Recuerdo haber leído algo sobre un biólogo (no recuerdo quién, ni dónde ni cuándo) que investigaba sobre “úteros artificiales” (dispositivos para gestar bebes fuera del vientre materno). El tipo decía que el artilugio, más allá de librar a las mujeres de las molestias y riesgos del embarazo, podría suponer una revolución cultural mucho mayor que la que provocó a mediados del siglo pasado la generalización de la píldora anticonceptiva. Pensaba, entre otras cosas, que este útero artificial crearía las condiciones para una igualdad plena entre varones y mujeres, y que liberaría definitivamente a las madres del "rol" biológico que (frente al “rol” jurídico, moral...generalmente asociado al padre) mantiene en las familias y culturas más tradicionales. Todo esto me sonó muy convincente, pero cuando ayer se lo contaba a mis alumnos, me ponían (sobre todo las alumnas) una cara muy rara, entre incrédula y desaprobadora. Mucho peor cuando lo he comentado a mis amigos (amigas, más bien) más mayores: la mayoría, sobre todo las más “progresistas”, me han mirado con ceño de obispo indignado y me han contestado en seguida que tal cosa es una inaceptable barbaridad. ¿Por qué? --les he preguntado yo--. Y aquí vienen sus razonamientos.
Casi todas afirman que la experiencia
del embarazo y el parto es, en general, y pese a molestias y dolores,
enormemente enriquecedora. Si les pregunto qué tiene de enriquecedor
estar tantos meses en una condición física tan frágil y molesta, por la que han de interrumpir o poner en suspenso su
“vida normal”, y que les aboca a un parto más o menos doloroso, me dicen que
todo eso se ve compensado por la gratificación afectiva que supone
sentir como su hijo se desarrolla dentro de ellas. Si les pregunto si
no sentirían lo mismo (o más aún) viendo y oyendo claramente y
cada día al embrión a través del cristal de una máquina, me dicen
que no es lo mismo “ver” que “sentir por dentro”. Si insisto
y les digo que con la máquina podrían hasta tocar a su hijo (mucho más allá de sentir las "patadas" del feto), hablar
con él cara a cara, espiar diariamente sus más mínimas reacciones (mucho mejor que con la mejor de las ecografías), jugar con
él, etc., vuelven a insistir con el misterioso “no es lo mismo”. Si
me pongo "borde" y les pregunto si el desarrollo de una solitaria o una
infección (leve), con sus pequeñas molestias, no les resulta
también afectivamente gratificante, me salen con que el caso del embarazo es distinto, porque ahí “saben” que lo que les invade por dentro es su deseado hijo. Si les recuerdo
que, en el caso del útero artificial, también saben que aquello que se cuece es
su hijo, me saltan con que el vínculo biológico "vientre-hijo" es
incompable con lo que pueda hacer una máquina. Si les objeto que lo
que hay en la máquina es también fruto biológico suyo (y de su
padre), y que la maquina permite un vínculo compartido y en igualdad de condiciones con el padre
(los dos pueden ver, oír, tocar a cada momento a su hijo, jugar con
él, etc.), me dicen que... Si añado que quizás lo que les molesta
es perder el papel protagonista que siempre han tenido las mujeres (y
que a algunas quizás les parece esencial para reafirmar su identidad
como personas) en la gestación y el parto, me dicen (algunas) que
no, que ya quisieran ver a los hombres soportando un embarazo, que no
es un privilegio sino un sacrificio... Si vuelvo a empezar y les
recomiendo, entonces, que abominen de tal sacrificio y vayan pensando
en el maravilloso día en que tal útero artificial esté dispuesto,
ellas (no todas) vuelven también a empezar con lo de la aún más
"maravillosa experiencia" íntima que es la gestación... Y si sigo y sigo,
la conclusión puede ser esta: "mira -dicen- esto no se puede
explicar, y menos aún lo puede entender...¡un hombre!" (Por
increíble que parezca, esta confusión entre neuronas y hormonas
todavía la sostienen algunas personas).
¿Alguien (independientemente de su
sexo) me puede explicar qué ventajas tiene el embarazo natural
frente al hipotético uso de úteros artificiales?... Si nadie me lo
explica tendré que empezar a pensar que para muchos, eso de la
“maternidad” tiene todo el aspecto de una religión alimentada por
mitos sagrados e incomprensibles...
Hola Victor:
ResponderEliminarPues a mí pueden llamarme madrastrona, o insensible, o lo que quieran, pero no me parece nada "romántico" ni "experiencia enriquecedora" soportar nueve meses de incomodidad, nauseas, dolor de piernas, espalda destrozada, barrigota incomodísima, para terminar muerta de dolores si quieres parir a tu hijo.
Lo de los úteros artificiales me parece un buen invento. El kit de la cuestión está en que no te obliguen a usarlo (como todo). Quien quiera gestar el bebé en la tripa que lo haga, y quien quiera en un útero artificial también, (lo malo es que para decidir igual hay que probar primero, y una vez embarazada ya sería tarde para echarse atrás).
Además de esta manera también podrían los hombres ser padres solteros si lo desearan (con inseminación artificial de un ovulo donado), como ahora podemos ser las mujeres; y también podrían ser madres aquellas que no tienen el útero en condiciones para serlo.
Y no creo que pareciera menos tuyo, y si no que se lo pregunten a los que han adoptado niños/as.
P.D.Para que conste que sé de lo que hablo yo soy madre de dos hijos.
Un abrazo.
Sandra:
ResponderEliminarMe postro a los pies de tu opinión. Totalmente de acuerdo. La ventaja principal, a mi juicio, es que el útero artificial pondría a varones y mujeres en una situación de completa igualdad ante la gestación de un hijo. Ya no valdrían pseudoargumentos tipo "nosotras parimos nosotras decidimos", en relación al aborto, ni aquellos que esgrimen a veces los jueces para dar la custodia a las madres en caso de separación.
Un abrazo!
Imagino que no es fortuito que hayas elegido esta semana, la semana internacional del parto respetuoso para tratar este tema. Qué maravilloso sería ese invento para todas aquellas mujeres para las que el embarazo y el parto no son más que un trámite por el que pasar para tener en sus brazos a su bebé, mejor aún para aquellas que no pueden por procesos naturales ni con las técnicas actuales, así como para aquellos hombres que sienten envidia de la gestación en el cuerpo de la mujer. Pero ni para mí, ni para muchas otras personas sería una opción válida.
ResponderEliminarNi me he sentido en una condición física frágil o molesta, ni tuve que interrumpir mi “vida normal”, mientras que por contrario me hice más consciente de lo que pasaba por mi cuerpo, empecé a cuidarme y mimarme más sabiendo que estas carícias tenían un destinatario dentro de mi. Y cuando menos me te lo esperas, comienzas a sentir que hay un ser en mi interior. Ya no solo sabes que debe de estar ahí, si no que además se hace notar, y comienza ese vínculo de comunicación entre madre e hijo. En cualquier momento que te apetece le hablas, le acaricias, le cantas y cuando ya está más grande hasta puedes jugar con él. Cuando quieres, cuando lo necesitas porque no tienes que ir a ningún lugar a verlo porque está dentro de ti.
Respeto a cada mujer y su decisión de como traer al mundo a su hijo. Lo que no me parece justo es que sean otros, matronas, ginecólogos,... quienes decidan como ha de ser tu parto. Pero para mí fue un día muy especial, ¿doloroso? No me acuerdo, pero lo que si te puedo describir es cada segundo de ese día. Un cúmulo de emociones que difícilmente se pueden conseguir de forma artificial.
Un abrazo
Beatriz
Hola Beatriz, gracias por tu comentario y bienvenida a esta caverna filosófica (que, en cierto modo, también simboliza a un útero).
ResponderEliminarNaturalmente, comparto que, caso de disponer de úteros artificiales, cada madre escoga libremente el procedimiento de gestación que más le convenga (faltaría más). No estoy tan de acuerdo en el asunto de quién decide cómo ha de ser el parto. Creo que por respeto a la vida del hijo el criterio profesional de ginécologos y matronas ha de prevalecer sobre el de la madre (que no puede tener a su hijo como quiera, sino como le sea más conveniente al bebé).
En cuanto al resto de tu comentario, no veo argumentos decisivos como para inclinarme por el embarazo natural. Dices que el embarazo produce una mayor consciencia del cuerpo y más cuidados y mimos. Pero, ¿no ocurre eso con cualquier enfermedad? ¿Y por ello vamos a calificar una enfermedad como deseable? Además, si ser consciente de propio cuerpo y mimarse es bueno, ¿hay que esperar a estar embarazada para ponerlo en práctica?
En cuanto a la comunicación, insisto en que me parece tanto o más posible en el caso del útero artificial. Imagina que allí, a través de un cristal o material similar, puedes ver, oír, tocar, jugar, etc., con tu hijo todos los días (solo el hecho de ver al feto crecer y reaccionar a distintos estímulos segundo a segundo -como en una ecografía total y constante- debe ser una gozada, y un modo estupendo de ir conociéndolo). Piensa, además, en la ventaja de compartir plenamente con tu pareja ese conocimiento y comunicación prenatal (en vez de ver la tele, podríamos pasarnos horas contemplando e interactuando con el feto). Ah, e imagina también que el útero artificial fuera pequeño, seguro y portátil, lo llevaría contigo siempre.
En cuanto al momento del parto, pues no sé por qué no habría de ser igualmente emocionante desligar al hijo ya formado de la máquina y tomarlo entre tus brazos (y sin dolor, ni hospitales, ni síndromes post parto...).
Un abrazo fuerte (también para Abel).
pd. Pues no sabía lo de la semana internacionaldel parto respetuoso (¡Ya hay semanas para todo, eh!), así que ha sido casualidad
Si esto lo hubiera leído hace un par de años, me habría parecido mejor invento que me lo parece ahora. Algún día podemos hablar sobre el tema, y aunque no se expresar muy bien que es lo que me ha hecho sentir que Abel estuviera creciendo en mi, lo que sé es que no quisiera renunciar a ello. Lejos de sentirme enferma, me he sentido llena de energía.
ResponderEliminarSolo quisiera matizar algún detalle sobre el parto. En pocos años hemos pasado de partos con muchos riegos en casa a partos totalmente controlado en hospitales, aunque en su mayoría deshumanizados. Faltaría más que en caso de riesgo para el bebé la opinión profesional prevaleciera. Pero ocurre que en la inmensa mayoría de los casos hay intervención humana por muchos otros motivos. Inducciones al parto, episiotomias de forma sistemática, cesarías innecesarias e intrumentación excesiva. Los datos lo revelan, solo tienes que comparar números de intervenciones en unos hospitales y en otros. Son muy distintos entre si y siempre alejados de las recomendaciones de la OMS. A veces se nos olvida, o quieren que nos olvidemos, que es un momento mágico, cómo para vulgarizarlo. Nos atan a monitores y nos obligan a tumbarnos en una camilla, ¡Cómo si estuviéramos enfermas! No me extraña que muchas mujeres no quieran volver a pasar por lo mismo. Por el contrario lo que reclamamos es que los profesionales nos ayuden a disfrutar aún más de este momento y que los padres que lo deseen puedan ser participes, porqué es muy momento de intimidad familiar.
