domingo, 30 de enero de 2011

¿Quién dijo que la ciencia no cree en los milagros?


Érase una vez, cuando aún no existía ningún cuando y en algún lugar que no estaba en ningún sitio, había un punto y un instante de pura energía al que le dio por expandirse (¡Así: bang!). En cuanto comenzó la expansión comenzaron las diferencias entre unas partes y otras de esa energía: se fueron formando cositas (partículas, átomos...) y relaciones entre ellas (fuerzas nucleares, gravitatorias...), y luego cosas más grandotas (galaxias, estrellas, planetas...). Hasta aquí todo era materia inorgánica (no viva). Pero de pronto ocurrió algo increíble. En alguno de esos planetas algunos trozos de materia se volvieron tan complicados que dieron lugar a algo nuevo e impredecible: ¡la vida!...Pero no acaba aquí esta historia. Estos seres vivos, al principio muy simples, dieron lugar, con el correr del tiempo y la evolución, a animales sociales con cerebros hipercomplejos capaces de generar cuentos (perdón, teorías y saberes racionales) como el que os acabo de contar...
¿Os ha gustado el cuento? Os lo resumo: al principio eran la energía y la materia; de allí surgió la vida; y de la vida surgieron el cerebro y la cultura; y de allí los saberes, teorías e ideas (con las que explicamos todo el proceso).
A esta teoría se la conoce como EMERGENTISMO. Sostiene que a partir de la relación entre cosas de un determinado tipo pueden “emerger” cosas de otro tipo. De la relación entre cosas materiales emergen los seres vivos; y de la relación entre seres vivos y neuronas emerge la mente y las propias teorías científicas, matemáticas, etc... ¿Fuerte, eh? El pobre de Jesús de Nazaret no se atrevió a tanto: se limitó a convertir el agua y en vino.


¿Os convence el emergentismo? Intentad responder estas preguntas:
1. Dejando aparte el delicado asunto de cómo de un sola sustancia (energía) surgen tantas cosas y fuerzas distintas (o de cómo y dónde se expande a sí misma): ¿Podriáis explicar como de lo que no esta vivo (la materia) surge lo vivo? ¿O cómo de lo concreto y temporal (como un cerebro) emerge la idea de algo tan omnipresente y atemporal como el teorema de Pitágoras?
2. Si las matemáticas o la física surgen al final del proceso: ¿querrá eso decir que al principio la realidad carecía de propiedades matemáticas o leyes físicas? Antes de que apareciera Pitágoras: ¿no existía una relación racional entre los lados de ciertos triángulos?
3. Si la teoría emergentista fuese cierta, la física y la química serían el fundamento de la biología, la biología el fundamento de la sociología, la neurología y la psicología; y todas estas ciencias serían a su vez el fundamento de la matemática y la lógica? ¿Puede esto ser lógicamente cierto?

miércoles, 26 de enero de 2011

¡Qué toda la vida es sueño!



¿Y si todo esto que vemos, el mundo físico que describen los científicos, no fuera más que un sueño?... En los sueños y las alucinaciones también veo un mundo llenos de cosas que se mueven... ¿Cómo sé yo que todo este mundo que tengo ante mí no es una creación de mi mente? … ¿No son acaso los colores o los sonidos “efectos” que se generan en mi cerebro?... ¿Por qué no pensar que también las cosas, con sus volúmenes y sus movimientos, no sean más que imaginaciones mías?... ¿No podría ocurrir todo en el espacio imaginario de mi mente y durante el tiempo que tardo en imaginarlo?

En la película Matrix, unos malvados extraterrestres mantenían a los humanos en unas enormes probetas llenas de líquido y alimentados por sondas, pero tenían sus cerebros conectados a un programa de ordenador que les hacía vivir una vida virtual. ¿Cómo podemos estar seguros de que no nos ocurre AHORA algo parecido?

Por cierto: a esta teoría, según la cual la realidad es una representación de mi mente, se la conoce como IDEALISMO SUBJETIVO o MENTALISMO.

