laboratorio o aula. Los científicos intentan ser objetivos en su trabajo, de lo que han de purificarse no es de su razón, sino justo lo contrario: de la mera fe, de las emociones particulares de cada uno, de sus subjetivas visiones... El objetivo no es recibir la Verdad revelada por Dios, sino descubrir la Verdad desvelándola mediante la razón...
¿Tienes claras las diferencias entre religión y ciencia (entre saber irracional o racional)? Ambos buscan la Verdad. Pero no del mismo modo. Ahora responde: ¿qué tipo de búsqueda te parece que es más apropiada? ¿En cual de ellas (la religiosa o la científica) se "realiza" más un ser humano?
Solución a los enigmas lógicos (I)
ENIGMA 1. Este es muy fácil. Dado que C es inocente, sólo pueden ser culpables A o B. Si el culpable es A, B también lo es (pues A siempre trabaja con un cómplice). Y si el culpable no es A, lo es B. Luego en cualquier caso B ES CULPABLE.
ENIGMA 2. Solo una de las inscripciones es verdadera. Por lo que hay dos inscripciones que son falsas.
Hipótesis 1: es verdad la inscripción del cofre de oro, y las otras dos son falsas:
(a) Oro: “El retrato está en este cofre” (V)
(b) Plata: “El retrato no está aquí” (F) = “El retrato está aquí”.
(c) Plomo: “El retrato no está en el cofre de oro” (F) = “El retrato está en el cofre de oro”.
Esta hipótesis conduce a una contradicción: el retrato está a la vez en el cofre de oro y en el de plata. Y cuando una hipótesis conduce a una contradicción es que es falsa.
Hipótesis 2: es verdad la inscripción del cofre de plata, y las otras dos son falsas:
(d) Oro: “El retrato está en este cofre” (F) = “El retrato no está en este cofre”
(e) Plata: “El retrato no está aquí” (V)
(f) Plomo: “El retrato no está en el cofre de oro” (F) = “El retrato está en el cofre de oro”.
Esta hipótesis conduce a otra contradicción, pues se deduce de ella que el retrato está y no está en el cofre de oro.
Hipótesis 3: es verdad la inscripción del cofre de plomo y las otras dos son falsas.
(g) Oro: “El retrato está en este cofre” (F) = “El retrato no está en este cofre”
(h) Plata: “El retrato no está aquí” (F) = “El retrato está aquí”
(i) Plomo: “El retrato no está en el cofre de oro” (V)
Esta hipótesis no incluye ninguna contradicción, de ella se deduce que el retrato no está en el cofre de oro, y que ESTÁ EN EL DE PLATA.
ENIGMA 3. Este no es tan fácil. Mucha gente cree que el hombre está mirando su propia fotografía. Pero no es así. Si alguien dice mirando una foto: “el padre del de la foto es el hijo de mi padre”, la ultima parte (“el hijo de mi padre”) puede cambiarse por “yo mismo” (dado que no tengo hermanos, el hijo de mi padre solo puedo ser yo), con lo que la frase entera quedaría: “el padre de este hombre (de la foto) soy yo”. Luego el de la foto es SU HIJO.
AVISO PARA PARTICIPANTES.
Proximamente habrá una segunda serie de ENIGMAS LÓGICOS, en el que podréis volver a probar vuestras habilidades lógicas y en la que está en juego el título de MAESTRO CAVERNILÓGICO
lunes, 8 de noviembre de 2010
Enigmas lógicos
Dicen los que saben que hay dos formas de saber las cosas (al menos, por el lado sensato de la vida, ya hablaremos del otro lado, el de la religión y los otros oscuros extravíos del alma). Dos formas de saber: cerrando los ojos o abriéndolos mucho; pensando o mirando; la lógica o la experiencia. También hablaremos un día (o una noche) de la lógica de la experiencia, y de la experiencia lógica. Ahora vamos a limitarnos a experimentar ese tipo de conocimiento en el que el pensamiento se basta y se sobra a sí mismo. El saber lógico. Y nada mejor que practicarlo para empezar a entenderlo...
Os propongo unos cuantos enigmas lógicos, clasificados según su grado de difultad (según el animal que aparezca bajo el enigma así de difícil es).