Gracias por hacerme reflexionar.
Hola Víctor y demás “contertulios”, me llamo Carmen. Fui madre con 36 años y hasta los 35 pensaba exactamente igual que tú. Pero desde el primer momento de gestación mi opinión cambió. Intentare explicarme con un ejemplo culinario. ¿Cómo van a saber igual un estofado de papas con carne guisado en olla de barro y cocina de leña que otro hecho en una termomix? Si, es verdad que todos los de la termomix salen “buenos”, pero y la satisfacción de picar el ajito, la cebolla, la zanahoria, los tomatitos, de condimentarlo con su tomillo, su sal, de charlar mientras se guisa , de pasar calor…la gratificación del esfuerzo cuando el personal se relame. El esfuerzo, el dolor, el sacrificio, no es malo si existe un premio de semejante magnitud. Para que sirve una vida cada vez mas plana, fácil, monótona. Si no puedes tenerlo de manera natural adelante con otras opciones, pero si se puede mi consejo es “no lo dudes tírate del puente”.
ResponderEliminarEn cuanto al argumento de que los hombres no podéis entender lo que es un embarazo y un parto. Yo tampoco lo entendía antes de vivirlo. Es simplemente así. Hay que vivirlo porque para bien o para mal no existe una experiencia que ustedes o mujeres que no lo hayan experimentado sea comparable. O, al menos, yo en 44 años no la he vivido. Muy interesante estas reflexiones. Un saludo.
Hola Carmen, y bienvenida a este útero filosófico que es la caverna.
ResponderEliminarTu primer argumento alude a dos cosas: a la supuesta mayor calidad del "guiso" (el bebé) hecho a la "vieja usanza", y a la (también supuesta) satisfacción de hacer las cosas así, diríamos "a mano". Son dos suposiciones que encuentro muy discutibles. ¿Por qué suponer que el útero artificial va a gestar peor al feto? Si así fuera ni tú ni nadie querría usarlo, obviamente. Pero la hipótesis interesante de discutir es que fuera igual (o incluso mejor, más controlable medicamente, más seguro) que el útero natural. En cuanto al gusto por "cocinártelo tú misma", pues subjetividades aparte (a mi no me gusta picar cebollas, por ejemplo), el gestar un feto en el útero artificial que imagino no quita ni un ápice de "encanto" al asunto, es más, lo aumentaría (haciéndolo más compartible con tu pareja o familia): ver el desarrollo del feto cada día u hora, interactuar con él (imáginate un cacharro de plasma o algo así), alimentarlo casi de tu mano, conocerlo íntimamente antes de que nazca... ¿No te parece suficientemente estimulante?
Ahora, lo que en absoluto comparto es tu apología del "sacrificio", el "dolor", etc., como algo que hace más gustoso el premio. Si las cosas se pueden lograr sin dolor, ¿qué hay de malo en eso? Pareceriera, por lo que dices, que sin pasarlo mal la vida careciera de sentido o fuera aburrida. En absoluto. Una gestación sin dolores y limitaciones físicas podría ser tan plena e ilusionante (yo diría que más) como la gestación tradicional. ¿Por qué no? Serías más libre, por ejemplo, y estarías más fuerte para preparar la venida al mundo de tu hijo.
Tampoco comparto el argumento de que la experiencia es la madre (nunca mejor dicho) de la ciencia. Sé muy bien (sin ser madre) que el embarazo puede ser una fuente de dolores y perjuicios (igual que sé que caer al vacío no me conviene sin necesidad de experimentarlo directamente). ¡Si solo pudiéramos aprender así, por experiencia directa, y sin excarmentar en cabeza ajena, no progresaríamos nunca! Y también sé que un padre puede experimentar emociones muy fuertes sin estar directamente embarazado (hasta el punto, según dicen, de sufrir dolores semejantes, por empatia psicológica con la madre).
Un saludo, y gracias por tus reflexiones.
Hola a todos los lectores,
ResponderEliminarVíctor, ¿no se podría considerar la componente "natural" de una persona?, es decir, por mucho que nos empeñemos, también tenemos algo "preprogramado" en el cerebro que nos fuerza a buscar un grupo de pertenencia, pareja y demás.
Quizá no se pueda decidir entre la gestación natural y artificial de una manera racional y haya que acudir a elementos "mágicos" porque la decisión de la mujer no viene dada por una razón lógica, sino "natural".
Es muy simple y seguramente errado, lo admito, pero no me gustaría olvidar esta posibilidad, al no verla escrita por nadie me gustaría aportar una pequeña idea a este útero de ideas.
Un cavernisaludo!
Hola Beatriz.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo que dices en relación al parto siempre que, como tú también insistes, esté sujeto a criterio médico. Si es mejor, médicamente, que la madre esté en otra postura, o en un ambiente más cálido y familiar, sin peligro para el feto, pues desde luego que es esto es exigible. Por cierto, hay un sketch insuperable sobre lo que criticas (la deshumanización de los partos en los hospitales) en "el sentido de la vida", la película de los Monty phyton.
A propósito, la gestación por útero artificial propiciaría, quizás, ese entorno más íntimo (y seguro, pues no habría parto físico) que reclamas... Lo sé, parezco el representante comercial del aparatejo, pero lo digo de verdad. Hoy a vuelto a plantearlo en otra clase, y las reacciones han vuelto a ser las mismas: rechazo casi visceral, defensa de "lo natural" (como si lo natural fuera valioso por sí mismo), el "argumento" de "hay un no sé qué que solo siento yo", etc.... ¿No será, también, ese miedo que habitualmente tenemos a lo "nuevo" lo que provoca tanto rechazo a la idea del útero artficial?
Un saludo, y gracias a ti por tu inteligente reflexión.
Hola humildeestudiante.
ResponderEliminarEn lo primero que dices no veo la dificultad. Gestar niños en úteros artificiales no quita ni pone nada en relación a supuestas necesidades como tener pareja, etc. Lo que sí hace (igual que la fecundación in vitro y otras técnicas) es "liberarnos" del esquema tradicional de la gestación y darnos muchas más opciones: tener hijos solo (sin pareja), o en el seno de una familia no heterosexual, o en el caso de personas físicamente impedidas para la gestación natural, etc.
En cuanto a lo segundo que dices, estoy en completo desacuerdo. Una decisión no racional o mágica, como dices, no sé lo que es, pero lo que no es, seguro, es una decisión. Y en cuanto a la decisión no racional (sino natural) de la mujer, tampoco te lo acepto. Ni es deseable que una persona actúe de forma no racional (mucho menos en algo tan importante como la gestación de un hijo), ni creo que, en el fondo, el "instinto maternal" o algo así sea algo completamente irracional (tendrá en todo caso, la "racionalidad" que tiene lo bio-LÓGICO), aunque sí encuentro lamentable que una mujer (u hombre) se deje llevar y actúe por tan endeble e inconsciente argumento (el de seguir su instinto, dado que es "natural" --lo mismo le cabría decir a un violador, salvando infinitamente las distancias--).
Un saludo y gracias por tu aportación!
Hola Victor. De nuevo aburrido, he pinchado con la jeringa de la curiosidad en este antiguo útero para ver que ideas ahora se gestaban.
ResponderEliminarAparte de mi condición sexual, y por tanto de no haber vivido esta experiencia que la mayoría del género femenino defiende como gratificante,creo que puedo opinar objetivamente.
La única ventaja que veo al embarazo "natural" (y eso que hoy en día todo es transgénico)es ,como bien ha dicho antes Carmen, el sacrificio y, la recompensa que conlleva. Pero ¿no es esta satisfacción realmente una ilusión facilitada por nuestra parte animal?, me explico: mi teoría es que toda actividad en pos de las supervivencia de la especie (nutrición, reproducción e interacción)se plasma en nuestro genoma como algo satisfactorio, para asegurar que esta actividad se lleve a cabo.
Podemos afirmar que comer y, perdón por la expresión, fornicar nos resulta satisfactorio física y mentalmente; la interacción es algo más complicado; pero ¿cómo la gestación nos va a resultar algo satisfactorio?: Desde el punto de vista físico por una parte nos encontramos con la gratificación que nos produce nuestra parte animal, nuestro instinto, pero por el otro lado es un desgaste enorme para el cuerpo humano, que provoca toda la clase de dolores y molestias ya mencionadas anteriormente. Por tanto,¿no sería mas correcto hablar de una especie de compensación, por supuesto no racional, en lugar de hablar gratificación, satisfacción e incluso autorealización.
Hola Anónimo (¿aburrido? Si todo aburrimiento fuese tan productivo).
ResponderEliminarEs interesante lo de la "gratificación compensatoria" (la satisfacción "innata" e inexplicable de las embarazadas compensaría la carga física que supone el embaraza). Pero, aún así, la pregunta que os hago va más allá de esto, justamente porque somos más que animales sujetos a supuestas leyes compensatorias como la que propones. Es decir, el hecho es que podemos, si queremos, sustraernos a ese mecanismo biológico del embarazo (con su sufrimiento compensado con la misteriosa satisfaccion de las embarazadas). Y la cuestión es, ¿por qué no?... Tal vez en el futuro la gente se sorprenda de cómo damos a luz a los hijos ahora. ¡Qué primitivos eran -dirán-! ¿Y cómo podrían soportar ese dolor las hembras? Bueno, dirían los sociólogos del momento, tendrían sus compensaciones, una ideología o mitología que ennoblecía su sufrimiento y que generaba un profundo sentimiento de que "eso debía ser así", con toda la satisfacción que se sigue de creer que uno hace lo que debe (según una ley, además, que parece tan natural)...
Un saludo.
Hola Víctor,soy Jose Aranda(1º A)Respecto a este tema, pienso que tiene dos opiniones que se contradicen totalmente:la primera es el significado tanto en ámbitos tecnógicos como de salud,ya que da la posibilidad a esa madre que no quiere tener las tipicas molestias como los dolores mareos depresiones post-parto etc.Le permite evitar todo eso ademas de poder ver como su hijo crece diariamente:sus primeros movimientos..su desarrollo fisico..
ResponderEliminarPero por otra parte pienso en la postura de la otra mujer que le da igual tener esas "pegas" por el simple hecho de dar vida y tener dentro de si a su hijo 9 meses.Creo que deberia existir la posibilidad de elegir para la pareja que quiera utilizarlo, o la que prefiera el método tradicinal. Un saludo
El invento bueno sería cuando se pudiese un varón instalar un útero con todo el aparato hormonal correspondiente (aparte de que existiese la opción "aritificial"), para poder ejercer, si quiere, de madre completa.
ResponderEliminarAhora bien, yo no creo que el embarazo se parezca a una enfermedad, sino a lo que dice Beatriz. Y una prueba importante es que la inmensa mayoría de las que lo han pasado no lo sustituirían por lo otro. Es verdad que no están exentas de ideología, pero tampoco lo están los contrarios (con un, a mi modo de ver, ramplón utilitarismo). A aquellas mujeres, de entre las que he conocido, que no estaban poseidas por el desprecio moderno a la maternidad, les ha parecido una experiencia muy buena, igual que la lactancia. Y a mí me ha ocurrido, a menudo, encontrar muy guapa a una mujer y enterarme después que estaba embarazada. Sí nos incitan a cuidarlas más, como si tuviesen más valor en ese momento.
