miércoles, 26 de diciembre de 2018

La Navidad explicada a los ateos.


Este artículo fue originalmente publicado por el autor en El Periódico de Extremadura.


Entre mis amigos ya no se estila el “feliz Navidad”, ni el neutro “felices fiestas”; ahora lo que mola es el “feliz solsticio”. Te lo sueltan así, con un poco de sorna y provocación adolescente, y un mucho de la seriedad que aureola al ateo cuando condesciende a desengañar a los pobres creyentes – y ya que condesciende, a compartir la fiesta con ellos, porque mis amigos del “feliz solsticio”, aun refunfuñando, celebran las navidades como todo cristo – . 

Pero vamos a lo del “feliz solsticio”, que es lo más entretenido de todo. ¿Qué pretenderán celebrar mis amigos ateos cuando celebran el solsticio de invierno? Digo yo que no celebran que la Tierra siga en su órbita, y que, por eso, haya más o menos luz solar en determinadas partes de la superficie del planeta (todo lo cual, así contado, da para algún documental, pero no para dos semanas de jolgorio). Tampoco creo que se refieran a lo que se celebra popularmente como solsticio de invierno en todas partes del mundo (y que tanto tiene que ver con el rito cristiano de la Natividad): el renacimiento de la Luz y la Vida en su batalla anual con las Tinieblas de la Muerte, etc., etc. (todo lo cual, dicho así, suena demasiado a mitología y religión). Así que, por eliminación, supongo que lo que mis solsticiales amigos celebran es que el mundo obedezca unas ciertas leyes astronómicas que regulan su comportamiento y nos libran, así, del caos y la extinción. Esto es – al menos – lo más científico y menos religioso que se me ocurre que podrían celebrar. Cierto que esto lo podrían hacer en cualquier otro momento del año (pues en todos rige el mismo conjunto de leyes astronómicas), pero igual, por deferencia a nosotros, lo festejan especialmente en Navidad. Vete tú a saber. 

En cualquier caso, los ateos del solsticio tiene razones de sobra para celebrar que el mundo esté regido por las leyes que descubre la ciencia. ¡Vaya si lo están! ¿Habrá algo más grande y extraordinario que estas leyes? Dense cuenta. En primer lugar, las leyes científicas no cambian (¡ni aún las propias leyes del cambio cambian!); son eternas, como los vampiros. En segundo lugar, no ocupan espacio (¡ni siquiera las de la geometría!), por lo que son incorpóreas, como los fantasmas. En tercer lugar, determinan y permiten predecir los sucesos (¡hasta los que ocurren en el cerebro de los sabiondos que las descubren!), así que son omnipotentes – o casi – , y preexisten a todo lo que pasa. ¡No es, pues, para adorarlas como a un Dios – aunque sea con toda la razón – !...

De otro lado, piensen ustedes en lo que es un solsticio. El recomenzar de un ciclo, la repetición de lo mismo, la renovación de lo que, aparentemente, murió de viejo. ¿No reconocen en todo esto algo? Recapaciten: si algo es regular es porque se repite, y si se repite es porque, en algo, no cambia. Y lo que no cambia, lo que siempre está igual, está necesariamente fuera del tiempo. ¡Esto celebra el solsticio: el triunfo anual sobre los años, el recuerdo de que no todo se lo lleva el tiempo! O la certeza de que el tiempo, tal vez, no se lleva nada. Porque a ver. Piensen ustedes en ustedes. ¿Podrían ser quienes son si no se repitieran un poco -como los solsticios- de año en año? Pues eso que se repite en ustedes -su «identidad» o «esencia» dicen los filósofos- no puede ser puro tiempo. Si lo fuera jamás podrían decir aquello tan divino de «yo soy el que soy» (sin que el primer «soy» se pudriese enseguida en un «era»), y si no pueden decir siquiera eso, es que no pueden decir -ni ser- nada de nada.

Lo siento (y a la vez me alegro) por mis amigos ateos. Pero lo que el solsticio y la Navidad celebran son idéntica cosa: el milagro de que aquí en la Tierra, donde todo parece tiempo y cambio, logremos bañarnos dos veces en un río que es -aunque no lo parezca- el mismo. Esta maravillosa conmensurabilidad entre lo eterno y divino -de las leyes o el ser de las cosas- y lo fugaz -del mundo y sus apariencias- es lo que nos recuerdan el dios que se hace humano y las leyes inmateriales que dan forma a la materia. Bienvenida sean, pues, como cada Navidad y cada solsticio, la luz y la verdad al mundo. ¡Y ustedes que las disfruten!


jueves, 20 de diciembre de 2018

¿Quién debe educar a los hijos?


Quién debe ocupar el lugar prioritario en la educación moral de los hijos: la familia o el Estado? Ninguno de los dos, Lo que se debe procurar desde ambas instancias es que el "adoctrinamiento" inevitable que supone la educación familiar (y, para equilibrar a este, la "educación en valores cívicos" estatal, que es otro tipo de adoctrinamiento) se vea a su vez compensado con la promoción del pensamiento crítico y autónomo de los alumnos. Porque no es ni la familia ni el Estado los que tienen, al fin, que decidir cómo pensamos y vivimos, sino nosotros mismos. Y esa capacidad de cada uno para decidir libremente cuáles han de ser sus valores y creencias tendría que ser lo que más y mejor fomentase la escuela. Así, en esta no solo se han de impartir los famosos y polémicos "valores cívicos", sino también y sobre todo, la reflexión ética en torno a todos los valores. Sin el desarrollo educativo de esa capacidad –que es la que proporciona el hábito de la reflexión y el análisis racional de todos los valores–, no hay democracia que valga; hay manipulación y demagogia, de la familia o del Estado, de derechas o de izquierdas, o, por resumir, de todos aquellos cuyos intereses o arrogancia moral no admiten instancia crítica alguna. De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

¿Por qué diablos hay que ser solidario?