Los científicos suelen defenderse de ella afirmando que las observaciones y experimentos científicos son “intersubjetivos” (participan varios observadores). Esto garantiza, según ellos, la objetividad de lo que vemos…. Pero: ¿No podrían ser esos otros observadores parte de mi propio sueño? ¿Cómo se yo que los otros (las otras mentes) no son una visión (o suposición) de mi propia mente?... A esta, aún más extraña teoría, se le llama SOLIPSISIMO. Y afirma que lo único que puedo saber con certeza que existe es: ¡Mi propia mente!... De todo lo demás puedo dudar. Pero no puedo dudar de mi propia duda. ¡Dudo luego existo! (Decían San Agustín o Descartes)…

¿CÓMO PODRÍAMOS SABER CON SEGURIDAD QUE EL MUNDO QUE VEMOS Y EXPERIMENTAMOS NO ES UN SUEÑO O ALUCINACIÓN DE NUESTRA MENTE?

Ahí va este fabuloso cuento de Julio Cortazar, por si alguien no tenía aún claro que la frontera entre la realidad que vemos y el sueño...¡No existe!
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/nocheboc.htm


También podrías ver la película "El Show de Truman", o la estupenda novela corta de Adolfo Bioy Casares: "La invención de Morel"... En ambas reaparece el mismo problema...

viernes, 21 de enero de 2011

"Todo es nada". Esa es la falsedad más verdadera...


“NADA ES REAL”. A esta extraña tesis se le llama NIHILISMO ONTOLÓGICO, y es la tesis a la que necesariamente conduce el materialismo extremo.

Si como afirma el materialista, TODA realidad fuera espacio temporal, no quedaría nada con que limitar el espacio y el tiempo (nada se puede limitar a sí mismo). Todo sería ilimitadamente espacial y temporal. Pero no hay ninguna cosa que pueda ser ilimitada en el espacio (no tendría forma) ni en el tiempo (algo ilimitadamente temporal carecería de toda permanencia). Así que no habría NADA. Ni siquiera espacio y tiempo, claro. ¿Qué cosa sería el espacio si no tuviese forma alguna? ¿Qué sería el tiempo si él mismo cambiara a cada instante?...

Pero incluso si espacio y tiempo existieran de forma ilimitada. ¿Cómo sería la realidad? Como una especie de “sopa” infinita (carente de toda forma) y permanente hirviendo (carente de nada estable). Sería, en suma, algo absolutamente CAÓTICO, dónde sería imposible reconocer ninguna estructura permanente. En este caso “NO PODRÍAMOS CONOCER NADA”. A esta no menos extraña tesis se la conoce como ESCEPTICISMO RADICAL.

El materialismo extremo conduce, pues, al nihilismo ontológico y al escepticismo radical. Pero estas dos tesis son, a su vez, autocontradictorias. Si nada es real, tampoco el nihilismo lo es. Y si no podemos conocer nada, tampoco podemos conocer que nada se puede conocer...

El nihilista y el escéptico podrían aún replicar que, dado que nada es real ni cognoscible, nada es tampoco ni lógico ni contradictorio. El problema es que, para llegar a esta conclusión, han tenido que utilizar la lógica y procurar no contradecirse...

La única conclusión que cabe al nihilismo y al escepticismo es el silencio. O no. ¡Qué más da!...



¿Qué pensáis vosotros? ¿Es posible que la realidad no sea nada? ¿Será verdad que nada es verdad ni mentira?...

Enigmas lógicos II


De nuevo tres enigmáticos enigmas lógicos. ¿Seréis capaces de resolverlos?

Enigma 1. El señor López y su hijo Antonio iban en un coche. Tuvieron un accidente. El padre murió en el acto y el hijo quedó herido de gravedad y lo ingresaron en el hospital. Al verlo, el jefe del departamento de cirugía dijo: "Yo no le puedo operar. ¡Si es mi hijo Antonio!". ¿Cómo te explicas esto?