Aunque hay fallos en la naturaleza, y todo es perfectible, estamos fuertemente seleccionados, así que, en principio todo funciona bastante mejor que peor, diría yo.
Otro asunto: ¿deben ser los médicos y solo los médicos quienes decidan cómo ha de nacer el niño? Quizás en un mundo ideal, sí, pero en este los médicos que ocupan el poder médico están contaminados por mucha ideología y mucha ignorancia médica, y solo un ingenuo los tomaría completamente en serio. Los partos españoles estándar siguen la concepción industrial de hace años, cuando en el norte de Europa ya no se hace así. En Rusia todavía envuelven al reciennacido en una momia, y lo privan de la relación con la madre, ¡los médicos! Creo que la madre y el padre, y los hermanos y amigos... tienen mucho que decir, siempre que lo que piden no sea manifiestamente peligroso para el bebé.
Saludos a todos los cavernícolas.
Hola José. Estoy de acuerdo contigo: se debería dar la posibilidad de escoger. Pero el asunto interesante es, sobre todo: ¿por qué escoger una opción y no otra? El argumento que das a favor del embarazo natural no me resulta convincente: "dar la vida y tener al hijo dentro nueve meses". También con el útero artificial das la vida, y lo de tener al hijo dentro, pues, insisto, no le veo la relevancia (más bien lo veo, a veces, como una especie de "afán de propiedad").
ResponderEliminarUn saludo y gracias por tu comentario.
Querido Juan Antonio, comento alguna de tus opiniones:
ResponderEliminar"Ahora bien, yo no creo que el embarazo se parezca a una enfermedad,..."
Ni yo. Esa comparación era una respuesta al argumento de que es mejor el embarazo por "la sensación de tener dentro" al feto. Supongo que hay millones más de argumentos (aunque yo no los encuentre).
"Y una prueba importante es que la inmensa mayoría de las que lo han pasado no lo sustituirían por lo otro."
Tal vez, pero no me convencen sus razones. A muchas ni les cabe en la cabeza la posibilidad de otra cosa. Y a otras solo les compensa y les parece valiosa la experiencia del embarazo en cuanto saben que es el medio (el único posible aún) de tener a su hijo. Una amiga me contaba hace un rato que dejó de sentir toda la "poesía" del parto cuando, tras cuatro horas de sufridas insufribibles contracciones el médico le comunicó que era imposible y que era necesaria la cesarea (a partir de ahí, cada contracción antes de ir a quirófano se volvió odiosa e insufriblemente insufrible).
"Es verdad que no están exentas de ideología, pero tampoco lo están los contrarios (con un, a mi modo de ver, ramplón utilitarismo)"
Hombre, he "vendido" la idea del útero artificial con algo más que la idea de evitar dolores y molestias (aunque esto ya es para mí suficiente, si no se dan argumentos poderosos para el embarazo tradicional). El tal útero permitiría una comunicación mayor y constante con el feto, un conocimiento de primera mano de su desarrollo, la posibilidad de compartir todo eso con tu pareja, etc... (todo eso suponiendo un diseño y funcionamiento óptimo, que tenga en cuenta todas las variables importantes que puedan influir en una gestación sana y plena).
"A aquellas mujeres, de entre las que he conocido, que no estaban poseidas por el desprecio moderno a la maternidad,..."
Curioso, pero yo lo que veo, más bien, en lo moderno, es un aprecio desmedido por la maternidad en sí misma (igual que por la naturaleza, la tradición, la "experiencias íntimas inefables", la sagrada inviolabilidad de los caprichos individuales, el sentido de propiedad, la reivindicación de las diferencias de género, el "nosotras parimos nosotras decidimos", etc., etc.).
"...les ha parecido una experiencia muy buena, igual que la lactancia"
No digo que no. La cuestión es por qué es tan buena, dado el hipotético caso de que hubiera otros medios igual de eficaces pero menos naturales.
"Aunque hay fallos en la naturaleza, y todo es perfectible, estamos fuertemente seleccionados, así que, en principio todo funciona bastante mejor que peor, diría yo."
Y yo. Pero, como tú dices, todo es perfectible (la forma natural de cultivar la tierra, de curar la sífilis, o la de tener hijos).
"a mí me ha ocurrido, a menudo, encontrar muy guapa a una mujer y enterarme después que estaba embarazada. Sí nos incitan a cuidarlas más, como si tuviesen más valor en ese momento."
Yo prefiero pensar que a un mujer, como a cualquier persona, hay que cuidarla esté o no esté guapa, es decir, independientemente de sus hormonas y de las mías.
En cuanto al resto de lo que dices, estoy de acuerdo contigo (y con Beatriz, que venía a decir lo mismo). Aunque lo de la "ignorancia médica" no soy competente para entrar en detalles, más allá de asumir, como cualquier persona sensata, que la ciencia médica es falible (tal como asumen, antes que nadie, los propios médicos en general). Y sí, amigos, hermanos y cuñados podrán decir todo lo que quieran (faltaría más) pero acerca de las condiciones óptimas para el parto la última palabra no la debe tener nadie que no demuestre ser (en la mayor medida posible) un experto en partos, y ni la madre (ni los cuñados) suelen serlo.
Un abrazo!
Tal vez, pero no me convencen sus razones.
ResponderEliminarPero, si les va bien, más bien necesitarían razones para dejar de hacerlo. Date cuenta de que la gente no suele persistir en cosas que les resultan parecidas a enfermedades, en donde sacan más perjuicio que beneficio, del tipo que sea. Puede haber personas que encuentren una solución en el útero artificial, y eso sería maravilloso, pero lasque disfrutan lo otro no tienen por qué dejar de disfrutarlo. Yo realmente no veo muchas razones para preferir el útero aritficial, si somos realistas (es decir, si no te imaginas un útero artificial indistinguible del natural o incluso mejor, con más posibilidad de interacción). Eso, hoy por hoy, no es imaginable, así que la gente sabe que se parecería más a una pierna ortopédica. Y yo sí encuentro razones para ver y sentir como bello el embarazo "natural". Cuando a mi mujer si le movían mis hijas en la tripa, eran caricias; su estado físico era muy bueno (como el que tienes cuando haces deporte, etc). Por supuesto, si hubiera sabido que esas caricias se las hacía una tenia hubiera sido distinto, pero no veo por qué el hecho de que influyan factores ideales (como en cualquier caricia) las hace menos razonables. En el caso de mi mujer, y de otras madres que conozco, no había ningún argumento arcaico como los que dices: no eran fetichistas.
yo lo que veo, más bien, en lo moderno, es un aprecio desmedido por la maternidad en sí misma
Creo que tienes la suerte de relacionarte con un sector de población donde, efectivamente, se está recuperando, después de que el sistema productivo la hubiera demonizado. Pero todavía la inmensa mayoría de las madres están "obligadas" ideológicamente a dejar de cuidar a su cría muy pronto para volver al trabajo, a destetarla muy prematuramente, etc, lo que causa un déficit de alimento emocional en los niños (según dicen varios estudios -aunque supongo que los habrá para lo contrario-). Yo creo que la maternidad está infravalorada, y de hecho tenemos un problema social con la natalidad, en aras del trabajo y la realización "personal", en la que la maternidad es una especie de mierda.
Yo prefiero pensar que a un mujer, como a cualquier persona, hay que cuidarla esté o no esté guapa, es decir, independientemente de sus hormonas y de las mías.
Entendamos esto correctamente. Nuestras hormonas nos impelen a cuidar más a un niño que a un adulto, y con mucha "razón" (es decir, que es una conducta que la razón no nos lleva a descalificar); y lo mismo pasa con una embarazada. Que esté guapa no quiere decir que se te convierta en un objeto sexual. Y es muy bueno que provoquen más afán de cuidado.
Un abrazo
Hola Victor,
Eliminaryo, ya lo sabes, soy de las que ha disfrutado con los embarazos y partos aún a pesar de las molestias y dolores. Intentaré explicar por qué y me ayudaré un poco comparando el tema útero natural o artificial con el tema lactancia natural o artificial.
En los años 50 y sesenta se vendía la leche artificial como mejor que la natural para el bebé porque se decía que la natural reflejaba enfermedades e infecciones de la madre. Hoy en día hay unanimidad en cuanto a la superioridad de la leche materna y se sabe que hay muy pocas enfermedades que puedan disminuir su calidad. Por más que se ha intentado, no se ha conseguido una leche artificial igual. Y es que es dificil porque la leche materna no es siempre igual: su composición es diferente según la hora del día, según la edad del niño, según la duración y frecuencia de las tomas,... Lo mismo veo yo con el tema úteros. La madre se adapta, sin saberlo, a las necesidades del feto, por ejemplo:tiene antojos que sirven para darle los nutrientes que necesita, siente sueño para no gastar energía que podría hacerle falta a él, etc. Resulta muy difícil imaginar que se consiga un útero artificial tan perfecto como el cuerpo humano.
En cuanto a que puedas sentir lo mismo en un embarazo "artificial" ... sí, sería bonito que la pareja "viese" el feto en su "urnita" de cristal pero claro, tendría que conseguirse que se pudiera llevar a todas partes con seguridad, conservando su calor, que pudiese oír la voz de sus papás por encima de otros ruidos, etc. Osea que habría que imitar muy bien a la naturaleza y eso es lo que parece dificil hoy por hoy. El feto y el cuerpo de la madre se comunican muy bien.
Claro que si se consiguira le veo de bueno lo mismo que al biberón: que otros pueden sentir la sensación que siente la madre. Alimentar a un niño es muy bonito y me encanta que el padre pueda compartirlo. No es igual con el pecho que con el biberón pero es bonito.
Hay también algo de lo que dices. No creo que sea exactamente "afan de protagonismo" pero sí un sentirse orgullosa de la obra realizada. Y creo que no es del todo lícito. El bebé no es nuestra obra (de las madres) sino que somos sólo el vehículo pero aún así el resultado es tan bonito que da muchísima satisfacción el haber participado en él.
Saludos a todos.
Juan Antonio:
ResponderEliminarObviamente, si a alguien le va bien con algo, la única razón para se preste a argumentar es que se le ofrezca algo mejor. Lo del útero artificial es una mera hipótesis y, desde luego, como tú dices, ideal (aunque no es técnicamente descabellado, si se pueden clonar ovejas, que se diseñen úteros externos que no sean meros artilugios ortopédicos). En todo caso, comprendo que te parezca tan bello el embarazo natural (yo no he dicho que no lo sea).
"Yo creo que la maternidad está infravalorada, y de hecho tenemos un problema social con la natalidad, en aras del trabajo y la realización "personal", en la que la maternidad es una especie de mierda."