Enseñar valores cívicos o derechos humanos fuera de un contexto ético y filosófico en que se traten y discutan las razones para sustentarlos – si es que estas existen – no es más que catequesis (laica, democrática, humanista... pero catequesis). Y hacerlo de “forma activa”, “práctica”, “lúdica”, etc., no lo convierte en algo menos dogmático (solo cambia la retórica por la acción, que es una forma aún más eficaz de rehuir la reflexión). Pues la pregunta sigue ahí, como un tabú impronunciable, tras la cara de circunstancias del adolescente y la filípica enardecida (o el activismo entusiasta) del catequista: ¿por qué narices habrá que ser solidarios o respetar los DD.HH (sobre todo si, aparentemente, nos trae más a cuenta no hacerlo)?
Cuando planteo este problema en clase de ética (que es donde debe plantearse), muchos alumnos enmudecen, otros se escandalizan, y la mayoría se pone a pensar. ¿Por qué hay que ayudar a los demás? ¿Qué obligación moral tenemos – les provoco – con los muertos de hambre que vienen en las pateras? ¿O con los niños que trabajan en Asia para que aquí podemos comprar productos más baratos? ¿Por qué no aprovecharnos de los más débiles si así podemos vivir mejor nosotros?… De todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Ética, moral y publicidad.


La publicidad se ha convertido, de modo subrepticio, en educadora moral, eclipsando como vía de selección y transmisión de valores a la familia, la iglesia, la política o la escuela, y compitiendo en ello con la industria del entretenimiento (cuyos productos adoptan a menudo el formato y el lenguaje publicitario, cuando no se convierten, ellos mismos, en un producto promocional más). ¿Qué se puede hacer frente a esto, si es que hay que hacer algo? De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.



domingo, 2 de diciembre de 2018

Presentación de Historietas de la Filosofía Griega en el Ateneo de Cáceres.



El próximo martes, a las 20.30, en el Ateneo de Cáceres (Palacio Camarena, C/General Ezponda, 9, junto a Plaza Mayor), presentamos junto a Esteban Cortijo ParralejoDaniel Gil Segura, Marien Sauceda, Jonathan González Gómez e Inma Morillo este juguetón compendio de literatura y filosofía clásica escrito al alimón con Juan Antonio Negrete Alcudia. Habrá dramatizaciones, algo de radio, todo el debate que queráis, y vino y filosofia, como en los banquetes griegos. Para más información aquí. Y para adquirir el libro abrir este enlace.


miércoles, 28 de noviembre de 2018

El "fake" de las "fake news".


Este artículo fue originalmente publicado por el autor en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

No sé si hay alguna palabra para la narcisista manía de creer que tu propia época es poco menos que el “axis mundi” de la historia. Si no la hay debería haberla. Resulta ahora que las llamadas “fake news” (“noticias falsas”, pero si se afirma en inglés es más impactante) representan un acontecimiento histórico singular que pone en jaque a nuestra civilización y ante el que hay que tomar medidas de excepción draconianas. ¿Deberíamos agradecer, así, que ante tamaña amenaza se regule y censure la información a la que accedemos para evitar que se nos engañe y manipule, inocentes y crédulos como somos?... 


viernes, 23 de noviembre de 2018

Historietas de la filosofía griega, ya en las librerías.



Aquí tenéis, recién salido de imprenta, Historietas de la filosofía griega, una recopilación de ficciones que recrea los momentos y filósofos más destacados de la historia de la filosofía y que hemos escrito entre Juan Antonio Negrete y yo. En forma de diálogos, cartas, discursos, entrevistas, etc., las historietas presentan el pensamiento de los grandes filósofos a los jóvenes y adolescentes, y a lectores de todas las edades que busquen un acercamiento literario, no estrictamente académico, a la historia del pensamiento. 

Este primer volumen está dedicado al pensamiento de la antigua Grecia, y en él encontraréis historietas cómicas, casi esperpénticas, algunas incluso macarras, y otras más contenidas, líricas e incluso solemnes; pero aunque ninguno de los contenidos que aparecen fue expresado literalmente por el personaje al que se le adjudica, todo lo escrito en el libro está basado escrupulosamente en lo que se sabe que dijeron e hicieron estos pensadores.

Al igual que la novela histórica sirve para dar a conocer al público general episodios importantes de la historia, confiamos en que estas Historietas de la Filosofía ayuden a despertar el interés por la filosofía en el lector.

Hay que reseñar que estas ficciones rescatan la labor filosófica de algunas mujeres de la antigüedad habitualmente desdeñadas en la historia académica, lo que ya de por sí justifica el interés de la obra.

El libro contiene maravillosas ilustraciones de Daniel Gil y Marién Sauceda, y ha sido editado por Editorial Manuscritos. Para adquirirlo on line podéis hacerlo en este enlace.






miércoles, 21 de noviembre de 2018

Tecnófobos


Hace unos días visité con mis alumnos el complejo arqueológico de Atapuerca, en Burgos. Fue magnífico. Los alumnos aprendieron – haciendo – que fue el hacer técnico lo que permitió sobrevivir a nuestros antepasados. No solo nos sirvió para dominar el mundo, sino también la mente gracias a técnicas sociales como el uso de símbolos o la celebración de ritos. Somos lo que somos gracias a esas hachas de piedra y esos dibujos pintados que despiertan aún hoy nuestra imaginación. Y, sin embargo, sospecho que no ha habido época en el mundo en que una porción de estos mismos homínidos evolucionados no haya echado pestes de sus propios “adelantos técnicos”. Me imagino perfectamente el miedo y la indignación de los más viejos cazadores paleolíticos, acostumbrados a sus piedras y palos, al ver como se extendía el uso de los sofisticados arcos o azagayas; o a los recolectores contemplar estupefactos como se imponía la costumbre de manipular la tierra para obtener de ella más y mejores frutos. Aquello debía parecerles – igual que a muchos ahora – el acabose. ¿¡Pero a dónde vamos a ir a parar!? – exclamarían en su tosco lenguaje, prejuzgando los avances tecnológicos como una amenaza mortal para su mundo y para sí mismos –.