Además de resolverlos (y poned vuestro nombre o seudónimo, para que recibáis vuestra merecida ración de fama), podéis también proponernos enigmas a los demás. ¡A ver como andáis de lógica!
Enigma 1. Un enorme botín ha sido robado de un almacén. El delincuente (o delincuentes) ha (n) transportado los géneros robados en un coche. Tres famosos delincuentes, A, B y C, fueron conducidos a comisaría para ser interrogados. Se establecieron los siguientes hechos: (1) Nadie más, fuera de A, B y C, está implicado; (2) A no trabaja nunca sin contar con al menos un cómplice; (3) C es inocente. ¿Es B inocente o culpable?
Enigma 2.
En El mercader de Venecia, de Shakespeare, Porcia tendía tres cofres –uno de oro, otro de plata y otro de plomo—, dentro de uno de los cuales estaba su retrato. El pretendiente tenía que elegir uno de los cofres y si tenía suerte (o inteligencia) elegiría el que tenía el retrato, pudiendo así tomar a Porcia por esposa. En la tapa de cada cofre había una inscripción para ayudar al pretendiente a elegir sabiamente. Imagina que las incripciones son las que siguen.
COFRE DE ORO : "EL RETRATO ESTÁ EN ESTE COFRE".
COFRE DE PLATA: "EL RETRATO NO ESTÁ AQUÍ"
COFRE DE PLOMO: "EL RETRATO NO ESTÁ EN EL COFRE DE ORO"
Porcia explicó al pretendiente que de las tres inscripciones solo una de ellas era verdad. ¿Cuál de los tres cofres debe elegir el pretendiente?
Enigma 3. Un hombre estaba mirando un retrato y alguien le preguntó: "¿De quién es esa fotografía?" A lo que él contestó: "Ni hermanos ni hermanas tengo, pero el padre de este hombre es el hijo de mi padre" ("El padre de este hombre" quiere decir, claro, el padre del que está en la fotografía). ¿De quién es la fotografía que estaba mirando el hombre?
jueves, 4 de noviembre de 2010
¿Qué le diría el tocino a la velocidad?
Parece claro que los saberes son múltiples, distintos unos de otros (matemáticas, física, historia, psicología...). Y que cada uno se especializa en entender y explicar un "trocito" de la realidad. Pero yo esto no lo entiendo. ¿Hay trocitos de realidad? ¿Se puede dividir la realidad en trocitos como si fuera una tarta? ¿Quién lo hace? ¿Y cómo? (¿Se puede dividir REALMENTE la REALIDAD? Si no podemos dividir el agua con agua, ni la mantequilla con un cuchillo hecho de la misma mantequilla que dividimos... ¿Podríamos dividir "realmente" la realidad?)... ¿Puede haber distintas verdades: la verdad del físico, la verdad del artista, la verdad del historiador, las verdades del psicólogo...? ¿Podemos dividir VERDADERAMENTE la VERDAD? Si la REALIDAD ES UNA (¿O no?), ¿PUEDE HABER TANTAS VERDADES DISTINTAS E INCONEXAS?... (Encima, los cavernicolas suelen decir que sobre un mismo asunto o realidad puede haber varias opiniones distintas y verdaderas. ¿Es esto cierto? Si mi verdad es distinta que la tuya, ¿porque llamamos a las dos "verdad"? ¿Es "verdad" que hay muchas verdades?)... ¡Vaya lío!... Por el contrario, hay unos pocos cavernícolas que opinan que dado que la realidad es una, y la verdad sobre la realidad sólo puede ser también una, TODOS LOS SABERES Y VERDADES TIENEN QUE ESTAR, EN EL FONDO, RELACIONADOS (Y más en el fondo aún, ser el MISMO Y ÚNICO SABER). Pero esto no es fácil pensarlo. ¿Qué tiene que ver la matemática con el arte? ¿El derecho con la sexología? ¿La física cuántica con la psicología o la historia? ¿Debería haber un saber único que lo explicase todo a la vez, relacionando todo con todo?... ¿Alguien puede aportar algo de luz a esta oscura confusión cavernaria en la que me hallo?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)