Bueno, la maternidad (como fenómeno ligado casi exclusivamente a la feminidad) siempre ha estado más o menos infravalorado (en culturas -la mayoría- que siempre han sido patriarcales) frente al trabajo, la guerra y todo lo demás asociado a la masculinidad. Hoy día, si me apuras (y en nuestras sociedades) el embarazo y la primera crianza es objeto de muchos más desvelos por parte de los padres y de mayor regulación y protección social (antes se tenían niños con una despreocupación casi animal, las mujeres parian sin ceremonia alguna, casi como una tarea doméstica más -lo que se celebraba era la paternidad, el acto de reconocimiento del padre, como pasa aún en muchas culturas tradicionales-, los padres no se empapaban de libros de pedagogía como ahora, ni hacían sesiones de preparación, ni había permisos laborales, etc., etc.). En cualquier caso, ni antes ni (menos aún) ahora, la maternidad era una "especie de mierda", sino que conservaba (y conserva) una suerte de halo sagrado, y su valor es tan incuestionable como el tabú del incesto o cosas así. Nadie se extraña, por ejemplo, que en nuestro país existan muchas menos mujeres ocupando grandes cargos (por ej., académicos) de las que debieran, dado que la mayoría de los titulados universitarios son chicas, si se les explica que muchas de ellas renuncian a seguir medrando por mor de entregarse a la maternidad. Igual con las actrices, cantantes, etc., que admira la gente. No dejan de admirarlas cuando, por tener un hijo, pasan un año o más "fuera de juego" para tener y criar a su hijo... Yo, en fin, no veo que la maternidad esté más desprestigiada ahora que antes, sino más bien lo contrario. Mis alumnos, cuando se "ponen serios", piensan en general, y sin ningún genero de dudas, que la familia y los hijos son algo que está por encima del éxito laboral, el ser millonario y cosas así.
"Y es muy bueno que provoquen más afán de cuidado."
Desde luego. A una embarazada (o a un niño) hay que cuidarla mucho, y está bien que la belleza que muestran contribuya a motivarnos para ello. No estaría mal que mama naturaleza también nos moviera (por otros medios) a cuidar a los enfermos, pese a lo feos que se ponen, o a los propios feos o deformes, en lugar de hacer que sintamos repugnancia, invitando a qu repudiemos a los más débiles y reproductivamente "inútiles". Por suerte contamos con nuestro ingenio, y nuestra moral, para contrariar a mamá naturaleza cuando se vuelve una bruja madrastra.
un abrazo!
Patricia, no había visto tu comentario (¡Bienvenida!).
ResponderEliminarLo que comentas de las dificultades técnicas, te digo lo mismo que a Juan Antonio: mi "útero" es una especie de hipótesis o experimento mental (aunque no veo que haya que suponer la imposiblidad técnica, por principio, de crear un útero "externo" esencialmente tan funcional como el de una madre -lo mismo con la leche no materna: será muy difícil, pero no veo que sea imposible-). En lo demás, estoy de acuerdo contigo.
Un beso fuerte. Y a ver si frecuentas (e iluminas) este antro.
Soy mujer y estaría encantada con el invento, es algo que me ronda en la cabeza hace mucho, de hecho periódicamente busco a ver si hay avances en este sentido. Por mi edad dudo que pueda beneficiarme del invento, pero mis predecesoras espero que si. Suscribo todos y cada uno de los argumentos de Víctor. Digo yo: Si puedo tener un hijo sano y perfectamente viable de este modo q necesidaad tengo yo de pasarme 9 meses hinchada, con náuseas y con las hormosnas revueltas? Si bien es cierto q notar las pataditas debe ser gratificante y sorprendente, pero claro, si el embarazo durara la mitad de lo q dura y el feto fuera la mitad de pequeño en el momento del parto, lo q lo haría fácil y prácticamente indoloro. Pero durando casi un año, y sobre todo el último trimestre, q no te puedes ni mover, pues el asunto cmo q compensa mucho menos, las desventajas son muchísimo mayores q las ventajas.
ResponderEliminarDe todos modos no hay q discutir si esto sucederá o no, sino cuando sucederá. Porque sucederá seguro. Y aunuqe al principio cause mucho escándalo (el mismo q causó a idea de que un hijo podía ser no deseado, y el control de la natalidad, q hoy asumimos como algo natural).
Me hace gracia como se recurre al argumento de "lo natural" para justificar este tipo de cosas. A todas esas de "lo natural" las retiraba yo todos los anticonceptivos y que se quedaran preñadas todos los años como antiguamente, pues la naturaleza así lo quiere. Tampoco podrían montar en avión, o coche pues la naturaleza no ha previsto que volemos o corramos a más de 100 km/h, de ser así, nos habría dotado de alas y/o piernas más potentes....y así infinidad de cosas.
Este mito de "lo natural es bueno simpre" es una reverdenda estupidez q no se lo creen ni quienes lo argumentan, no dudo q muchas cosas artificiales q hacemos sean dañinas, y deben cambiar, pero de ahí a volver a las cuevas....
REsulta curioso como todo este asunto de la maternidad simepre parece idelogizado por "lo natural", cuando es tan contra natural bucear a 50 metros con botellas de oxígeno o mandar un satélite al espacio como gestar en un útero artificial. Sin embargo lo primero no escandaliza ni lo más mínimo. ¿porque?
Yo creo q muchas mujeres, en el fondo piensan q lo único q da sentido a su vida y les da valor es poder ser madres. Si esa función ya no la desempñan ellas en exclusiva, se les cierra el chiringuito....
Sin embargo, nuevamente vuelven a equivocarse, ya que el gestar y parir no las hace distintas en absoluto de una mona o una vaca, por mucho q lo intenten adornar. Muchos dirán q pienso así pq aún no tengo hijos. Puede. Pero una de las personas q está investigando este asunto es mujer y madre, una doctora japonesa. Por supuesto, todo el mundo pensará q es una madre horrible, en fin la gente es muy cerrada de mente.
Ya puesto, me parece mucho más aberrante el aborto, y muchas de esas pseudoprogres q se escandalizan por este invento están a favor de él.
Saludos a todos¡¡¡
y otra cosa mas: no se han parado a pensar q es mucho más seguro para el niño? Un cuerpo humano es una estructura muy frágil, un golpe, un suceso traumático,,,pueden dañar un mucho al feto. Imagina tener un accidente de coche aunq sea muy leve estando e 7 u 8 meses. A la madre de una amiga mía la atracaron enun cajero y del susto perdió al niño....y así miles de cosas. Es indudable q tiene infinitas ventjas, por ma´s q algunas las hormonas les derritan el cerebro y no sean capaces de verlas..
ResponderEliminarAnónimo: Subcribo todo lo que dices. Y, como tú, creo que es cuestión de tiempo que percibamos el parto natural como algo del pasado (como cuando te sacaban las muelas a las bravas con unas tenazas). De todos modos, hay argumentos fuertes contra nuestra opinión; por ejemplo los de los comentarios de Juan Antonio (un poco más arriba). Uno de ellos es que un útero artificial no podrá imitar a la perfección a un útero natural (ni a las complejas relaciones que se dan entre ese útero y el organismo de la madre). Esto es razonable pensarlo (al fin y al cabo todavía no hemos podido crear artificialmente ni una sola célula), pero no me parece un argumento terminante. Ninguna prótesis de un brazo, por ejemplo, ha logrado aún imitar la perfección y funcionalidad de un brazo natural, pero no por ello hemos de dejar de investigar en prótesis o en brazos robóticos. En este caso, además, cuando la prótesis (temporal) que puede ser un útero artificial, ofrece tantas ventajas. Indudablemente, caso de poder generalizarse la gestación externa a la madre, habría mucho que pensar y plantearse antes (sería toda una revolución cultural, no solo médica o científica), pero ya es un paso positivo que, al menos, se pueda plantear el asunto sin que nos cosan a cuchilladas los defensores de "lo natural".
ResponderEliminarUn saludo y bienvenida.
Umm soy yo de nuevo (anónimo). Si bien es cierto q es difícl, a día de hoy imposibile imitar el útero, no es imposible, ni improbale q se consiga. Dentro de 50, 100 o 200 años, pero es SEGURO q sucederá. Claro q al principio será un lujo sólo asequible a las clases pudientes, peroluego se extenderá a las menos favorecidas, como ha pasado con los anticonceptivos. Y se verá tan normal como hoy en día vemos la planificación familiar.
ResponderEliminarNo entiendo pq hay a gente q le horripila tanto el tema. Es algo como atávico, no tiene ninguna base racional.sin embargo con otras cosas igual de antinaturales ni se inmutan. Por ejemplo, que las fábricas viertan todos sus residuos es antinatural y todos nos quejamos de lo mal q nos parece, q debe cambiar...pero no veo ese atavismmo casi fanático q se ve cuando sacas temas como estos. Cuando habría muchos más motivos para ponerse fanático co nla contaminación, q si causa severos daños al medio ambiente y a las personas. siempre me he preguntado porqué en materia de reproducción los avances médicos causan tanto revuelo y polémica. Me hace gracia q muchas de esas q se escandalizan por la gestación externa sean capaces de defender el aborto libre y sin causa. Es decir, entiendo q haya mucha más polémica por el aborto que por esto. Y sin embargo, si hiciéramos una encuesta seguro q habría más gente a favor del aborto que a favor de la gestación externa y eso q en uno se destruye al embrión, y en otro se le da vida.
Se acabaría problemas como los embarazos en gente muy joven, pues para gestar se necesitaría el consentimiento de ambos progenitores, por supuesto mayores de edad o menores con permisos.
Se acabaría los embarazos no deseados y con ellos los abortos.
Se acabaría q un cabroncete te deje tirada con el crío a ti sola.
Y se acabarían las lagartas q pretenden sacarle pasta a un hombre o retenerlo a su lado quedándose preñadas "por accidente".
Cuanto más lo pienso, más ventjas le veo. Y lo dicho, si el embarazo fuera menos embarazoso, valga la redundancia, podría compensar en el aspecto emocional, pero teniendo como tiene evidentes desventajas (por más q muchas se empeñen en decir q sus vidas no cambiaron) creo q compensa más la gestación externa. Porque uno de las carácterísticas de los humanos es intentar superar las limitaciones q nos impone la naturaleza. Y lo queramos o no, el embarazo tiene limitaciones e incovenientes, aunque tenga la compensación de tener a tu hijo. Pero si puedes tener esa misma compensación....¿porqué seguir en las mismas?
Lo gracioso, com tu dices, es q las mujeres se oponen más q los hombres a quienes, lógicamente les da igual, pues su situación no cambiaría, es decir, no se invertirían los roles. Supongo q será porque algunas sienten q pierden el monopolio, la exclusividad. En fin, para gustos los colores
Pd, ya no soy anónimo, me voy a poner nombre (QK)
QK:
ResponderEliminarDe nuevo de acuerdo con tu inteligente comentario. El amor por lo natural en cuanto natural es, como dices, incongruente (nadie ama las enfermedades naturales, las plagas de langosta, etc.), y fruto, a mi entender, de esa necesidad de sacralizar cualquier cosa que tiene una época, como la nuestra, aparentemente secular y a la vez vacía de ideas y valores (la sacralización de la "Madre naturaleza", de lo atávico u originario es un rasgo de muchas religiones y esté rlacionado con otros tópicos religiosos como el la pureza originaria, el mito paradisíaco de la edad de oro, etc.). Sobre este asunto presenté hace tiempo una ponencia que pondré en el blog próximamente.