El rechazo – a menudo con tintes apocalípticos – de los cambios asociados al desarrollo técnico y tecnológico es una constante cultural que seguramente se intensifica a la misma escala en que lo hace dicho desarrollo, pero que ni hace cientos de miles de años ni ahora tiene ninguna razón de ser más allá de la – obvia – llamada a la prudencia y al control de las consecuencias derivadas de dichos cambios. Sin embargo, y pese a carecer de justificación racional, la fobia a la tecnología sigue pasando por una posición ideológica respetable. ¿Por qué?... Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 



jueves, 15 de noviembre de 2018

Ética y "catecismo laico"


¿Cómo evitar que una “educación para la ciudadanía” necesariamente impartida por el Estado no degenere en algo que la derecha pueda tildar (y con cierta razón) como un tipo de “catecismo laico”? Fácil. Con una herramienta útil, en general, para compensar todo adoctrinamiento ideológico en la escuela (o fuera de ella), ya venga de la educación para la ciudadanía, de la religión, o de cualquier otra materia (y todas, en un grado u otro – incluyendo a las ciencias – , imparten o parten de doctrinas supuestas como justas, santas o verdaderas). Esta herramienta que digo es el pensamiento crítico, es decir, el hábito de someter al más riguroso análisis racional el fundamento de todo lo que se nos expone o demuestra (incluyendo el modo mismo de demostrarlo).

Cuando se trata de educación para la ciudadanía, el pensamiento crítico que compete es el que proporciona la ética. Es común confundir la ética con la simple moralidad (comportarse “bien”) o, aún peor, con una moralidad determinada (comportarse bien según los valores vigentes en una cultura determinada). Pero la ética no es eso. La ética es la disciplina filosófica que estudia (tal como un entomólogo estudia los insectos) los problemas morales, así como las diversas respuestas que ha dado el ser humano (en forma de distintos sistemas de valores) a tales problemas. La ética no nos dice lo que debemos hacer, sino que nos proporciona las herramientas conceptuales y argumentales – además del hábito analítico y crítico – para averiguarlo por nosotros mismos. Sin estas herramientas y hábitos somos pasto del adoctrinamiento (el que sea), especialmente de aquel que resulta más demagógico o seductor (que no es precisamente el que corresponde a la educación para la ciudadanía)... De todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La discapacidad existe y no es buena.


Lo denominemos "minusvalía", "discapacidad", "diversidad funcional" o como queramos, la ceguera, la paraplejia o el autismo seguirían siendo igualmente situaciones indeseables y no una "deseable muestra de diversidad". Sobre esto trata nuestra colaboración de hoy en el Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

miércoles, 31 de octubre de 2018

La obediencia querida


En ausencia de un Dios que seduzca y obligue paternalmente a las conciencias (como en la Edad Media o en las –todavía– ummas islámicas) están la seductora «auctoritas» del experto que, como en el experimento de Milgram, dirige nuestra voluntad en nombre de la Ciencia, o –la otra fuente de moderna seducción pseudorreligiosa– la retórica falaz y cargada de mitología pedestre del demagogo iluminado (Bolsonaro, Trump, Le Pen…) que nos llama a creer y obedecer. Hay una sola manera posible de enfrentarse a esto (y de legitimar, de paso, al poder): educar a la ciudadanía en el hábito del pensamiento riguroso, libre y crítico. Solo una ciudadanía empoderada (empoderada de criterio propio) y no sensible a otro poder que el de la convicción racional es inmune a la seducción de tecnócratas y demagogos. Solo ella estaría a salvo de querer lamer, voluntariamente, el zapato de nadie. ¿Entienden ahora la manía que suele tener el poder instituido a la educación crítica y filosófica? Para él siempre es mejor la obediencia querida... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

domingo, 28 de octubre de 2018

La filosofía: ni de rojos ni de curas.

Aquí tenéis el enlace de la entrevista que nos concedieron, en El Periódico Extremadura, a mi y otros tres compañeros, en torno los cambios curriculares que, en Extremadura, vuelven a dar un lugar digno a la enseñanza de la filosofía y la ética.

miércoles, 24 de octubre de 2018

La filosofía mola mazo.


A los que nos dedicamos a la enseñanza de la filosofía nos cuesta reconocernos en el escaparate mediático (tenemos el complejo de que nuestra disciplina es rara y minoritaria). Pero ahí estamos, por extraño que parezca. Y no solo por la reciente propuesta del Congreso para recuperar el estatus educativo de la materia, sino también porque, en general, la filosofía está en auge.


Desde las series de TV (como la popular Merlí) a las más rancias instituciones (como la que acaba de conceder el Princesa de Asturias a Michael Sandel, un filósofo cuyas clases en Harvard son seguidas en red por millones de personas), pasando por la proliferación de nuevos e imaginativos eventos (como los festivales de filosofía) o el lleno de alumnos en las facultades, la filosofía está… que se sale.


No debería extrañar a nadie. Al fin y al cabo, es en filosofía donde se discuten los asuntos más molones del mundo. A veces les pregunto en broma a los chicos que qué es, según ellos, lo más importante para ligar. Todos reconocen que el atractivo físico o la simpatía tienen importancia, pero que lo decisivo viene cuando el objeto de sus deseos abre la boca y empieza a “decir cosas”. ¿Y que “cosas” son esas tan interesantes de las que tiene que hablar alguien para seduciros? – les pregunto yo – . No hay ni una, de todas las que me cuentan, que no refiera o refleje un asunto filosófico... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

miércoles, 17 de octubre de 2018

Ludópatas y viciosos


Caravaggio, Los jugadores de cartas. C. 1594  
Rasgos de personalidad aparte, la decisión moral de «darlo todo» por el juego puede estar muy bien asentada en la mente de una persona (aunque no sea muy consciente de ello). Para muchos filósofos la vida no es más que un juego sin sentido, una pasión inútil. ¿No será lo más consecuente, entonces, jugar apasionadamente hasta el final? La ideología que respiramos nos empuja a vivir sin esperar nada más que emociones, placeres y entretenimiento. Se nos dice que somos seres contingentes, fruto del azar y condenados a la incertidumbre. La propia base material de nuestra vida depende de una «economía de casino» sujeta a gigantescas apuestas financieras (¡Ahí sí que se juega a lo grande!)... ¿No les da todo esto que pensar?... De este asunto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