Enigma 2. Aquellos de vosotros que sepáis algo de catolicismo, ¿sabéis si la iglesia católica permite que un hombre se case con la hermana de su viuda?

Enigma 3. El Señor Smith, un comerciante londinense, llamó al famoso detective Sherlock Holmes para denunciar un robo en su tienda. Se capturaron tres sospechosos, A, B y C, para su interrogatorio. Y se establecieron los siguientes hechos:

(1) Cada uno de los tres hombres, A, B y C, había estado en la tienda el día del robo, y nadie más había estado en ella ese día.
(2) Si A era culpable, entonces tenía un cómplice, y solo uno.
(3) Si B es inocente, también lo es C.
(4) Si dos y sólo dos, son culpables, entonces A es uno de ellos.
(5) Si C es inocente, también lo es B.

¿A quién inculpó finalmente Sherlock Holmes?

miércoles, 19 de enero de 2011

Cinco formas de acabar con el materialismo. 5. ¿Cambia que todo cambie?


¡Todo está cambiando en el Universo! Nadie se baña dos veces en el mismo río: de baño a baño el río ha cambiado. Pero no sólo el río: también el bañista. Si todo está cambiando, nada ni nadie es lo mismo durante dos instantes seguidos. Decir “yo he cambiado” resulta absurdo, pues si todo esta cambiando no hay ningún “yo” invariable que sea el sujeto de ningún cambio…
Imaginaos que todo estuviera cambiando a la vez y a la misma velocidad (si todo fuera cambio, nada podría distinguir entre cambios más o menos veloces) ¿Notaríamos algún cambio? Si fuéramos en un tren a velocidad constante y todo el exterior se moviera a la misma velocidad: ¿habría cambio o movimiento alguno?... Parece imposible, ¿no?
Además, si en el Universo todo cambia, también lo hacen las leyes que explican el cambio (¡). ¿Y el propio cambio también cambia? ¿Cómo podría ser?...
Zenón de Elea, un viejo filósofo griego, decía que por mucho que una cosa parezca moverse, a cada instante está en algún sitio, y sólo en uno, por lo que siempre (en todo instante) “está”, y lo que siempre “está”: ¿cuándo se mueve?...
El materialista puede decir que él “ve” que las cosas cambian y se mueven. ¿Pero es esto verdad? ¿Se puede ver el movimiento y el cambio? Parodiando a Zenón, podríamos decir que a cada pequeñísimo instante en que vemos algo lo vemos estando en algún sitio, sin moverse, como si le hiciéramos una fotografía, pero ¿vemos el cambio en sí?...

En fin: el cambio carece de lógica y ni siquiera puede verse. ¿Qué clase de truco de feria es entonces?...

lunes, 17 de enero de 2011

Cinco formas de acabar con el materialismo. 4. ¿Pasa el tiempo por el tiempo?



¡Todo es temporal! Eso han dicho muchos filósofos, poetas y, hoy en día, la totalidad (o casi) de los científicos. El Universo entero –dicen muchos físicos— es un proceso temporal que comenzó hace unos 13.000 millones de años. Todo nace, se desarrolla y acaba deshaciéndose en ese proceso universal que es el tiempo… ¿Pero puede ser TODO temporal? ¿Lo pensamos?...

Si todo lo existente fuese temporal, el tiempo sería ilimitado, infinito, pues ¿qué límite habría que no fuese también temporal? Los físicos no tienen respuesta a esta pregunta. Algunos afirman que, sencillamente, antes de comenzar el tiempo no hay ningún “antes”, porque no hay tiempo, luego (como todo es tiempo) antes del tiempo "no hay nada", y de la nada, ¡plof!, brota el tiempo, como un milagro…

Además, si todo fuese tiempo, ¿qué distinguiría un instante de otro? ¿podría el tiempo dividirse a sí mismo? Imposible. Luego si todo fuese tiempo no habría más que un único instante eterno que jamás dejaría de “pasar”, luego no “pasaría” nada, no habría “pasado”, ni futuro, ni… Tiempo…