Es también significativo, como indicas, que los que se escandalizan ante el asunto del embarazo externo tengan tan claro el asunto, mucho más grave y polémico, como dices, del aborto, asunto en el que, también estoy de acuerdo contigo, la argumentación moral que presentan los proabortistas es muy insuficiente. (De todos modos, el embarazo externo no resolvería del todo este asunto:volvería a plantearse el problema de interrumpir la gestación por malformación del feto, cambios en los deseos de los progenitores, etc.).
Finalmente, y coincidiendo también contigo, fundamentar (mucho o poco) la feminidad en la capacidad biológica para gestar crías me parece denigrante (fuera aparte de que fundar la identidad de una persona en su género sexual me parece igualmente erróneo).
En lo demás (también) de acuerdo. Un saludo.
¿Te privarías del sexo o del amor para hacerlo todo más limpio y sencillo? En esas experiencias las hormonas se imponen, es lo que las hace fabulosas y emocionantes, es lo que crea, realmente, el vínculo del deseo, de la afinidad, de la pasión.
ResponderEliminarEn la faceta sexual que es el amor materno, las hormonas son importantísimas. De hecho, las mujeres a las que se priva de un nacimiento oxitocínico, sufren problemas para vincularse a sus hijos, depresión y mayores dificultades incluso para darles el alimento de su pecho.
Somos animales, una mezcla de naturaleza y razón. Somos emocionales, homonales, vitales y sentimentales. Todo está mezclado.
Gestar, sentir el hijo, amarlo y acariciarlo, que él sienta tu cuerpo, tu voz, tu olor, tus movimientos, forma parte, además, de sus experiencias necesarias prenatales.
Una máquina no puede substitur al cuerpo de la madre. Hoy se sabe, incluso, que los niños grandes prematuros que son portados con método canguro y amamantados a demanda, tienen muchas más posibilidades de vivir, evitar enfermedades y no tener secuelas que los que se meten en una incubadora y se les da leche artificial.
Nada puede substitir las caricias, el olor, el tacto, la voz y la sensación de abrazo de una madre, ni antes, ni después de nacer.
Eso nos hace crecer felices, seguros y amorosos. La deshumanización de las máquinas solo aumentaría la violencia interna del abandono.
Bienvenidos al mundo de robots.
ResponderEliminarSi te gesta un robot, serás un robot. Así de simple :-)
No sé si vale la pena discutir con quién no es capaz de ver la diferencia entre ser gestado por un ser humano o por una máquina... pero da miedo que gente así llegue a ocupar los puestos de poder de un país o de la humanidad.
Jamás va a poder haber un útero artificial, así que eso me alivia un poco, porque la placenta y el mecanismo del embarazo en su conjunto es el más complejo del universo...
Te daré unos cuantos argumentos todos científicos:
En el período intrauterino las hormonas de la madre (su felicidad, sus miedos, sus alegrías, sus placeres...) van configurando el cerebro del bebé.
Su voz, sus experiencias, los alimentos que come, los ruidos de su cuerpo... van configurando también el cerebro.
A la vez, la oxitocina, la prolactina y las hormonas del amor, van preparando para el vínculo que vendrá al nacer, fundamental para que el niño desarrolle su capacidad de amar y su sistema emocional.
Niños que se criaran en úteros artificiales, se vendieran en supermercados y no tuvieran ningún tipo de vínculos, simplemente sí serían monstruos (y no los que dice Rosa Regás), máquinas sin emociones ni sentimientos.
La importancia del período intrauterino, el momento del nacimiento y los primeros meses y años de vida cada vez es más evidente para los neurobiologos, pues ahí se forma todo nuestro cerebro, sus conexiones, y su capacidad para el amor o para la violencia.
Si te gestas y crías en condiciones amorosas, el cerebro se acostumbrará a trabajar bañado de oxitocina y neurotransmisores del placer, y por tanto se diseñará para la paz, la empatía, el buen humor, la salud.
Si te gestas y crías en condiciones de miedo y violencia, o de ausencia de amor, tu cerebro se acostumbrará a trabajar en condiciones de inseguridad y estrés, bañado de adrenalina y cortisol, y se diseñará para la defensa, la violencia, la venganza y la guerra.
Si a las mujeres nos ha dejado de suponer un placer gestar, parir y amamantar no es porque seamos más libres, sino porque hemos sido más violentadas.
Porque nos educamos en un ambiente donde ser mujer es un obstáculo para todo, donde los ciclos y procesos femeninos se viven como un estorbo o como una suciedad, donde hemos perdido la autoestima y la conexión con nuestro propio cuerpo.
La separacion mente/cuerpo es la definición del patriarcado por excelencia.
Renegar de nuestro cuerpo, de nuestra fisiología y de nuestros procesos es la consecuencia última del patriarcado.
Salud!
Anónimo:
ResponderEliminarTienes razón en que somos seres naturales (aunque yo no opondría "naturaleza" con "razón", no sé porque la naturaleza no ha de seguir -como indica la ciencia-, también, pautas racionales). Pero creo que también somos, por naturaleza, seres que lógica y justamente nos obstinamos en mejorar y sublimar la naturaleza. Si ese amor que reinvindicas (el amor maternal, pero parece que no solo él) es una cuestión fundamentalmente química y hormonal, para mi es inferior en dignidad a un amor fundado en la libertad y la razón. El amor a un hijo ha de tender, al menos, a fundarse en criterios más nobles y humanos que una simple reacción hormonal (si no fuera así, bastaría con inyectar las hormonas adecuadas en una madre cualquiera, ¿no te parece?). Justamente, lo digno de admiración (moral) es que una personas sin vínculos hormonales (que le obliguen a ello) se comprometa a amar y cuidar a otra (como ocurre en las adopciones, o en el amor entre personas, independientemente de sus lazos sanguíneos).
En cuanto a la deshumanización de las máquinas, no veo la razón. ¿Es que acaso una máquina no es una obra humana, tan cargada de ideas y emociones como cualquier otra? ¿No es también el cuerpo gestante un mecanismo orgánico sujeto a leyes mecánicas, químicas, etc.?
Desde luego que tienes razón en que hoy por hoy no existe un dispositivo que pueda substituir al cuerpo humano en todos los aspectos (también los afectivos) de la gestación, ¿pero por qué va a ser imposible? No veo porque una máquina (ideal)habría de impedir (incluso podría permitirlo con mayor fuerza) la comunicación a todos los niveles (incluso el tacto, el olor, etc.) con el niño. En fin, es una hipótesis, pero a mi no me parece descabellada.
Saludos y gracias por tu interesante comentario.
I. Medina:
ResponderEliminarLo primero, me alegra de que tu veas tan clara la diferencia entre un robot y un humano, dado que multitud de filósofos y científicos piensan y discuten sin parar sobre este complejo asunto, y no lo ven tan claro. Si tú tienes la solución, somos todo oídos.
Lo segundo, no creo que tengas la solución, y lo que me hace sospecharlo es que te contradices al hacer tu panegírico de la gestación natural. Todos tus argumentos científicos abundan en la idea de que la gestación es un proceso físico químico (y que incluso los elementos psicológicos (felicidad, miedo, amor, placer...) son procesos químicos y neurológicos objetivables por la ciencia. Piensa que, de ser así, sería absolutamente pensable generar un organismo artificial (un robot) que amase, sientese placer, miedo, etc. Bastaría con que los científicos acabasen de descubrir las complejas pautas neuroquímicas que provocan todo eso e implementarlas en un organismo o sistema no necesariamente celular.
En cuanto a lo demás que dices, mujer, reconoce que no has leído bien lo que he escrito, o que haces demagogía. Lo de venderlo en los supermercados o eliminar todo vínculo con ese hipotético útero artificial nunca lo he dicho (más bien todo lo contrario), tampoco se infiere de lo que digo, que el feto tenga que gestarse en un ambiente de violencia.
En cuanto a la discriminación de la maternidad, estoy parcialmente de acuerdo contigo (otros participantes han incidido también en ello). Pero solo parcialmente. A mi juicio nunca se ha tenido en tanta estima (por poca que sea) la maternidad, la preocupación por los primeros momentos de la gestación, etc., como en nuestro tiempo. Desde luego que las condiciones laborales no acompañan (y en eso estoy contigo, y con el loable ejemplo de las políticas de compatibilidad de ciertos países, los nórdicos, por ejemplo), pero piensa (y eso no es excusa) que antes de esto ni siquiera era apenas pensable que la mujer saliera del hogar (todavía no lo es en la mayoría de las culturas distintas a la nuestra).
En cuanto a la proclama final, fíjate que ese dualismo mente/cuerpo apenas se sostiene hoy, sino que viene a sustituírse por un reduccionismo científico (como el que tú, quizá sin querer mantienes) que tiende a confundir o reducir lo espiritual a elementos o procesos materiales (bioquímicos, neurológicos, etc.).
Salud y Verdad!!
Estáis como cabras :-)
ResponderEliminarPero me ha gustado tu respuesta, Víctor.
Aunque creo que la bioquímica es muy importante, no reduzco el amor a la bioquímica, el amor es más que eso, aunque digamos que la bioquímica es una de sus "dimensiones", uno de sus planos.
Y con lo de vender bebés en supermercados, si ahora, con lo que cuesta gestarlos y parirlos, ya se venden, me imagino que si se gestaran en máquinas serían una mercancía muyyyy codiciada, porque lo único que protege a un bebé es el amor de su madre, y a veces ni eso. Sería sin duda el fin de la humanidad tal como la conocemos.
Pero hay una cosa que no entiendo: ¿para qué queremos robots que tengan emociones y que sean en todo como los humanos?
Pienso que la única utilidad que tienen los robots es que los podamos usar para los trabajos que los humanos no podemos (por capacidad) hacer o no queremos hacer (como la limpieza o planchar la ropa, por ejemplo :-). Y para eso es preciso que no tengan emociones, porque desde que las tuvieran habria que respetar su dignidad, tal como se hace con cualquier ser humano y no podrían utilizarse para eso.
¿Para qué queremos robots que sean como humanos, si a los humanos que ya hay no los apreciamos ni los respetamos? ¿Para qué queremos robots que sean como humanos si uno de los problemas del planeta es la superpoblación?
Gracias por el diálogo.
Saludos!
Hola Ileana.
ResponderEliminarYo tampoco reduzco el amor a bioquímica (es más, creo todo lo contrario, que el amor produce los efectos bioquímicos, no al revés). Por eso creo que la relación afectiva de un progenitor (sea varón o mujer) para con su hijo está (o debería estar) más allá de eso. Con respecto a lo del comercio de niños, pues que te voy a decir, que es deleznable, y eso es independiente de cómo se gesten, depende más bien de qué nivel de protección se les dé, de que no se tolere la explotación infantil, ni el negocio de las adopciones, etc.