jueves, 11 de octubre de 2018

Deseo de ser Peter Pan



En la vida de algunas civilizaciones la superación de un periodo “infantil” inicial – ese en el que se confía en mitos y en paternales poderes divinos – es condición del desarrollo de conocimientos, ideales y prácticas más maduros y racionales. Pero también se dan épocas de crisis y desesperanza en las que, ante el descrédito de valores e ideas (religiosas, científicas, filosóficas), parece que se retrocediera a esa primera etapa infantil.
Son esas épocas – ¿como la nuestra? – en las que, confundiendo lo arcaico con lo arcádico, se idealizan los (siempre míticos) orígenes. La “ecología profunda”, el interés por las culturas ancestrales, los nacionalismos, el neorruralismo o el prestigio de lo “natural” podrían ser, quizás, síntomas actuales de esa búsqueda de sentido en una presunta y perdida Edad de Oro.
Otro rasgo aparente de puerilidad es el gusto, tan infantil, por lo novedoso y exótico, algo que, además, encaja perfectamente con la economía de consumo. Desde la moda a la religión, pasando por las relaciones personales o la política, la gente se encandila – como niños en un mercado – con todo lo que es “nuevo” y excita nuestra dimensión más sensual.
En general, este infantilismo se puede observar, hoy, en la manera de vestirse (siempre joven tengas la edad que tengas), en la pintura y el arte (en busca de la presunta “libertad creativa” del trazo infantil), en la educación (lo lúdico por lo lúdico), en la decoración de las nuevas empresas (con sus espacios recreativos para empleados), o en el ocio consagrado a juegos y espectáculos (el deporte de masas, el “reality” televisivo...) consumidos tanto y tan intensamente que – como los juegos infantiles – llegan a suplir a la realidad misma. ¿Habrá algo más infantil – por ejemplo – que los saltos y gritos de un hincha de fútbol dándolo todo al amor incondicional por su club?
En un sentido más profundo la gente se aniña conscientemente con los productos de las “parasofías” o las religiosidades “new age” más en boga. Este “psico-infantilismo” se manifiesta en el culto (impostado, claro) por la emocionalidad, la espontaneidad o la vivencia concentrada del presente (y el correspondiente rechazo de lo intelectual, artificioso, planificado...). Existe el mito de que los niños viven desde la emoción, sin ápice de reflexión, y en una suerte de presente casi absoluto (como los animales). El “mindfulness”, las técnicas orientales de meditación y control del cuerpo, o los talleres de “inteligencia emocional” prometen esta especie de nirvana infantiloide como medio para lograr el bienestar individual (la única meta que realmente importa a los niños, y también al occidental moderno). Otras veces, lo que se promueve – por ejemplo desde algunas técnicas y libros de autoayuda – es la ilusión de omnipotencia de la voluntad, otro de los aspectos típicos del narcisismo infantil.
Más grave aún resulta constatar este mismo infantilismo en la suplantación de lo moral por lo psicológico. Observen, por ejemplo, como típicos “vicios” morales como la pasión por el juego, el sexo o las drogas, o estados de ánimo comunes, como la tristeza o la angustia se interpretan actualmente como adicciones y psicopatologías de las que, como pobres pacientes, nos tiene que librar el terapeuta (o el gurú) de turno. El lenguaje nos delata: ya no existen cosas “buenas” o “malas”, ahora resulta que son “sanas” o “tóxicas” y, por tanto, un asunto de técnicos externos, y no de personas responsables de sí mismas.
Al infantilismo de una moral psicológicamente anestesiada le sigue la actitud política no menos pueril por la que al interés por los asuntos públicos (propio de una ciudadanía madura) lo sustituye la condición infantil del votante que – a semejanza del cliente o consumidor – se limita a exigir y quejarse, y al que hay que engañar con cuentos y promesas para lograr su aprobación y su voto.
Tras todo esto late la ideología de una “positividad” entusiasta (suspicaz ante toda crítica o duda) que otorga valor a lo insignificante (el “disfrute de las pequeñas cosas”), la inmadurez (“sacar al niño que llevamos dentro”) y la trivialidad (“la vida no es más que un juego”)...Tremendo. Resulta que tenemos a Peter Pan – el niño que no quería crecer – como modelo. Pero no querer crecer – ojo – es cosa de niños enfermos. Y también, a lo que se ve, de adultos que no quieren serlo.

Para leer la versión publicada de este artículo en El Periódico Extremadura, pulsar aquí. 

jueves, 4 de octubre de 2018

Subrogación, prostitución y moralina.


Hay moral y moralina. La moral refiere el problema y el arte de vivir correctamente; la moralina la manía de dictar esto mismo a los demás de forma frívola y dogmática. La moralina es especialmente insoportable cuando se aplica a asuntos que afectan a la vida real de las personas, y que suelen ser más complejos de lo que suponen los moralistas de salón. Dos de estos asuntos, siempre polémicos, son el de los embarazos subrogados y la prostitución. ¿Deben regularse tales “actividades”, o deben ser totalmente abolidas?
Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Ruido, idiosincrasia y agresión.


Vivo en uno de los países más ruidosos del mundo y, por increíble que parezca, todavía hay quienes piensan que el nivel anormal de ruido que soportamos no solo es tolerable, sino que es una expresión natural de nuestra alegre manera de vivir, cuando lo que realmente refleja es, simple y llanamente, una falta asombrosa de todo tipo de educación... Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

miércoles, 19 de septiembre de 2018

¿Entonces, no hay que vender armas?


¿Es moralmente lícito que un Estado permita que se fabriquen o vendan armas y, además, que se vendan a un régimen tiránico que mata a civiles inocentes en una guerra injusta?

La primera respuesta simple (y falsa) a este dilema es: sí, es perfectamente lícito, en general, vender armas a quién lo demande y pueda beneficiarnos en el trato. Al fin y al cabo, ¿quién es el Estado, o nosotros mismos, para juzgar o responsabilizarnos moralmente de lo que haga nadie con lo que le vendemos? Las guerras son, por otra parte, un fenómeno inevitable, consustancial a la realidad humana, tal como lo es el ansia de poder o de riquezas. Nadie va a cambiar eso. Así que, ¿que hay de malo en hacer lo que (en el fondo) hacen todos y sacar provecho de ello?