Pero aún hay otra consecuencia, más estrafalaria aún, de la idea de que todo es tiempo. Si todo lo que existe es temporal, y el tiempo también existe, el tiempo también habrá de ser, él mismo, “temporal”. ¿Pero puede ser que por el propio tiempo pase el tiempo?... No parece que sea eso lo que ocurra. El propio tiempo no es temporal. Al menos, ninguna de sus partes lo es: todas las horas son la misma, jamás cambian, entre las dos y las tres quizás hayan pasado muchas cosas, pero no el tiempo, pues una hora es idéntica a otra (la hora tres no es está más vieja y estropeada que la hora dos). Pensemos ahora en fechas: ¿Alguna cambia alguna vez? ¿Por el 12 de octubre de 1942 o por la fecha de tu cumpleaños pasa el tiempo? No: la fecha de tu cumple es siempre la misma, no envejece jamás. Por supuesto, tampoco pasa el tiempo por el concepto de “tiempo”, ni por las leyes y fórmulas con las que el físico pretende comprender el tiempo… Entonces, ¿cómo va a ser todo tiempo, si el propio tiempo es ajeno a lo temporal?

Ahora bien, si el tiempo no es lógicamente posible, ¿cómo es que lo percibimos?...Aunque, la verdad, eso de que lo percibimos...¿Alguien ha visto alguna vez al tiempo? ¿Alguien podría capturar el instante presente e introducirlo en una probeta para observarlo? ¿Podríamos capturar o ver el pasado –que ya no es—o el futuro –que todavía no existe—?...



Pensadlo: ¿Qué es el tiempo? ¿Es algo real? Pero pensadlo sin prisa, tomaos vuestro tiempo…

Por cierto, os recomiendo que consultéis la interesante y enigmática entrada de mi colega bloguero juanantonio: "¿Es real el tiempo?", de la que he tomado los videos. Está en Cavernisofía, por esta galería un poco hacia arriba y a la derecha... Ojo con perderos también en el espacio!

miércoles, 12 de enero de 2011

Cinco formas de acabar con el materialismo. 3: ¿Se puede dividir la materia hasta el infinito?



Supongamos que la realidad, como quiere el materialista, es corpórea y extensa, es decir, tiene superficie y dimensiones (por muy pequeñas que sean). Si así fuera podríamos dividirla una y otra vez, pues los trocitos que obtuviéramos en cada división serían también extensos y, por lo mismo, divisibles de nuevo. ¿Tendríamos acaso alguna razón lógica para pensar que alguno de estos trocitos fuera indivisible? Todo lo que tiene extensión y se puede medir, se puede volver a dividir en medidas aún más pequeñas… Y así, hasta el infinito. Ahora bien, si cada trocito de una cosa se puede dividir hasta el infinito, es que dicha cosa tiene infinitas partes. Pero si una cosa tiene infinitos trocitos, ¿no será ella misma infinita? Tiene que serlo. Y, a la vez, tiene que ser finita, pues una cosa infinita y sin límites, ¿qué cosa es? ¿Cómo la delimitaríamos o definiríamos separándola de las demás, si ella misma carece de límites o fines?...

Todo esto sin contar con que si una cosa es divisible hasta el infinito, cada parte suya tiende a tener una extensión “cero”, lo cual nos obligaría a comprende a la cosa como una suma de partes cada una de las cuales mide “cero”. ¿No es esto el colmo del absurdo?...

Y falta aún un argumento. Si la materia es divisible, y no hay más que materia (como reza el materialista), ¿con qué podríamos dividir a la materia? ¿Puede la materia dividirse a sí misma? Es como preguntar: ¿puede el agua dividir al agua? ¿Podríamos cortar la mantequilla con un cuchillo hecho de la misma mantequilla que cortamos?...