¿Para qué queremos los robots? Bueno, lo que te decía es una vieja cuestión teórica (no práctica) en filosofía, y tiene que ver con la definición de lo humano. ¿Hay algo que hagamos los humanos (incluyendo las reacciones emotivas) y no se pueda secuenciar a la manera de un programa de ordenador? ¿Es posible crear inteligencia artificial indistinguible de la inteligencia natural humana? Etc. Fíjate que a mi me parece más difícil crear un robot autoconsciente que un robot con emociones (al menos, con emociones a nivel animal, no autoconscientes). Y creo, también, que la dignidad de las personas está en su nivel de consciencia y razón, más que en las emociones. ¿Para qué serían útiles? Pues para lo mismo que son las máquinas, para tareas repetitivas que no requieren un gran nivel de conciencia y que, por eso, resultan embrutecedoras para las personas. ¿Te imaginas un mundo de autómatas que hicieran esas tareas aburridas y rutinarias, y nosotros pudiéramos dedicarnos íntegramente a cosas mucho más nobles como a educar hijos, componer sinfonías o discutir en blogs como este? Sería el paraíso. ¿O no?
Gracias a ti por participar.
Saludos!
¡Me gusta esta conversación! Me alegra haber llegado aquí aunque no esté de acuerdo en muchas cosas.
ResponderEliminar-Sobre la causa/efecto entre el amor y las hormonas creo que es recíproco. Uno produce la otra y viceversa. En general creo que el mecanismo causa/efecto es parte del pensamiento lineal y la concepción lineal que tenemos del tiempo, pero que las causas y efectos son intercambiables entre sí, o sea, que coexisten en planos diferentes.
-Sobre la protección de los niños: me gustaría una sociedad donde el amor y no la Ley fuera quien condujera las relaciones. El amor maternal (el paternal aunque igual de valioso es diferente) tiene mucho de biología. O al menos la biología lo facilita, lo lubrica. La naturaleza prevé procesos que ayuden a la especie a reproducirse y a autoprotegerse: es una pena que nos lo hayamos cargado. El pico de oxitocina que se produce en el momento del parto/nacimiento es el más alto de la especie humana (y la oxitocina es la hormona del amor por excelencia, de esas vivencias tempranas depende la capacidad de amar del futuro adulto, como demuestran los trabajos de Michel Odent). También en la madre ese pico de oxitocina determina en buena medida la conducta maternal posterior, el vínculo de apego que facilita la lactancia y la primera crianza, y hace que la madre se "enamore" de su cachorro y sea PLACENTERO para ella permanecer junto a él. (siempre y cuando la psicología y la neurobiología de la madre no esté demasiado perjudicada por sus vivencias anteriores y su propia infancia y nacimiento).
Digamos que son los mecanismos neuroquímicos que hacen de la maternidad algo placentero, no un sacrificio, ni un acto altruista... (que también). Dejar que las cosas dependan de la "voluntad" de los seres humanos a veces es mucho más complicado que dejar que la naturaleza haga su trabajo.
3.- En lo ultimo que dices sobre los robots estoy absolutamente de acuerdo y es precisamente lo que yo decía. Pero para UTILIZAR las máquinas para hacer esas tareas repetitivas, no hace falta que tengan emociones ni autoconciencia, es más, sería contraproducente que las tuvieran, porque entonces tendrían los mismos derechos que los humanos.
-Para mí la dignidad y los derechos de las personas (y de los animales) están en su capacidad de SENTIR Y SUFRIR, o sea, en el plano emocional, y no en su autoconciencia. Un enfermo mental enajenado o un animal para mí tiene derechos porque puede sufrir, no porque tenga Razón.
-Creo que es más compleja la emoción que la autoconciencia, pero eso sería otra discusión que no tengo suficientes argumentos para enfrentar... Yo me adscribo al paradigma emocional, las emociones nos permiten la EMPATÍA con el resto de los seres vivientes independientemente de la razón, y la autoconciencia (algo directamente relacionado con el ego y la separación del resto del universo) me parece una fase de la conciencia incluso superable por otras experiencias que todas las corrientes de sabiduría describen como más plenas: la sensación de Unidad con el universo.
Gracias de nuevo. Saludos!
Hola Ileana:
ResponderEliminarSobre causa/efecto entre amor y hormonas. Pensemos lo siguiente: ¿puede darse amor sin respaldo hormonal? (piensa, por ejemplo, en el amor puramente moral por la humanidad, por el extraño, incluso por el enemigo). Yo creo que sí, y además creo que este es el ideal de amor, la norma de cualquier otro, el amor puramente desinteresado (al menos, desinteresado de objetivos biológicos). Siempre que hay hormonas hay amor, pero no siempre que hay amor hay hormonas. La relación es, así, asimétrica, no exactamente intercambiable. El amor tiene más poder causal que las hormonas (hasta el punto de que puede generar afecto, comprensión, cuidado, etc, con respecto a los seres amados sin un impulso hormonal previo).
Con respecto a lo que dices del amor maternal no estoy de acuerdo, no porque no sea exacta tu descripción (que lo es), sino porque tengo una concepción del amor (en este caso del amor, cuidado, respeto, responsabilidad hacia los hijos) y de lo que es el ser humano muy distinta. Empezando porque desprecio (por su irracionalidad) toda teorización que pretende dar relevancia al género. Y acabando porque me parece que es denigrar al amor vincularlo con reacciones químicas o intereses biológicos de cualquier tipo. El amor (en este caso por los hijos) es una relación entre personas (y si tenemos claro este concepto ya podemos relegar al olvido la nímia cuestión del género sexual). Y si el amor (sea maternal o paternal) está condicionado por picos de oxitocina o procesos hormonales de cualquier tipo, entonces no es amor, sino una mera interacción biológica seleccionada por su momentánea eficacia adaptativa. De otro lado, por experiencia y (sobre todo) por lógica, creo que una educación moral y racional adecuada puede suplir o corregir cualquier “déficit hormonal” que pueda afectar al niño en una fase temprana. No creo que la química condicione más (sino infinitamente menos) la vida que las ideas o creencias de una persona capaz de razonar. Si no fuera así, creo que dejaría de hacer lo que hago (me dedico a la educación). ¿Para qué, si las personas, según pareces decir, están tan terriblemente condicionadas para siempre por esos condicionantes químicos? Yo creo que todo es suceptible de educación, también los sentimientos, y una educación moral y racional óptima, fundada en una verdadera relación amorosa (en un interés desinteresado por el otro), es lo que hace (buena o mala, feliz o infeliz…) a una persona. Es cierto que los primeros momentos de la crianza son esenciales, y si esa educación comienza cuanto antes mejor que mejor, pero nadie que no pueda disfrutar de la misma en los primeros años está “perdido” para siempre (ni mucho menos).
En cuanto a lo de la emoción y la razón, tienes…razón! en que es una discusión más larga. De todos modos, estamos de acuerdo en que la capacidad para sentir emociones otorga dignidad a un ser (a un animal, por ejemplo). Pero un ser capaz de ser plenamente conciente de sus emociones, será un ser mucho más emotivo y, por ello, más merecedor de esa misma dignidad. Piensa que casi nadie hoy entiende la emotividad como algo independiente (sino más bien dependiente) de la cognición y la conciencia (de representaciones, creencias, ideas concientes…). “Así pienso (creo, teorizo, interpreto lo que pasa), así siento”, dicen los psicólogos. La empatía, por ejemplo, no es una emoción independiente (sino muy dependiente) de las creencias o ideas que tenemos acerca de las personas por las que sentimos empatía, o acerca de los valores e ideas morales que mantenemos (la gente sostiene creencias y teorías que les hacen ser empáticas, o creencias y teorías que les hacen ser agresivas con los demás –los nazis, por ejemplo, eran tan personas como nosotros, solo que estaban firme, aunque erróneamente, convencidos de que había que destruir a media humanidad-). La misma concepción que mantienes (el emotivismo) es una teoría (pretendidamente) racional, y es lo convencida que te tiene (y no otra cosa) lo que produce el efecto emocional de sentir empatía con ella.
(sigo)
(sigo con Ileana)
ResponderEliminarLo mismo con la sensación de unidad con el universo. Esta deseable emoción no puede ser sino el efecto de “saberte” uno con el todo (y, antes, de saber muchas cosas: lo que es unidad, lo que es el universo, lo que es una sensación –según las teorías al respecto que conoces-, y, sobre todo, estar claramente convencida de que esa unidad es real).
Gracias a ti, de nuevo, por hacer posible este interesante diálogo.
Saludos!!
Yo de todos modos, aunque el amor materno es muy fuerte y desde luego tiene algo que ver el hecho de gestar al niño, lo que provoca una relación muy cercana, creo q se ha idealizado y exagerado. El amor materno es fuerte, y existe cierto apego por los descendientes, pues de no ser así, ninguna especie habría prosperado.
ResponderEliminarSin embargo no es tan incondicional, ni tan puro, ni tan absoluto como nos lo venden. Sólo basta con hechar un vistazo a la historia. Buscad un poco información, sobre el infanticidios, lejos de ser una excepción, ha sido la norma (desgraciadamente) a lo larga od e la historia. Hoy nos horrorizamos cd salen noticias de bebes abandonados y lo achacamos a la "sociedad desnaturalizda" actual. Pero si bien es cierto q en algunos aspectos las sociedad de hoy es más fría y deshumanizada, precisamente no lo es en la sensibilidad hacia los niños. En ninguna etapa de la historia los niños han estado más protegidos q ahora, en ninguna época se han tenido más en cuenta los derechos de la infacia....Pensemos en el trato q recibían los niños en la antigüedad, no tenían nigún deerecho, eran propiedades de los padres (más bien del padre). Y que yo sepa, ninguno fue gestado en un útero artificial.
La idea de q la gestación extrauterina deshumaniza no termino de creerla. La falta de empatía, la barbarie, es por desgracia, algo q si va unido al ser humano siempre. De siempre hubo guerras, torturas y cosas horribles. En cualquier época y lugar. Ahora y siempre.
Me hace gracia cuando dicen q la sociedad de hoy es muy violenta por los videojuegos, el cine, incluso algunas se atreven a asegurar q desde q se da el biberón a los niños son más agresivos. Claro, seguro q antiguamente quemaban a la gente en la hoguera era por la cantidad de tele, videojuegos y biberones q utilizaban. Desde luego hay q oir cada cosa....
Hola QK. De nuevo de acuerdo contigo. Por mucho mucho que haya que mejorar en la consideración y la educación de los fetos, los bebés y los niños, nunca como ahora ha habido tantos logros en este sentido. En cuanto a la relación entre salud psicológica, bondad, etc., y el trato de los niños en las primeras fases de su desarrollo, esto está más que demostrado (aunque esta relación no sea determinante, la gente que ha sido maltratada, etc., no está condenada a ser unos psicópatas o unos desgraciados, la educación posterior puede hacer mucho). Lo que yo (y creo que tú también) diría es que esa educación adecuada depende de elementos más importantes que el dar o no biberón o parir así o asá; esto puede tener una cierta importancia, pero creo que nímia comparada con otros factores: la conducta de los padres con respecto al niño y entre ellos, la corrección y el grado de coherencia de sus principios morales, y un largísimo etcétera.
ResponderEliminarSaludos!
Actualmente hay un movimiento mundial a favor de recuperar los embarazos conscientes, los partos respetados, las lactancias maternas, la crianza con apego, el vínculo amoroso que tan bien describió Bowlby, etc...
ResponderEliminarLa ciencia, con la neurobiología al frente, está siendo clara en la importancia que tienen esos períodos en la formación del sistema nervioso, emocional y en la capacidad de amar del ser humano.