La otra respuesta simple, opuesta a la anterior (y también falsa), declara que el comercio de armas es, por principio, pernicioso, tal como son las guerras a las que sirve, por lo que hay que oponerse tajante e inmediatamente a él. Fabricar y vender armas supone convertirse en cómplice de aquellos que las usan. Mucho más si se trata de guerras de dudosa legitimidad (como son la mayoría) y en la que sufren civiles (como pasa en casi todas).

Estas dos respuestas son, decía, además de simples (o justamente por eso), falsas. La primera es el tipo de realismo político que enarbola el liberalismo radical. La segunda el tipo de rigorismo moral que exhibe a menudo la izquierda. El primero es falso porque reduce lo que “debería ocurrir” a lo que “ocurre” (pero la política no consiste simplemente en justificar lo que ocurre, sino en intentar que ocurra lo que debe). El segundo por negar lo que “ocurre” en nombre de lo que “debería ocurrir” (pero la política no consiste simplemente en enunciar lo que debería ocurrir, sino en hacer, realmente, que ocurra). El realismo ultraliberal suele degenerar en el crudo cinismo de quienes no creen ni defienden más que sus intereses inmediatos; y el moralismo testimonial de la izquierda en la retórica huera de quienes puede clamar en términos absolutos contra todo (la guerra, el capitalismo, la prostitución…) porque ni dependen para sobrevivir de tan turbios negocios (o eso creen) ni, en verdad, corren ningún riesgo de tener que llevar a cabo sus propósitos.

¿Qué hacer entonces?... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer la noticia completa pulsar aquí.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Móviles: ¿prohibir o educar?


El gobierno español considera prohibir a los alumnos el uso de teléfonos móviles en la escuela. La idea se inspira en un reciente decreto del gobierno francés, y aduce motivos parecidos: prevenir la adicción al móvil y proteger a niños y adolescentes de ciertas disfuncionalidades cognitivas (falta de atención), sociales (aislamiento) o morales (acoso escolar), presuntamente asociadas al uso del móvil y otras tecnologías. ¿Es cierto todo esto? A mi juicio, no. Por lo que la medida me parece injustificada, amén de demagógica, impracticable y humillante para el que tenga que sufrirla (y aplicarla). Sobre las razones para sustentar esta opinión trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.  Y para escuchar la tertulia en Canal Extremadura Radio sobre el mismo tema pulsar aquí (desde minuto 6)

miércoles, 5 de septiembre de 2018

El sinsentido del viaje.


Que el viaje proporciona experiencias estéticas únicas es el argumento favorito de los turistas con más vocación. Según ellos, contemplar in situ tal o cual obra de arte, monumento o paraje supone una vivencia singular que solo el que ha estado allí (es decir, tropecientos mil) ha podido tener. Así, es curioso oír a ateos como catedrales delatando con religioso arrobo su «síndrome de Stendhal» al encontrarse con tal o cual famoso cuadro, monumento o lugar emblemático «que hay que ver», que han visto ya miles de veces en la tele, y que vienen a ver en sincronizada peregrinación sucesivas manadas de mirones. Es curioso, digo, que en la época de la reproductibilidad técnica, que decía Benjamin, y de la circulación masiva de información, persista aún este tipo de fetichismo. ¡Como si una obra de arte tuviera que estar aquí o allí, o ser «el original» –un original que el turista jamás distinguiría de una copia– , para provocar una vivencia estética!... 
Sobre las razones para dejar de hacer viajes turísticos trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.  Y para escuchar la tertulia radiofónica sobre el mismo tema en Canal Extremadura Radio pulsar aquí (desde minuto nueve).

jueves, 16 de agosto de 2018

El problema de la definición de arte: enfoques inmanentistas y trascendentalistas.


Joseph Bauys. "Fuerzas enderezantes de una nueva sociedad"
(Staatliche Museen zu Berlin)
Para hablar de arte, y saber de qué se habla, es imprescindible afrontar el problema de su definición. Pero para tratar el problema de la definición del arte hay que tratar, antes, de una serie abundante de cuestiones previas. Dos de las principales son: (1) la definición de “definición” y, por paradójico que resulte, (2) la de la propia definición de arte que encontramos ya preformulada en la totalidad de las teorías estéticas. Queremos tratar, especialmente, de esta segunda paradoja, y de como cabe afrontarla desde las dos perspectivas fundamentales que se pueden adoptar en estética: la inmanentista y la trascendentalista.

Sobre esto, sobre lo que ya publicamos artículo hace unos meses en la revista Paradoxa, discutiremos en unos días en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, con una ponencia titulada: "Hacia las fuentes de lo estético. ¿Es posible una ciencia del arte?" (se emitirá en streaming en la web de la UIMP el martes 21 desde las 9.30)

jueves, 9 de agosto de 2018

Ocio


Ni embrutecerse uno (aún más), dedicándose a consumir y a estar distraído (así de irreflexiva es la vida de los animales), ni “hacerse el muerto”: un ocio digno es aquel que restaura y multiplica todo lo posible la vitalidad que nos es propia – y que nos expropia habitualmente el trabajo – ofreciéndonos la posibilidad de cultivar aquello que nos distingue como seres humanos: el refinamiento de la sensibilidad a través del arte, el cuidado de las relaciones humanas (especialmente las elegidas, como la amistad), la efectiva realización de proyectos siempre aplazados, la satisfacción del anhelo de conocimientos mediante el estudio... De la relación entre el ocio y el negocio y de sea un "ocio digno" trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 


miércoles, 1 de agosto de 2018

Flamenco y mudéjar.



Se celebra en Llerena la VI edición de su Concurso de Cante Flamenco. Y allí, a la sombra del mudéjar de su plaza porticada, lo contaba estos días el jerezano Francisco Benavent, investigador incansable y alma del Centro Andaluz de Flamenco: si vuelven a ver El Álamo, la famosa película de John Wayne, fíjense en la escena de la juerga de los rebeldes tejanos, lo que allí suena es... ¡flamenco! El guitarrista que aparece en escena, William –“el Curro” – Champion, y la bailaora que taconea sobre la mesa, su mujer, Teresa, eran artistas de San Antonio (Texas) y una muestra, entre tantas, del espíritu mestizo y universal del flamenco.