Absurdo, ¿no?... Y sin embargo parece posible. En el siguiente video podéis ver a los físicos preparándose para hacer colisionar partículas pequeñisimas, y descubrir, así, las partes aún más pequeñas que estas partículas contienen...

Cinco formas de acabar con el materialismo. 2: ¿Qué espacio ocupa el espacio?




¿Qué es el espacio? Tiene que ser algo físico, como el resto de las cosas (si no fuera algo físico, ¿cómo iban a “estar en él” las cosas físicas?). Pero si es algo físico, ¿no tendría que ocupar el mismo un espacio, como le ocurre a todo lo físico? ¿Y qué espacio ocuparía el espacio? (¿Y qué espacio ocuparía el espacio ocupado por el espacio?...)... Dicho de otro modo, si el espacio contiene todas las cosas: ¿no tendría que contenerse a sí mismo, siendo él, como es, una cosa física más?... Por otro lado, si el espacio es algo físico, tendrá cierta densidad, cantidad de materia, etc. Siendo así, ¿cómo es que “caven” las cosas en él? ¿No “tropezarán” las cosas con el espacio, en lugar de “ocuparlo”?...

En fin, sólo queda pensar que el espacio no sea físico, o que “esté hecho” de otro tipo de realidad física, diferente a la de las cosas que contiene. ¿Pero es esto posible? Si no fuera físico, o fuera de “otro” tipo de realidad física (¿podría haber otro tipo de realidad “física”, siendo también “física”?), no parece que pudiera “contener” (o relacionarse de algún otro modo) con lo físico. ¿No?



¿Has pensado alguna vez que es el espacio, de qué está hecho? ¿Qué crees que dicen los físicos al respecto? ¿Dicen algo con sentido? ¿Y tú? ¿Cómo creer entonces en el espacio que supuestamente ocupamos? Pero si no hay algo así como el espacio, ¿cómo es que estamos AQUÍ y no en otro SITIO? ¿Serías capaz de responder a todo esto sin volverte loco?...

Cinco formas de acabar con el materialismo. 1: ¿Cuántas cosas hay?


El materialismo afirma que la realidad es el mundo físico que nos presentan los sentidos y que describen las ciencias naturales. Según esta teoría la realidad es plural (compuesta de muchas cosas), espacial (las cosas ocupan espacio), extensa (las cosas tienen cuerpo, dimensiones, etc.), temporal (aparecen, envejecen, desaparecen etc.) y cambiante (se transforman, cambian de posición, etc.)... ¿Es todo esto cierto?

Imaginemos que la realidad fuese plural, es decir, que en ella hubiese MUCHAS COSAS diferentes una de otras. ¿Qué separaría entonces una cosa de otra? Otra cosa, claro. ¿Y esta otra cosa de las anteriores? Otra. Y así hasta el infinito. Luego lo que separaría una cosa de otra sería algo infinito: un límite ilimitado. ¡Qué contradicción! ¿O no?

¿No pasa esto mismo con los números? (Los números, por cierto, son el “nombre” de las cosas en cuanto a su pluralidad o cantidad). Se supone que el 3, por ejemplo, se separa del 1 gracias a que el 2 está por en medio. Pero a su vez, el 3 se separa del 2 gracias al 2.5, y se separa del 2.5 gracias al 2.75... Y así hasta el infinito. El límite entre los números es ilimitado. Los propios números son finitos (el dos “está” entre el 1 y el 3) e infinitos (entre el 1 y el 3 hay infinitos números)...

Además, si las cosas fueran muchas habrían de ser todas diferentes unas de otras. Pero entonces, ¿cómo iban a tener nada en común? (Por ejemplo: ser todas ellas “cosas”, o ser todas ellas “diferentes”...). Si tuvieran algo en común tendríamos que imaginar “algo” que estuviera en todas ellas, pero ¿qué podría ser esta extraña “cosa” que puede estar en tantos sitios a la vez? ¿Podría ser algo material o físico?...

¿Cuántas cosas hay: muchas, una sola, o ninguna? ¿Qué crees tú?

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