Sí, todo tiene arreglo después, y la educación juega su papel (ay, el sistema educativo, por favor, tiene que cambiar también urgentemente) pero resulta que a amar no se aprende sino recibiendo amor, siendo amado, sobre todo en la infancia.
Podemos arreglar después con maestros, psicólogos o lo que sea, pero mejor sería empezar las cosas bien desde el principio, no???
Precisamente se trata de recuperar "la maternidad original" mamífera... que sí, ha estado muy perjudicada también en varios milenios de sociedad de la dominación.
La humanidad ha estado "huérfana de madre" (como bien dice QK) porque las mujeres, reprimidas sexualmente, presas del qué dirán, del marido, de los convencionalismos sociales, etc... no hemos podido tampoco ser madres plenas. Es mentira eso de que el patriarcado nos redujo al papel de madres, ni siquiera a eso.
Las madres de clases altas estaban obligadas por los "usos sociales" (patriarcales) a dejar a sus hijos en manos de niñeras, y las madres pobres (la inmensa mayoría) bastante tenían con obedecer al marido, pasar hambre, enfermedades, ver a sus hijos morir, insalubridad, etc...
Si comparamos la MADRE que la humanidad ha tenido hasta ahora (ninguna: Luperca la loba, Eva pecadora, María Virgen, etc... mujeres ausentes, mutiladas o culpabilizadas) es cierto que un útero artificial no sería nada mucho peor...
(sigo)
ResponderEliminarPero la humanidad necesita precisamente recuperar ese maternaje perdido, incorporando también al macho.... no irnos hacia los robots.
Todo ser humano es gestado en un útero, nacido en paz o violentamente, amamantado o no, criado con amor o no... y aunque la ausencia de amor y de paz en esos períodos luego puede ser superada ya sea por el mismo individuo o por un entorno posterior favorable, lo cierto es que la "herida primal" permanece de muchos modos, a veces tan normales que se hacen invisibles.
La crianza hasta ahora ha sido patriarcal, autoritaria, violenta... La mayor violencia sobre los seres humanos la han ejercido sus propios padres, madres y familias...
Pero eso no se cura con robots, sino recuperando la maternidad entrañable y amorosa, convirtiendo la paternidad también en algo amoroso y entrañable, poniendo la vida en el centro y yendo hacia la ética del cuidado, donde el cuidado amoroso por el prójimo comience por el cuidado amoroso que recibimos los seres humanos al nacer.
Reich lo dijo claramente: el día que el bienestar del recién nacido prevalezca sobre todo lo demás la civilización cambiará. Lo ha dicho recientemente también Michel Odent, el tipo que más sabe sobre partos en el mundo: para cambiar el mundo hay que cambiar la forma de nacer.
El parto humano ha sido violentado, en casi todas las culturas la criatura es separada de su madre nada más nacer, esa separación precoz aunque sea de unas horas, perturba los procesos biológicos, perturba la lactancia y perturba el vínculo.
En el caso de los humanos la biología no es lo único, pero es importante, es un plus que tenemos que recuperar, que está ahí, que la naturaleza la ha previsto, y que las culturas de dominación (que comienzan desde el mismo momento del nacimiento) han perturbado.
Si a los bebés no se les dejara llorar, no se pusieran a dormir solos, no se les privara del placer de chupar durante meses y años las tetas de la madre (el resto de primates mama durante años)... sería mucho más difícil después doblegarlos, desde todos los puntos de vista.
Los padres y madres que estamos intentando criar con conciencia, sabemos que a los niños criados así, con conciencia y respeto, es muy difícil después hacerlos entrar por sistemas educativo autoritarios, manipuladores y del "cállate y siéntate" como el que tenemos...
La libertad y la dignidad del ser humano, así como su capacidad de amar, comienzan en esos períodos "primales".
El útero artificial sería el fin, la consolidación, de todo lo que nos hace una mierda.
Ah, y estoy de acuerdo con que la sociedad es mejor ahora que en cualquier momento anterior... todo tiempo pasado siempre fue peor :-)
ResponderEliminarPero no con Víctor en que las emociones, los sentimientos y las sensaciones "espirituales" pasen por "saber"... El conocimiento racional es solo una parte. De hecho tenemos tres cerebros: el reptiliano primitivo, el límbico-emocional y el neocórtex racional. Si tuviéramos que pasar todas nuestras experiencias por la razón no podríamos hacer casi nada de lo que hacemos.
Recomiendo la lectura de un libro genial, para mí el que representa el claro cambio de paradigma en la ciencia y en el humanismo: El error de Descartes, del neurologo Antonio Damasio.
Saludos y gracias de nuevo por esta oportunidad de compartir.
Ah, y mi blog, por supuesto es sobre maternidad mamífera :-)
http://www.tenemostetas.com/
Abrazos, chicos!
Hola Ileana.
ResponderEliminarCoincido del todo contigo en la importancia de la primera crianza (desde el parto o incluso antes), y en reivindicar una atención infinitamente mayor a la educación del niño por parte de los padres. Rechazo igual que tú un "adiestramiento" conductista de los niños con premios y castigos, la violación constante de su voluntad (con el "es que aún no saben" como pretexto), el destete no querido, etc., etc. Y naturalmente habría que mucho de que hablar en torno a esa "ética del cuidado", y en torno a lo que significa (o debe significar) el "amor" (materno o paterno), es decir, la "educación" en general, que es el mejor sinónimo de "amor" que puedo encontrar. No creo, empero, que esto tenga mucho que ver con los primates, ni con mistificar nuestros orígenes naturales. El cuidado de los primates por sus crias no representa un ideal a seguir, ni responde a la cuestiones esenciales acerca de cómo criar a un ser humano.
En cuanto a lo de las emociones, la psiconeurología dista mucho, a mi juicio, de poder resolver la cuestión que debatíamos. Leí el libro de Damasio hace ya muchos años, y por lo que recuerdo fundaba su hipótesis en la interpretación (muy discutible) de un solo caso (lo que tiene muy poco valor en ciencia). Aun aceptando su interpretación, la "astenia moral" que parecía afectar al sujeto con el sistema límbico afectado, no demostraría más que el papel "reforzante" de las emociones a la hora de tomar decisiones (sobre todo en relación a los demás, si no recuerdo mal). Así, el tipo en cuestión tomaba decisiones, pero pocas (¿dudaba mucho?) y a menudo "inconvenientes" socialmente. Esto encaja perfectamente con la teoría habitual de las emociones como reacción (ligada a un impulso a la acción y aprendidas en un estadio muy primitivo de socialización) ante determinadas interpretaciones cognitivas. El sujeto podría tener esas interpretaciones, pero faltarle el elemento motivador para transformarlas en acciones (la emoción). De otro lado, esas interpretaciones pueden ser más o menos conscientes, por lo que no se trata de "pasarlo todo por la razón" conscientemente, sino de procesar la información que recibimos en orden a interpretaciones, es decir, a cómo entendemos que es y que debería ser la realidad (seamos más o menos reflexivos en relación a ellas).
Un abrazo, y tomo nota de tu blog.
Yo creo que hay algo inabordable, incluso por la ciencia y la filosofía, en el proceso maternal.
ResponderEliminarQuizás no por gusto la ciencia y la filosofía hayan sido concebidos, escritos y desarrollados fundamentalmente por hombres, o en todo caso por sujetos que no podemos salirnos de la cultura patriarcal. Los feminismos de distintos tipos lo están intentando, pero creo que aún estamos atrapadas de muchas maneras.
La cultura patriarcal está en todos nosotros, anque no seamos nada machistas. Patriarcado y machismo no es exactamente lo mismo, aunque lo segundo es una consecuencia de lo primero.
Patriarcado es algo más amplio que incluye toda cultura de dominación y que incluye también la separación cuerpo/mente. La definición de patriarcado que más me gusta es la del sabio Claudio Naranjo.
Me temo, sin querer decir que yo soy esa, que la maternidad tiene que ser contada y explicada por mujeres conscientes y conectadas con sus úteros, su femineidad y sus cachorros... y que sí tiene un continuum importante con la naturaleza, con la condición mamifera y con el resto de los primates... ruptura que la cultura (patriarcal, lo que conocemos por civilización) ha potenciado: no por gusto toda la mitología griega, romana judía y cristiana -los mitos fundacionales de nuestra civilización- su esencia es precisamente explicar el patriarcado y la desaparición de la Madre (Zeus, criado por la cabra Amaltea; Atenea, diosa de la sabiduría nacida directamente de Zeus; Romulo y Remo amamantados por una loba; Eva pecadora culpable de todo, sobre todo de la obediencia al marido y del dolor en el parto (no es casualidad la relación de una cosa con la otra); María Virgen; etc...)
La civilización, y toda la filosofía y la ciencia que conocemos, es hija de esa civilización huérfana.
Por eso para descubrir los nexos que unen la capacidad de amar (que va mucho más allá de la educación, pues la educación per se suena a algo que viene desde afuera, mientras que el amor surge desde dentro) con la biología, con el maternaje, y con la salud emocional pero también física (cuántas enfermedades tiene origen psicosomático, sino todas)... hay que abrir una caja de Pandora que conecta lo femenino, con la naturaleza, con la capacidad de amar (en lugar de dominar) y con la espiritualidad, para mí entendida también como un proceso de crecimiento personal que consiste básicamente en ampliar nuestra capacidad de amar.
Gracias por seguir mi blog, ya también sigo el tuyo. Veo que en muchos puntos coincidimos, estoy loca por sentarme a ver La educación prohibida ;-)
Hola Ileana.
ResponderEliminarMe parece muy interesante todo lo que dices, aunque también muy discutible, y como creo que coincidimos en que la discusión y el diálogo han de ser un rasgo de toda relación opuesta a la dominación y fundada en el amor, no me cortaré un pelo, al menos en dos asuntos en que me parece que estás en un error.
El primero está en que creo que identificas "cultura de dominación patriarcal” con civilización. Esto solo puede justificarse por el hecho de que la práctica totalidad de las civilizaciones son y han sido culturas de dominación patriarcales, pero no por lo que significa la idea de civilización (y que va más allá de sus realizaciones concretas). Cabe perfectamente pensar (y, de hecho, lo hacemos, lo cual demuestra que la cultura patriarcal no es omnipotente ni dueña de las ideas que pensamos) en modos alternativos de organizar la convivencia no fundados en la dominación y opuestos, a la vez, a la naturaleza (en los primates, por ejemplo, el poder se dirime por la fuerza, el control del territorio y los recursos, la competencia, etc., es decir, son “culturas” de dominación y también mayormente patriarcales.). En lo que yo estoy pensando cuando nos oponemos a una cultura de dominación no es en una especie de “estado de naturaleza” (en la naturaleza todo es dominación, puro interés biológico, etc.), ni siquiera en una especie de “cultura primigenia” (hace ya mucho que los antropólogos han desfondado el mito del buen salvaje: las culturas de cazadores recolectores, por ejemplo, no hacen menos uso de la dominación y el patriarcado, sino más bien más, que la nuestra), ni tampoco una “cultura matriarcal” o algo así (un matriarcado puede estar tan fundado en relaciones de dominación como un patriarcado, a no ser que tu atribuyas ciertas cualidades morales sustanciales al mero hecho biológico de ser mujer o madre –yo en esto disiento, no creo que la genética o las hormonas determinen o justifiquen ningún modelo moral-). En fin: yo, cuando pienso en alternativas a lo que hay, imagino una sociedad de personas (sean del sexo que sean o sea cuál sea su rol biológico) que, gracias a una educación mutua (y que proviene “de dentro”, pues todo ser humano experimenta como una necesidad y un deseo íntimo saber, hacerse un mundo, descubrir principios que orienten su vida, etc.) y libre (no impuesta, sino “descubierta” por todos en diálogo con los demás), se deciden a afirmar (desde dentro, por pura convicción) unos mismos principios (no solo morales y políticos, antes incluso epistemológicos y ontológicos).