Tejas, hace siglos territorio español (territorio, que no colonia, como le gusta remarcar a Paco, contra tanta leyenda negra), aún conserva, como toda la vieja Nueva España, los aires musicales y las letrillas de romancero que traían consigo los conquistadores. Mucho más adelante, cuando la amalgama de tradiciones e invenciones que componen el flamenco comenzaba a triunfar en la península, se recrean aquellos aires y letras y aparecen los llamados “cantes de ida y vuelta” (guajiras, milongas, colombianas, rumbas), varios más que sumar a la ya larguísima lista de “palos” flamencos.

Porque el flamenco, tal como la cultura hispanoamericana, ha sido y es el fruto de una mescolanza improvisada, repleta de gestos y gestas individuales, en la que ingredientes y sedimentos se penetran y equilibran solos, reaccionando con ingeniosa química a modas e imposiciones, y atentos siempre al gusto de los intérpretes y su público. Contra tantos desinformados críticos y aficionados – “ojú, la policía del cante”, que decía con guasa el gran Enrique Morente, curándose en salud antes de lanzar sus propuestas geniales en los escenarios más señeros – , el flamenco nunca ha sido “puro”, sino una música que ha estado modificándose constantemente desde sus orígenes. El día que el flamenco sea “puro”, es decir, que deje de ser arte popular para convertirse en mero folklore, habremos firmado su acta de defunción.

Para que me entiendan: folklore son la sardana ante el palacio de la Generalitat, el aurresku de los actos políticos, y todos esos coros y danzas con que los puristas, a menudo imbuidos de espíritu patrio, pretenden hacer frontera donde no puede haberla. Un verdadero arte popular, como es aún el flamenco, no es arte “con” fronteras, sino – como dice Francisco Zambrano – arte “de” fronteras, un puente (de guitarra, claro) entre Andalucía y Extremadura, entre Extremadura y Portugal o entre España y América, entre otros entres...

Ni geográficas ni musicológicas, el flamenco no ha tenido nunca demarcaciones precisas. Brota o se descubre a finales del XVIII sobre una amalgama de tradiciones: la de los gitanos de la Baja Andalucía, y la de la música popular castellana, mezcla, a su vez, de estilos previos (y seguras reminiscencias andalusíes y hebreas). Tradiciones que se compenetran unas a otras y en las que, como en todo arte vivo, se da un proceso constante de reapropiación individual y colectiva. El pueblo – y sus personalísimos artistas – se adueña, ajusta a sus gustos, y acaba reinventando lo que se le ofrece, lo que él mismo crea, y hasta lo que se le impone, sean mitos religiosos, músicas o películas de Hollywood. Ponerle a Cristo unas enaguas (y llamarlo Dios Padre y Madre) o reconvertir en musicales de Broadway las danzas clásicas de la India, es como recrearse libremente en esa jota remodulada que es el fandango o marcarte unas bulerías con batería y bajo eléctrico.

Todo esto, y más, y lo que venga, es el flamenco. Un arte comparable, como se ha dicho, al de los alarifes mudéjares. El mudéjar es un arquetipo estilístico que representa la apropiación por parte del pueblo de la estética y la ideología dominantes para recrearlas a su manera. Así, como el mudéjar, el flamenco es mestizaje en origen y expresión, y se prende de distinta forma en cada lugar, familia, y cantaor particular. Y de ese mestizo particularismo capaz de integrarlo todo surge, justamente, su naturaleza universal. El flamenco vive. Y si no lo creen, vénganse estos días a la sombra del mudéjar de Llerena a comprobarlo.

Para leer la versión en prensa de esta entrada pulsar aquí.



jueves, 26 de julio de 2018

Oposiciones


La calidad, en general, de sus docentes, ha sido siempre la principal ventaja de la escuela pública. A veces, la única. Una calidad que está garantizada, principalmente, por el sistema de acceso. Mientras en los colegios privados o concertados es el propio centro el que selecciona a discreción a sus profesores, en los centros públicos no entra nadie que no haya superado (o esté en vías de hacerlo) un duro proceso de oposiciones en que se ha de mostrar la valía ante tribunales de expertos seleccionados al azar y en el que es difícil que se den arbitrariedades o errores de bulto. Es por esto que me resulta sorprendente que se rechace el proceso de oposiciones como modo de selección de profesores. Por mejorable que sea, yo no imagino otro mejor... Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

martes, 24 de julio de 2018

La filosofía como eje del currículo


La educación crítica en torno a los fundamentos morales en que se asienta nuestra convivencia, el desarrollo de la competencia ciudadana para realizar, con rigor y responsabilidad, el ejercicio de la soberanía y la participación activa en los movimientos de la sociedad civil, o el conocimiento de los problemas, ideas y valores que han determinado la historia de la cultura occidental y que siguen latiendo tras la economía, la ciencia, la técnica, el arte, la política o la religión, hacen que la formación y el ejercicio filosóficos, desde la E.S.O al Bachillerato, y desde la Ética a la Historia del Pensamiento, tengan que constituir, necesariamente, un eje troncal del currículo educativo.
Sobre esto trata nuestra última colaboración, junto a Raquel Rodríguez Niño, en el diario.es Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

lunes, 23 de julio de 2018

Educación ética y valores cívicos.


Una de las críticas que se hace a las materias de formación cívica es que “adoctrinan” moralmente a los alumnos. Bien. Esto es cierto. Y hasta cierto punto inevitable. No hay sistema educativo que no adoctrine a los alumnos en determinados valores. Con la diferencia de que en países como el nuestro este adoctrinamiento es el mínimo imprescindible para sustentar la vida en común, y en otros lugares supone una formación cuasi marcial en sistemas morales maximalistas y excluyentes (como la moral islámica, o el nacional-catolicismo que sufrimos aquí durante tantos años).

Ahora bien, ¿podría ser aún menos adoctrinadora la materia de educación cívica? Por supuesto. Podría ser menos adoctrinadora, más rigurosa y el doble de eficaz si, tal como se pretende, dicha materia se vincula a la ética filosófica. La palabra “ética” tiene un significado común (como sinónimo de “moral”), y un significado técnico o filosófico. En este segundo sentido “ética” se refiere a la reflexión crítica sobre las distintas morales o sistemas de valores. ¿Y qué quiere decir esto?... Sobre este asunto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

miércoles, 11 de julio de 2018

Niños en libertad vigilada.


Me informan unos amigos del nuevo artilugio para controlar a los niños que está haciendo furor entre los padres. Se trata de un reloj inteligente sujeto a la muñeca del niño y conectado al móvil de sus progenitores que, además de tener continuamente localizado al chaval, permite escuchar a los padres (de modo discreto, reza la publicidad) lo que dice o le dicen a su vástago, darle ordenes a distancia, y premiarle, en su caso, con caritas sonrientes (ignoro si van a desarrollar alguna otra función – un pitido desagradable, una pequeña descarga – en caso de que el niño desobedezca). Sobra decir que – como las pulseras de los presos en libertad provisional – el reloj envía un mensaje a los padres-policía en cuanto el niño intenta quitárselo. Además del modelo infantil (con dibujos) hay otro para adolescentes (sin dibujos). Ambos por un módico precio. Sobre esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

martes, 10 de julio de 2018

Memoria histórica para el problema catalán.


Dado que tanto se nos llena la boca a muchos con la cuestión de la memoria histórica y con resarcir a los damnificados de la dictadura, hagamos esa memoria y recordemos la alianza entre el franquismo y la burguesía catalana, o la política económica del régimen desde los años 60 en adelante, por la que se afianza a Cataluña como el motor industrial del país a costa de mantener deliberadamente como despensa, coto de caza, o yacimiento de mano de obra barata a regiones como la extremeña (un asunto que está bastante más documentado que las ficciones sobre historia medieval y moderna que esgrimen algunos independentistas catalanes).
De esto trata nuestra última colaboración para el diario.es Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 


jueves, 5 de julio de 2018

Teatro y filosofía.


La tragedia y la comedia clásicas fueron, respectivamente, la más clara manifestación imaginativa y emotiva del espíritu reflexivo y la actitud crítica que caracterizó a los antiguos griegos y que hemos heredado los europeos. El teatro cumplía, por demás, una función educativa decisiva en el mundo helénico. Esto no ocurrió hasta comienzos de la época clásica, cuando el teatro dejó de ser un ritual religioso –un monólogo sagrado– para tornarse en un evento cívico, un diálogo en que los ciudadanos podían, imaginaria y emotivamente, participar. El teatro enseñaba al público-pueblo a dialogar sobre dilemas morales o políticos y a afrontar los problemas existenciales que constituyen el germen de lo trágico: el conflicto entre lo universal y lo particular, entre el deber y la felicidad, entre la sociedad y el individuo... Los ciudadanos escenificaban frente al coro y a sí mismos, como en un espejo, la versión sublime y estética de la polémica que les ocupaba en la Asamblea, en el Foro, en la Academia o en sus propias vidas.
Sobre todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

jueves, 28 de junio de 2018

El Valle de los Caídos como símbolo.


En política, nunca conviene despreciar lo “gestual”. Escenificar simbólicamente el triunfo de la legitimidad democrática sobre el siniestro interregno dictatorial del franquismo puede contribuir – por ejemplo – a superar otras escisiones entre españoles que son, hoy, más preocupantes. No solo de pan vive el hombre y, mucho menos, una comunidad política. También, y sobre todo, vive de símbolos. De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

jueves, 21 de junio de 2018

Migración: de los gestos a los argumentos.


La tarea más inmediata, si se quiere ir del gesto al hecho y al derecho en política migratoria, consiste en convencer a la ciudadanía de la necesidad de esas medidas políticas. Ahora bien, aquí hay varias opciones. Un gobierno netamente liberal podría limitarse a usar el argumento pragmático acerca de la rentabilidad a medio plazo de la acogida masiva de migrantes. Pero con esto no basta si gran parte de la población nativa no entiende o comparte ese argumento, ni si quien lidera la política es un partido socialdemócrata con el marchamo “de izquierdas”. En estos casos, especialmente en el segundo, hay que ir más allá del argumento pragmático. Tan lejos de este que casi empecemos a rozar la idea de justicia.

Interesa, en ese caso, convencer concienzudamente a la ciudadanía de (1) que las migraciones son un fenómeno político y económico provocado por la desigualdad económica y las guerras del que nosotros mismos, además, hemos sido parte mucho antes que juez; (2) que todos los seres humanos tienen el mismo derecho a vivir en paz y en un entorno seguro y digno; (3) que la condición humana está por encima de cualquier consideración nacional o defensa de privilegios económicos en nombre del presunto y discutible mérito consistente en haber nacido aquí o allí; (4) que la solidaridad no es caridad ni «echar un mano», sino reparación y reparto de los recursos que, en términos racionales, no tenemos el más mínimo derecho a considerar exclusivamente nuestros.

Sobre todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

jueves, 14 de junio de 2018

Sexo y empatía.


Tiziano. Bacanal de los andrios. 1523-26

Discutía estos días con algunos amigos, y a propósito de ciertos artículos en prensa, sobre la licitud moral del llamado “sexo sin empatía”, esto es, sobre la práctica sexual sin vínculos emocionales ni más miramiento por el otro que los que dictan la ley, la más elemental cortesía, o la simple mecánica de los cuerpos. Es el tipo de sexo que cabe esperar en relaciones esporádicas con desconocidos, o el que se exhibe en las películas porno. Pues bien, para algunos de mis amigos este tipo de relación sexual, y siempre que sea libremente escogida, es perfectamente lícita. Mientras que para otros, el sexo sin empatía es un caso paradigmático de “sexo machista”, algo que jamás será elegido por una mujer (que no esté ya condicionada por una concepción patriarcal de la sexualidad) y que hay que rechazar tajantemente. En el extremo, algunos afirman que el sexo sin empatía puede llegar a ser una suerte de violación encubierta... De todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.








domingo, 10 de junio de 2018

Del Quijote y otras drogas.