(sigo)
Ileana:
ResponderEliminarEl otro asunto que te comento es el del conocimiento. Los postmodernos franceses solían hablar de “falogocentrismo” cuando querían identificar el patriarcalismo cultural (la cultura del “falo”, o del “palo”, que es lo mismo) con la racionalidad (el “lógos” de los griegos). La idea de esta conexión está ligada a otras, también muy postmodernas, como la relativización de todo conocimiento racional (y también moral, estético, etc.), la defensa de modos distintos de pensar, incluso la apuesta sin más por distintos tipos de irracionalismo emotivista, voluntarista, etc. (simplifico mucho, ojo). Todo esto no solo es falso sino también, creo, peligroso (para la civilización en la que yo sueño y que te decía arriba). Es falso por contradictorio: si la razón es fruto de una cultura patriarcal y tiene un valor relativo, entonces todos nuestros conocimientos (incluyendo las teorías científicas, tal como las biológicas, neurológicas, etc.) carecen de objetividad; la propia teoría relativista y postmoderna tendría un valor meramente relativo, luego no sería verdadera, etc. Y, de otro lado, esto es peligroso porque justamente lo que nos permite trascender las relaciones de dominación en cualquier ámbito es la posibilidad de un diálogo objetivo, es decir, de criterios objetivos con los que dirimir quién tiene razón (que no es una decisión pública o externa, sino interna, íntima: a mi me convencen o no tales argumentos, justamente porque creo que son “objetivamente” convincentes). En fin: la racionalidad, la lógica, no tienen sexo, son justamente lo que nos permite trascender todo tipo de intereses subjetivos (empezando por los biológicos). Por ello, considero más valioso un tipo de conocimiento fundado en la racionalidad y la lógica que en la experiencia subjetiva (por ejemplo, la del propio parto). No creo que la experiencia particular aporte nada sustancialmente demostrativo a una idea o creencia (más bien creo, a veces, lo contrario: cuanta más distancia tomes en relación al hecho que busca explicarse, más objetivo podrás en general ser).
No me enrollo más. Te agradezco de nuevo tus inteligentes observaciones. Y que no decaiga! ;-)
Aunque ya me cuesta seguir el lenguaje típico de la filosofía (y mira que fui fan de la semiótica y también de los postmodernos :-) he logrado comprenderte.
ResponderEliminarEstoy básicamente de acuerdo contigo: no idealizo un pasado "bon savage" ni que existan culturas "ideales"... pero sí, identifico nuestra Civilización (la nuestra) con cultura patriarcal, porque es importante que se vea que la civilización a la que pertenecemos (y la mayoría de las que conocemos) tienen un fuerte carácter patriarcal, y que no siempre logramos salirnos de esas coordenadas que son invisibles para mucha gente (Matrix). Lo cual no quiere decir que toda civilización tenga que ser necesariamente patriarcal, of course! Eso espero! :-)
También coincido contigo en los peligros y la falta de lógica del total "relativismo", pero sí pienso que en cada materia deben hablar sus expertos.
Como mismo no todo el mundo puede opinar sobre el bosón de Higgs, creo que sobre la experiencia subjetiva y objetiva de la maternidad hay que dar voz a las mujeres que la experimentan, aún cuando sea a través de estudios científicos y cotejados por expertos. Y también a las personas que logren sacar del inconsciente sus recuerdos infantiles... que son pocas.
Eso, estamos lejos aún de que existan, dado que la maternidad como proceso ha sido muy poco estudiada, y menos aún desde perspectivas no falocéntricas.
Todavía las prácticas gineco-obstétricas siguen siendo muy falocéntricas y hasta "medico-céntricas", dado que por ejemplo, la mayoría de los partos ocurren en posturas horizontales, postura que se generalizó para beneficio de los médicos, y en contra de las madres-criaturas.
Aún así, hay cada vez más evidencias científicas que demuestran la relación que existe entre nacimiento, crianza y cultura. El impacto que tiene el momento del nacimiento y los primeros meses y años de crianza en la conformación de nuestras redes neuronales y en la gestión de las hormonas del placer/amor/paz y las del estrés/violencia, etc... Te aseguro que es un mundo apasionante :-)
Me ha gustado también mantener diálogo inteligente con gente de afuera del mundillo "maternal" porque en nuestros blogs muchas veces solo nos auto-referenciamos. Hace falta empezar a hablar de estas cosas fuera del mundo parto-teta, porque nadie está fuera de la vida, todos nacemos!
Gracias, abrazos!
Post data:
ResponderEliminarLos perjuicios del patriarcado sobre la maternidad me interesan especialmente, porque incluso la mayoría de las feministas clásicas y académicas, siguen viendo la maternidad como un "obstáculo", como un destino "desgraciado" que nos ha tocado a las mujeres, etc... (la visión de Beauvoir).
Evidenciar que el hecho de vivir la maternidad (y la femineidad en general: menstruaciones dolorosas, partos dolorosos, lactancias imposibles, etc...) es también una consecuencia del patriarcado y no algo "natural" que nos ha tocado... que la represión sexual, emocional y vital sobre las mujeres es lo que hace que vivamos los procesos fisiológicos normales como patológicos o dolorosos; y que el hecho de vivir en una cultura organizada falocéntricamente provoca dolor físico real en nuestros cuerpos de mujer, es un reto nada fácil pero también apasionante!
Insinuas q el hecho de q la regla o el parto sean dolorosos es por la cultura patriarcal?????Es de coña. A mi la regla no me duele, pero a algunas amigas mias no se pueden ni mover. Eso de pende de la personas. Básicamnete ambas cosas duelen porque son contraciones del útero, y las contracciones musculares son los dolores más horribles q hay. Yo he visto parir a una vaca y te puedo asegurar q el animal no lo estaba pasando nada bien, y no creo q eso sea por la cultura patriarcal, sino pq por un agujero pequeño debe salir algo grande. En todas las culturas, hasta en las matriarcales el parto es doloroso, vamos eso de toda la vida. Lo q no quita q haya mujeres q digan q el suyo no fue particularmente doloroso.
ResponderEliminarIleana, admiro y comparto tu interés por este, como dices, fascinante asunto de la relación entre el parto y las primeras experiencias y el carácter de un individuo. Aunque, como sabes, con matices (y perdón por la insistencia).
ResponderEliminar- Por interesante que sea, la influencia de esas primeras experiencias nunca será tan determinante en la formación moral de un individuo como lo son sus experiencias conscientes y sujetas a reflexión, su formación intelectual, el diálogo con otros, la educación de sus emociones, etc.. Es por esto que somos seres libres, capaces de autodeterminación.
- Aunque yo estoy convencido de que el ámbito axiológico (la moral, los valores -la paz, el amor, etc.-) es objetivable (no es relativo a cada cual) y sujeto a ciencia o discurso racional (por muy perfectible que sea este discurso), estoy aún más convencido de que esto no tiene nada que ver con la ciencia natural. La química no determina, en seres libres como nosotros, que nos comportemos violenta o pacíficamente. Un niño bien parido y criado en su fase más biológica e inconsciente, puede convertirse en un nazi furibundo si es convencido de ello (y viceversa). Las ideas asumidas conscientemente por el propio sujeto son mucho más determinantes de su conducta que su determinación biológica o incluso su aprendizaje temprano.
- En cuanto al papel de las madres en el conocimiento del elemento subjetivo del parto, este papel no puede ser más que el de "objeto de observación" por parte del experto, sin confundir una cosa con otra (madre con experto). Por darte un ejemplo: el que una persona sufra una enfermedad no la hace necesariamente más sabia con respecto a su patología, ni siquiera en cuanto a los elementos subjetivos de la misma (sensaciones, etc.), si queremos, claro está, ser serios y estudiar científicamente, es decir, objetivamente, sus estados subjetivos. Esto es tarea del médico competente, que sabe mucho más objetivamente de los estados subjetivos del enfermo que él propio enfermo (igual que un buen psicólogo conoce mejor -es decir, más objetivamente- que tú tus propios procesos mentales subjetivos, y justamente por eso, puede ayudarte).
Abrazos.
Víctor, me encontré tu blog por casualidad y me interesó muchísimo tu relato.
ResponderEliminarYo tengo 31 años fui madre a los 18 y actualmente tengo una relación fantástica con mi hija. Es una niña estupenda, aplicada, amorosa pero aún recuerdo con trauma mi embarazo que fue complicado, el parto que fue terrible, meses de lactancia con estrés y depresión porque yo estaba estudiando... Yo me hubiese evitado todo eso si hubiese podido!!! No me gusta ser masoquista ni mártir!
Adoro ser madre pero hasta el día de hoy no me gustan las marcas de la maternidad en mi piel, no me agradó para nada el proceso de embarazo-parir- amamantar... El apego y amor se forja el dis a día y durante toda la vida con tus hijos y si pudiese ahorrarme los sufrimientos de la gestación y alumbramiento, hubiese estado mucho más contenta aún, dispuesta, alegre, cercana, porque sufrí depresión post parto y hasta el primer año de mi bebé me sentía esclava y agotada y sin ánimo, una mamá sobrepasada y colapsada y neurótica no lo que no era lo que yo deseaba entregarle a mi hija. (Y escaso a nulo apoyo paterno)
Creo que para las mujeres el mundo sería mejor cuando existan estos úteros artificiales, así hombres y mujeres podrán ser corresponsables y cuidadores en igualdad desde la concepción y todos más felices
Muchas gracias por tu comentario y por compartir tu experiencia, Francisca. Por desgracia, me temo que ese proyecto está bastante "descatalogado" científicamente. Demasiados prejuicios. Aunque hay que reconocer que tampoco debe ser nada fácil simular tecnológicamente un proceso tan complejo, a todos los niveles, como el de la gestación natural, sin perder lo bueno que pueda tener, y eliminar sus inconvenientes e incomodidades. Mientras llega, si llega, lo que sí sería demandable y factible es un apoyo y colaboración infinitamente mayor con las personas que protagonizan la gestación, es decir, las madres, que tendrían que disfrutar de todas las facilidades del mundo para afrontar ese tremendo proceso que es crear otro ser a costa de su propio cuerpo. Un afectuoso saludo.
EliminarPor primera vez oigo a una madre hablar así. Supongo que el hecho de ser madre tan joven fue lo que hizo más traumático el proceso. Por eso digo q si puede evitarse y hacerse fuera del cuerpo pues mejor para madre y bebe.
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