Ahora que es época de libros se me viene a la cabeza el divertido comentario que me hizo una alumna en una sesión de radio en que discutíamos sobre drogas. “A ver – nos dijo – , puestos a hablar de drogatas todos conocemos el caso de Don Quijote, que era adicto a los libros, y de tanto leer y leer se volvió loco y empezó a ser un problema para todos...”. Conclusión de mi alumna: toda adicción es mala, y todo adicto es un drogadicto. ¿Es esto cierto? ¿No tendría, lo que es bueno, ser precisamente adictivo? ¿Es eso de leer como posesos – las aventuras del poseso hidalgo manchego, por ejemplo – un argumento a favor, o en contra de las drogas?... Sobre esto trata nuestra última colaboración el El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

jueves, 31 de mayo de 2018

El "show" de la corrupción.


Un efecto del “show” de los escándalos políticos es distraer a los ciudadanos con cuestiones que solo indirectamente tienen relación con el rumbo real de los asuntos públicos. Más allá de su función dramática en la estrategia electoral de los partidos y el reparto del poder, la corrupción tiene poco que ver con la política que realmente determina nuestras vidas, y más bien sirve para no exponerla al debate ni a la crítica seria. El “escándalo político” ha acabado por convertirse en otra variedad del “panem et circenses” en las democracias liberales... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí

sábado, 26 de mayo de 2018

Sexta y séptima sesiones del Taller de Estética.

Durante los dos últimos miércoles hemos celebrado las sesiones 6ª y 7ª del Taller de Estética y Filosofía del Arte en el Ateneo de Cáceres. Durante estos días, además de empezar a exponer y discutir las teorías estéticas que desbordan el enfoque "inmanentista", hemos tratado de lo propiamente estético (esto es, de la imagen) en el arte, y hemos comenzado a tratar del tema de la creatividad desde la perspectiva de la psicología filosófica. En los enlaces podéis volver a ver las presentaciones y consultar las referencias. Gracias por asistir.


¿Qué es educar en valores?



Mientras demagogos y dogmáticos se empeñen en atajar con leyes, censura o filípicas lo que solo se puede recorrer con razones, libertad y diálogo, no hay nada que hacer. Y en tanto la Ética no sea una materia educativa tan importante o más que las Matemáticas o la Lengua, no habrá ninguna herramienta eficaz que asegure que vayamos a ser sustancialmente distintos de lo que ya somos. O tal vez se trate tristemente de eso: de que nada sea sustancialmente distinto de lo que ya es. Tendríamos que discutirlo, tal como enseña la Ética. De todo esto trata, por cierto, nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

viernes, 18 de mayo de 2018

Menos horas de Religión.


Si muchos de los que se quejan por perder las horas lectivas de Religión que nunca debieron tener fueran más sensatos cejarían en el empeño de aumentar los privilegios que ya tienen. En otro caso, y a fuerza de soberbia y codicia, acabarán por provocar que la ciudadanía y algún gobierno, tan valiente o más que el extremeño, se decidan por fin a revisar esos pintorescos acuerdos políticos en que se fundan las prerrogativas casi feudales que aún tiene la Religión Católica en la escuela española.
Sobre el lugar de la Religión en la educación vuelve a tratar esta nueva colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí. 

viernes, 11 de mayo de 2018

Quinta sesión del Taller de Estética.

El pasado miércoles celebramos la 5ª sesión del Taller de Estética en el Ateneo de Cáceres. Tras exponer las dificultades a las que se enfrentan las teorías estéticas naturalistas (o inmanentistas en general), comenzamos a ensayar una teoría estética trascendentalista o "angélica", esto es: que demuestre y asuma la naturaleza trascendente del arte, que posea un carácter prescriptivo, y que pueda construirse "a priori". En el primer giro alrededor de este propósito analizamos el arte como una actividad formal, y la forma como una entidad trascendente que el artista solo puede descubrir. En este enlace a la presentación tenéis un resumen. Y en estos tres artículos (uno, dos, tres) una exposición más detallada de la teoría estética que, a título de hipótesis, queremos proponer. 
Marisa Moscoso


jueves, 10 de mayo de 2018

Marx contra los "alienígenas"


¿Sigue siendo pertinente el concepto marxista de alienación? Desde luego. La mayoría de los trabajos disponibles hoy son tan embrutecedores e indignos como lo eran en el siglo XIX. Y no me refiero solo a aquellos tan mecánicos que podrían ser perfectamente ejecutados por una computadora o un androide, sino también a aquellos otros en que la creatividad y el ingenio se ponen al servicio de objetivos insignificantes – como especular o producir cosas superfluas – , o innobles – como expoliar o engañar a la gente –...

Nadie se puede implicar personalmente en ocupaciones cuyo fin primordial es el beneficio económico (el beneficio de otros, para más inri) y, sin embargo, es eso lo que exige hoy la “filosofía” de las grandes compañías: un compromiso absoluto. Es decir: una alienación total, aún mayor que la que detectó Marx hace dos siglos. A los jóvenes que hoy buscan empleo – y a cambio de contratos infames – las empresas les piden completa disponibilidad, una “entrega” que, dada la naturaleza del trabajo disponible, solo puede ser un triste simulacro de vitalidad, un “darlo todo” a cambio de la nada del dinero (o de su expectativa). Un simulacro compensado (o más bien prolongado) por ese otro sucedáneo de plenitud que proporcionan el consumo o la industria de ocio...

Sobre todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.

martes, 8 de mayo de 2018

Cuarta sesión del Taller de Estética.

El pasado miércoles celebramos la 4ª sesión del Taller de Estética en el Ateneo de Cáceres. Expusimos de forma sumaria el "programa" de las llamadas estéticas naturalistas, el cual se puede reducir en tres puntos: (1) la tesis acerca de la naturaleza transcultural del arte; (2) la descripción de la "teoría pre-teórica" del arte y las propiedades que lo delimitan; (3) la demostración de que tales propiedades se deben, más o menos directamente, a la selección natural y  sexual.  Para ver la presentación pulsar aquí. 





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